PROYECTO DE TP
Expediente 6500-D-2015
Sumario: "FRANCISCO NARCISO DE LAPRIDA". SE DESIGNA COMO TAL AL RECINTO DE SESIONES DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION.
Fecha: 03/02/2016
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 169
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
1° - Desígnese
con el nombre de ¨Francisco Narciso de Laprida¨ al Recinto de
Sesiones de esta Honorable Cámara de Diputados de la
Nación.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En tiempos en que las
palabras Patria o Libertad eran tan anheladas como lejanas, San Juan
aportó a sus más brillantes y valientes hijos para concretar ese sueño.
La difícil geografía sanjuanina sirvió para forjar hombres y mujeres
templados en la adversidad, y dotados de un profundo amor a su
tierra. Exponente cabal de esa generación de la Independencia es sin
dudas Laprida.
Francisco Narciso de
Laprida, nació en San Juan de la Frontera el 23 de octubre de 1786,
hijo de José Ventura de Laprida, próspero comerciante asturiano y
María Ignacia Sánchez de Loria, descendiente de las familias
fundadoras.Aprendió sus primeras letras en su ciudad natal. Luego
viaja a Buenos Aires para estudiar durante cinco años en el Real
Colegio de San Carlos. Concluida esa etapa se trasladó Santiago de
Chile donde permaneció seis años estudiando en la Universidad de
San Felipe, allí se graduó como Licenciado en Cánones y Leyes, y en
la Academia Carolina Forense se recibió de abogado.
Regresa a San Juan en
1811, y con 25 años es elegido Alcalde de Primer Voto, asesor del
Cabildo y Síndico procurador. En el Cabildo mantuvo una postura
autonomista en distintos reclamos que hizo ante las autoridades
centrales y en la resistencia frente a sus disposiciones.
De gran amistad con el
Gobernador José Ignacio de La Roza y con el General San Martín,
participa activamente en la organización del Ejército de los
Andes incluyendo aporte de sus bienes personales.
El 17 de mayo
de 1815 el Director Ignacio Álvarez Thomas cursó oficios a las
provincias de acuerdo con las disposiciones del Estatuto
Provisional para que eligieran diputados al Congreso General.
De la Roza responde expeditivamente a tal convocatoria.
El 13 de junio de 1815 se
eligió diputado a Fray Justo Santa María de Oro, sanjuanino, prior
vitalicio de la Recoleta Dominica de Santiago de Chile, residente en
esos tiempos en San Juan. Tres meses más tarde, los sanjuaninos
advirtieron que por su población (la provincia tenía en aquellos días 22
mil habitantes) le correspondía un segundo diputado y es así como el
12 de setiembre se eligió a Laprida. Este, mostrando una ética rigurosa
impugnó su propio nombramiento por no haberse convocado a los
cuarteles de la campaña, lo que no prosperó en virtud de las urgencias
de la hora.
La elección de ambos
sanjuaninos fue por unanimidad y sin dudas muy acertada. Estos
ciudadanos ostentaban los méritos que tamaña misión requería: eran
esclarecidos intelectuales y fervientes patriotas. La esperanza del
pueblo sanjuanino no sería defraudada, la actuación de ambos fue
relevante.
Fray Justo Santa María de
Oro y Tomás Godoy Cruz serían los primeros en llegar a Tucumán y
Laprida uno de los últimos.
Con una misa en el
Convento de San Francisco y una salva de 21 cañonazos, el 24 de
marzo de 1816 comenzaron las sesiones en la sala principal de la casa
que cedió Dña. Francisca Bazán de Laguna. Tres meses fueron de
trabajo intenso, con algunas renuncias y muchas presiones, Belgrano
informaba sobre una presunta invasión española a gran escala sobre el
Plata. Los caudillos y políticos en desacuerdo, impedían la presencia de
algunas provincias.
San Martín
que se encontraba en Cuyo organizando su ejército, los instaba para
que concretaran el propósito esencial que los llevó hasta allí. El
objetivo del Gobernador era cruzar la cordillera ese verano, como jefe
del Ejército de un país soberano. En "La evolución de las Ideas
Argentinas" José Ingenieros expresa: "San Martín autónomo y
levantisco en Cuyo, se preparaba para la épica proeza de pasar los
Andes vencer en Chile y caer sobre el Perú para cuyo objeto
necesitaba que se declarase la Independencia y se regularizara su
posición de beligerante; en tal sentido hizo actuar a sus emisarios
personales, los Diputados por Cuyo". Ya no era solo la Independencia
de un país lo que estaba en juego, era la de gran parte de
América.
Al llegar el mes de julio, la
presidencia le toco por sorteo a la provincia de Cuyo; Tomás Godoy
Cruz, Juan Agustín Maza, y Fray Justo Santa María de Oro, eligen a
Laprida quien pese a ser el más joven había dado sobradas muestras
de templanza y rectitud.
El martes
9 de julio día claro y hermoso según las crónicas de la época, ante la
pregunta del sanjuanino: "¿Queréis que las Provincias de la Unión sean
una Nación libre e independiente de los reyes de España y su
metrópoli?", los veintiocho diputados, puestos de pie expresaron con
fervor su respuesta afirmativa.
Inmediatamente el
Presidente Laprida firma el acta histórica, lo acompañan los
Secretarios José María Serrano y Juan José Paso.
"Nos los
Representantes de las Provincias Unidas en Sud América
reunidos
en Congreso General, invocando al Eterno que preside al
universo,
en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que
representamos,
protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del
globo la
justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente
a la faz de
la tierra, que es voluntad unánime e indubitable
de estas
Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a
los Reyes
de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas,
e
investirse del alto carácter de una nación libre e independiente
del rey
Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en
consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder
para
darse las
formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus
actuales
circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican,
declaran y
ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y
sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas,
haberes y fama.
Comuníquese a quienes corresponda para su publicación y
en
obsequio
del respeto que se debe a las naciones, detállense en un
Manifiesto
los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne
declaración.
Dada en la
Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada
con el
sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados
Secretarios".
Ellos
fueron, Antonio Sáenz, José Darragueira, fray Cayetano
José
Rodríguez, Tomás Manuel de Anchorena y Pedro Medrano,
diputados
por Buenos Aires; Manuel Antonio Acevedo, por Catamarca;
José
Ignacio de Gorriti, por Salta; José Andrés Pacheco de
Melo, por
Chibchas; Teodoro Sánchez de Bustamante, por la ciudad
de Jujuy y
su territorio; Eduardo Pérez Bulnes, por Córdoba;
Tomás
Godoy Cruz y Juan Agustín Maza, por Mendoza;
Pedro
Miguel Aráoz, por la capital del Tucumán; Esteban Agustín Gascón y
Pedro León Gallo, por Santiago del Estero; Pedro Ignacio Rivera,
por
Mizque; Mariano Sánchez de Loria y José Severo Malabia,
por
Charcas; Pedro Ignacio de Castro Barros, por La Rioja; Gerónimo
Salguero
de Cabrera y Cabrera y José Antonio Cabrera, por
Córdoba;
José Colombres por Catamarca; José Ignacio Thames,
por
Tucumán y fray Justo de Santa María de Oro, por San Juan.
En sesión secreta del 19
de julio, Medrano hizo aprobar una
modificación a la fórmula del juramento. Donde decía
"independiente
del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli", hizo
añadir:
"...y de toda otra dominación extranjera".
El Padre
de la Patria, expresó su beneplácito en una carta dirigida a Tomás
Godoy Cruz fechada el 22 de julio: "Al fin estaba reservado a un
diputado de Cuyo ser el Presidente del Congreso que declaro
la Independencia: yo doy a la Providencia, mil parabienes por
tal incidencia"
Para
difundir la noticia, el Congreso envió por medio de chasquis, en carreta
y a caballo, copias del Acta, incluyendo traducciones en quechua y
aymara.
Las
provincias que enviaron representantes reciben con júbilo, la buena
nueva.
Después
de la solemne ceremonia, cada provincia representada debía hacer su
proclamación y jura con autoridades y pueblo. Las celebraciones
fueron diversas y magníficas: Te Deum, campanas echadas a vuelo,
gritos de Viva la Patria, paradas militares, banquetes.
San Juan
celebró con orgullo las noticias del acontecimiento, un joven hijo de
esta tierra ha tenido el honor de presidir la histórica sesión. Se dan
espléndidos banquetes, tres cuadras de una larga calle fueron
decoradas con banderas y escudos alegóricos, allí acudieron las
familias a danzar por tres días consecutivos.
En medio
de una difícil situación, de luchas internas y externas los pueblos de
América del Sur comenzaban a dar pasos firmes hacia su
Independencia.
Después de acompañar el
Congreso a Buenos Aires, en abril de 1818, Laprida regresó a San
Juan, donde hasta fines de 1824 desplego una intensa actividad
política y desempeñó diversas funciones. Fue nombrado Gobernador
Interino, jugó un rol decisivo cuando se produjo la revolución de enero
de 1820. En esa oportunidad el Gobernador De la Roza fue destituido
engrillado y encarcelado. Laprida entró a la celda vestido de sacerdote
y le ofreció a éste el hábito para que huyese sin ser reconocido
quedando él en su lugar, De la Roza no acepta pero valora tal muestra
de amistad.
En1824 representó a San
Juan en el Congreso General Constituyente. También en esta
oportunidad su participación será destacada. Ocupó la Presidencia y
Vicepresidencia en el primer semestre. En las actas de sesiones consta
su intervención en problemas importantes como la Guerra con el Brasil,
los presupuestos y los empréstitos. Su dedicación al trabajo en
comisiones hecho con profundidad y conocimiento, le valió el respeto
de sus pares. Disuelto el Congreso en 1827 regresa a San Juan. Esta
vez no ocupó cargos públicos, se dedicó al ejercicio de su
profesión.
En 1829 los encarnizados
enfrentamientos entre unitarios y federales lo llevan a huir a Mendoza,
allí se incorpora como voluntario al Batallón del Orden. El 22 de
septiembre en la Batalla "Del Pilar" cerca de la capital mendocina, es
salvajemente atacado y herido de muerte. Su cadáver nunca se
encontró.
Jorge Luis Borges
descendiente del prócer, dedica a su ancestro el Poema Conjetural
donde imagina su pensamiento antes del brutal desenlace. En uno de
los párrafos expresa:
"Yo que
anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano."
El Diputado Francisco
Narciso de Laprida es la personificación del magno Congreso y quien
tuvo el histórico privilegio de presidirlo en el fundacional momento de
la Declaración de la Independencia.
Al cumplirse el
Bicentenario del hito más importante de nuestra historia, es necesario
tener presente a quienes en medio de sangrientas luchas, enfrentando
a poderosos enemigos, tuvieron el valor y la inteligencia de construir
los cimientos de la argentinidad.
Que este recinto que nos
congrega como representantes de la voluntad de nuestro pueblo lleve
el nombre del Dr. Laprida, será evocar y valorar la fuerza moral y
espíritu democrático de un hombre que con las leyes y en el campo de
batalla honró a su Patria, aún a costa de su vida.
Firmante | Distrito | Bloque |
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GIOJA, JOSE LUIS | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
TOMAS, HECTOR DANIEL | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CASELLES, GRACIELA MARIA | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PARTIDO BLOQUISTA |
CASTRO, SANDRA DANIELA | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO (Primera Competencia) |