La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar profunda preocupación por la inestabilidad laboral creciente que atraviesa el país que se manifiesta en despidos, suspensiones, cierre de fábricas y por las desacertadas medidas que adopta el Gobierno para revertir la crisis económica y social.

Señor presidente:

El derecho al trabajo es el derecho fundamental por el que toda persona tiene señorío a tener un empleo, a la libre elección del mismo, a condiciones equitativas y satisfactorias de tareas y a la protección contra el desempleo.

No sólo es mencionado en el art. 14 de la Constitución Nacional Argentina sino que también se reconoce en las normales fundamentales de derechos humanos como son la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

La frágil situación que atraviesa la economía del país hace que el mencionado derecho se encuentre vulnerado, esto se refleja en el progresivo nivel de despidos y suspensiones laborales en diversas actividades privadas, con el continuo y creciente cierre de muchas fábricas instaladas en la Argentina.

Hace unas semanas, el líder de la UOM y jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló expuso ante el consejo directivo de su central, que el sector metalúrgico registra 3000 despidos y 10.000 suspensiones en lo que va del año, y que esos indicadores son una constante en todo el país.

Un ejemplo de lo mencionado es la imprenta Donnelley que cerró su planta de Garín y dejó a más de 400 empleados en la calle. Si bien el Ministerio de Trabajo bonaerense dictó una conciliación obligatoria, la empresa que entró en quiebra, la incumplió. También ha sido de público conocimiento la suspensión del personal de la autopartista Lear que cerró sus puertas.

Recientemente la empresa Ganadera Nueva Escocia S.A. que desde 1994 opera en la localidad bonaerense de Luis Guillón, dedicada a la faena de ganado bovino y el empaque de carne, se presentó a concurso preventivo de acreedores dejando en vilo a unos 300 trabajadores, con lo que se sumó a la lista de empresas complicadas en esta actividad. El frigorífico fue el primero en lanzar los camiones del fallido programa "Carne para todos", que vendería hasta 10.000 kilos de diferentes cortes por día a precios

populares, por toda la Argentina. De no evitar la quiebra, esta compañía podría correr la misma suerte que Estancias del Sur, el frigorífico cordobés que hace pocos días confirmó su cierre definitivo, dejando en la calle a 450 empleados.

El escenario de crisis e inestabilidad alcanza a la construcción, que según los sindicatos alcanzan los 20.000 puestos los que se han perdido en el último año, como así también las automotrices, el rubro textil, las inmobiliarias y los comercios minoristas, entre otras actividades.

Para las mediciones de la Confederación General de Trabajo el desempleo se encuentra en un 20% de la población activa: la cifra incluye a un 8% que no encuentra empleo y otro 12% que recibe distintas ayudas oficiales, vinculadas al trabajo como los planes de Trabajo y Desarrollo Social pero que nos son trabajos genuinos.

Un dato adicional es la desaceleración de los ingresos de la AFIP por aportes y contribuciones a la Seguridad Social que pasó de un 33% a comienzos de año a un 24,1% en julio. Si bien no hay datos desagregados, estas cifras reflejan el retraso salarial, también expresan la disminución del empleo formal. Así lo reconoce el último informe del Consejo Profesional de Ciencias Económicas-IARAF; señalando que en

relación a la recaudación de impuestos ligados al mercado interno, aún continúa el freno en el crecimiento de la recaudación de aportes y contribuciones a la seguridad social, que se mantienen desfasados respecto al resto de las percepciones impositivas. En efecto, con un aumento del 24,1% en julio, acumulan un alza del 26,3% en los primeros siete meses del 2014, por debajo al crecimiento de los restantes tributos y evidenciando signos claros de desaceleración en el mercado laboral formal.

No debe dejar de considerarse la grave situación que atraviesa el empleo "en negro" donde las suspensiones y despidos se ven facilitadas por la informalidad de las relaciones laborales.

De acuerdo a las cifras del Ministerio de Economía desde principios del año 2012 está estancada la población activa en torno de las 17 millones de personas. Este

dato termina siendo un factor de desaliento como consecuencia de que las empresas privadas no están tomando personal nuevo y muchas otras ni siquiera reponen los empleados que se retiran en forma voluntaria o por jubilación.

Cabe agregar que en el informe de Actualidad Industrial que difundió la central fabril se indicó que con relación al empleo manufacturero, en el segundo trimestre del año las horas trabajadas cayeron un 3,4% con respecto al mismo período de 2013, acentuando la tendencia comenzada en los últimos meses del año pasado.

Como consecuencia de la situación descripta, las dirigencias gremiales planean organizar para este mes, un paro general de 24 horas, con la inevitable pérdida económica que genera una medida de fuerza de este tipo.

A esto debo añadir que el 17 % de las compañías líderes de mercado prevé reducir sus dotaciones, según una reciente encuesta que realizó SEL Consultores. Esta perspectiva negativa también se reflejó en los trabajadores. Según la muestra, el 63% de los encuestados considera que puede perder su trabajo. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, difundió el mes pasado un informe en el cual indica que el temor a quedar sin trabajo subió dos puntos en 2013, elevándose del 24,1 al 26,1% del total de la población en condiciones de trabajar. Esa realidad que preanunciaban los propios trabajadores ya llegó.

El contexto de conflictividad provocó que el tema del desempleo sea uno de los principales a abordar en la 168a. reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina. La preocupación de los obispos argentinos refleja una frase del Papa Francisco "El problema de no trabajar no es el de no ganar dinero para comer, porque podemos acercarnos a organizaciones como Cáritas y nos dan alimentos. El problema es no poder llevar el pan a casa, es perder la dignidad", dijo el Papa en una conversación con jóvenes de la Universidad de Molise, en Italia.

Si a esta situación crítica que atraviesan los ciudadanos argentinos en materia de inseguridad, se le agrega la desestabilización de los empleos, correlato de las

desacertadas medidas que insiste en aplicar el Gobierno, (claro ejemplo de ello, el mal llamado Impuesto a las Ganancias), tendremos una sociedad desalentada, abatida, resentida y desganada para la creación de proyectos individuales y peor aún sociales. Ya que un despido o suspensión laboral no sólo implica la crisis personal y familiar que atraviesan quienes lo padecen sino también la posibilidad de acrecentar la conflictividad social.

Es por toda la preocupación que ocasiona esta encrucijada económica y social, que no avizora una pronta respuesta de las Autoridades Nacionales, para tomar medidas pertinentes a la modificación de la misma, que solicito a mis pares, me acompañen en el presente proyecto de ley.