La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su homenaje a la figura del Dr. Bernardino Rivadavia, promotor de la ciencia y la cultura, estadista y Primer Presidente de la Nación Argentina, al cumplirse el próximo 2 de Setiembre un nuevo aniversario de su fallecimiento.

Señor presidente:

La Historia de la República Argentina, en sus 200 años de vida, ha brindado muchos próceres a los cuales debemos nuestro reconocimiento eterno por su contribución a nuestro destino como país libre y soberano.

Una de esas figuras es, que duda cabe, la del Dr. Bernardino Rivadavia, hombre de armas, diplomático, reformador, y un gran estadista que llegó a ser nuestro Primer Presidente, cuando todavía constituíamos las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Militar con grado de Capitán del Regimiento de Gallegos, enfrentó al invasor inglés en 1806 y 1807. Figura fundamental de la Revolución de Mayo, fue designado Secretario de Gobierno y de Relaciones Exteriores en 1811, viajando en representación del Gobierno de las Provincias Unidas al Viejo Continente junto con Manuel Belgrano para conseguir el objetivo de ganar tiempo para consolidar la Revolución y prevenir una invasión. También se ocuparon en otra tarea no menos importante cual fue contratar a numerosos científicos europeos para que encabezaran una nueva revolución: la de la cultura y la ciencia, la de la creación de instituciones que marcarían el pensamiento de libertad de estas tierras para el resto del siglo.

A su regreso de Europa en 1820, el gobernador Martín Rodríguez lo designa Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, y es allí donde implementa reformas que quedarán para siempre como un sello de su visión modernista. La Bolsa de Comercio, la Universidad de Buenos Aires, el Museo Público de Buenos Aires, el Gabinete de Física, el Registro Oficial, las escuelas de campaña, las legislaturas, los cementerios, el registro estadístico y la Caja de Ahorro, son, entre otras instituciones importantes, el legado histórico que dejara el Dr. Rivadavia para nuestra Patria. De este período se recuerda al Dr. Bernardino Rivadavia por las máximas que acompañaban su gestión: "La publicidad es la mejor garantía de la buena fe de los actos, mayormente en aquellos cuya decisión está sujeta a una arbitrariedad necesaria". "No hay instituciones que contribuyan tanto a la civilización de un pueblo, como las que inducen entre los individuos respeto recíproco en manera y en expresiones". "La ilustración pública es la base de todo sistema social bien reglado, y cuando la ignorancia cubre a los habitantes de un país, ni las autoridades pueden con suceso promover su prosperidad, ni ellos mismos proporcionarle las ventajas reales que esparce el imperio de las leyes". Como podemos ver, todas máximas que hoy siguen siendo actuales y útiles para comprender nuestra sociedad, refrendando nuestros valores éticos y morales. Vuelve a Europa nuevamente como Ministro Extraordinario en 1825, para ratificar el tratado de cooperación y de no agresión con Inglaterra y vuelve al país en febrero de 1826. A su llegada es nombrado como primer Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Su gestión no fue fácil. Soportó una guerra con Brasil que se volvió impopular y que provocó una seria crisis económica y social. Se lo hizo responsable y renunció en julio de 1827. Se lo consideró entonces "traidor a la Patria" y tuvo que partir al exilio. Intentó regresar al país en 1831, pero el encono contra su figura continuaba y no se le permitió desembarcar a su llegada al puerto. Sus últimos años, perseguido e incomprendido, los pasó alejado de su querida República y falleció abandonado por su país y sus conciudadanos en Cádiz un 2 de setiembre de 1845. Sus restos fueron repatriados en 1857. Ya no se lo consideraba un traidor a la patria, sino lo que realmente había sido para nosotros: un patriota, un prócer y posiblemente el más extraordinario reformador que ha dado nuestra joven Nación. Señor Presidente: corresponde que citemos a Don Juan María Gutiérrez en su "Biografía del Dr. Bernardino Rivadavia" para que tengamos siempre muy en cuenta sus palabras, para que comprendamos que la Historia Argentina, la de nuestros próceres, es la que ha forjado nuestro destino como Nación, y por ello no podemos olvidar a los que la hicieron, con su esfuerzo, con sus aciertos y sus errores, pero por sobre todo con el espíritu de grandeza que caracterizó a todos esos grandes hombres por encima de todas las vicisitudes. Dice Juan María Gutiérrez: "Los hombres notables de la revolución argentina de quienes nos separan el tiempo y la muerte, soportan bajo sus humildes sepulcros el doble peso de la losa y de la indiferencia... El viento de nuestras querellas ha llevado en pedazos a nuestros viejos próceres. Es preciso buscar la huella de sus pasos en los caminos del destierro, en el pavimento de las cárceles, en la sombra triste a donde les confinó la injusticia ajena a los propios desengaños.

Es necesario lavar de sobre ellos las manchas de lodo con que les salpicó el carro revolucionario, separar sus mutilaciones, colocarles en dignos pedestales, a fin de que la juventud les venere y se estimule al bien para no ser bastarda de tan noble genealogía. Son estas, sin duda, las consideraciones que han inspirado el pensamiento de formar la presente galería de hombres célebres del país, entre los cuales se coloca con justicia en primera línea a Don Bernardino Rivadavia" La figura de Don Bernardino Rivadavia merece el homenaje, no solo de este Honorable Cuerpo, sino de la Nación entera. Por ese motivo este Proyecto de Declaración viene a tratar de rescatar en parte su olvidada figura y no dudamos que será igual el espíritu de nuestros pares que habrán de acompañarnos con la aprobación del mismo.