PROYECTO DE TP
Expediente 6388-D-2013
Sumario: RENDIR HOMENAJE A SALVADOR ALLENDE AL CUMPLIRSE 40 AÑOS DE SU MUERTE, PRODUCTO DEL GOLPE MILITAR QUE LO DESTITUYERA.
Fecha: 11/09/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 130
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir homenaje a Salvador
Allende al cumplirse 40 años de su muerte, producto del golpe militar que lo
destituyera.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Al cumplirse 40 años de la muerte
de Salvador Allende, nuestra memoria nos hace presente el acto heroico del
presidente chileno con un arma en la mano y una decisión inquebrantable de
defender la democracia de su país ante la violenta conjura de las Fuerzas
Armadas. Corría el 11 de septiembre de 1973, día en el que la conspiración se
transforma en un artero y sangriento golpe de Estado que derroca al presidente
constitucional e instala y naturaliza en Chile, la muerte, la desaparición, la
tortura, el encarcelamiento, la persecución y el destierro de las fuerzas
populares de entonces.
Los golpistas fueron el emergente
de una derecha intrigante, solamente fiel a sus intereses íntimamente
vinculados a los beneficios y utilidades de los EEUU, expresada, entre otros, por
directores de empresas, propietarios de medios de comunicación y editorialistas
de El Mercurio. Esos sectores cometieron ataques institucionales, huelgas
insurreccionales y atentados terroristas que provocaron daños personales y de
infraestructura, con el claro objetivo de crear una situación de crisis y de
enfrentamientos destinados a disminuir la gobernabilidad de la gestión.
Contaron con la complicidad de sectores políticos partidarios, civiles, y con el
apoyo decisivo de Estados Unidos, que veía en el modelo chileno, al igual que
en el cubano, un freno a su política de dominación y un avance estratégico en
el ajedrez mundial de la Guerra Fría, de sus enemigos principales.
Como en otros países de
Latinoamérica los golpistas también se agruparon en organismos paraestatales
del tipo de las logias secretas, de las que participaron entidades patronales de
la industria, oficiales militares de alto rango, y el histórico diario de la oligarquía
"El Mercurio", para realizar desde la clandestinidad maniobras
desestabilizadoras.
Finalmente las Fuerzas Armadas,
con Pinochet a la cabeza junto con la Gendarmería y los Carabineros pusieron
fin al gobierno de Salvador Allende a los 1000 días de gestión.
Había llegado al gobierno en 1970.
El 4 de septiembre triunfaba con el 36% de los votos la Unidad Popular,
coalición que incluía desde los socialdemócratas hasta los comunistas. Al mes
siguiente, el día 24, Salvador Allende con el apoyo de la Democracia Cristiana
fue elegido Presidente por el Congreso. Llegaba al Palacio de la Moneda
después de tres fracasos electorales. Militante socialista, siempre actuó con una
amplísima concepción frentista de las fuerzas populares que se oponían a las
políticas del imperialismo y la oligarquía. Propuso una "vía pacífica" en
momentos en que su partido en el Congreso de Chillán de 1967, clausuraba la
vía institucional y optaba por llamar a la lucha armada.
Sus pilares se basaron en un
programa político tendiente a derrotar definitivamente a los grupos nacionales
de poder, aliados indefectiblemente con los intereses imperialistas, que sumían
a amplios sectores de la población en la pobreza y la exclusión. Era un
demócrata en su práctica política, respetaba a los partidos políticos como
expresiones de voluntad colectiva pero reconocía, por su experiencia y su visión
políticas, las debilidades de los acuerdos con partidos y agrupaciones del Frente
y la torpeza e irreflexión de los grupos más radicalizados.
Un ideario desafiante como el de
terminar con los monopolios, llevar a cabo una profunda reforma agraria,
controlar el comercio de importación y exportación y nacionalizar el crédito,
hubiesen requerido criterios homogéneos en su propia fuerza que el gobierno
de Allende no pudo lograr.
Aún así las primeras 40 medidas
de Gobierno incluían distintas premisas para la gestión gubernamental, entre
las que podemos destacar: la supresión de los altos sueldos a los funcionarios
políticos, de sus viajes fastuosos al exterior, así como el control de su
patrimonio. Ejecutó medidas como la Previsión Social para todos, jubilaciones
justas, protección a la familia, igualdad en las asignaciones familiares, mejor
alimentación para los niños, control del alcoholismo, alquileres a precios fijos,
reforma agraria, medicina gratuita en hospitales, becas para estudiantes,
control de la inflación, revisión de los compromisos con el Fondo Monetario
Internacional, eliminación de los impuestos a los alimentos de primera
necesidad, finalización de la especulación, obtención de trabajo para todos y
creación del Instituto Nacional de Arte y Cultura.
El proceso conocido como la "vía
chilena al socialismo", concitó el interés y el apoyo de sectores de todo el
mundo, en particular de los Países No Alineados, Cuba y el Bloque Soviético.
Chile junto a otros procesos de liberación nacional contra el colonialismo y el
neocolonialismo en Asia, África y América Latina confluyeron en la creación del
"Tercer Mundo", como una fuerza activa en el panorama internacional que
buscaba tomar distancia de los dos bloques en disputa en la Guerra Fría.
En nuestro país, en concordancia
con lo que sucedía en Latinoamérica asumía la presidencia el 25 de mayo de
1973 Héctor J. Cámpora, en un histórico acto que contó, entre otros, con la
significativa presencia de Salvador Allende y Osvaldo Dorticós, presidente de
Cuba. Meses después el general Perón retorna de su largo exilio y es elegido
presidente por tercera vez.
Los mil días del gobierno chileno
constituyen un proceso inédito de apertura política. Los partidos políticos, los
sindicatos, los cordones industriales y las juntas de abastecimiento y control de
precios unieron sus fuerzas para contrarrestar los intentos rupturistas del orden
constitucional.
El fatídico día del golpe de Estado
la Junta de Gobierno integrada por los jefes supremos de las Fuerzas Armadas
a través de una proclama emitida por la red nacional de radiodifusión,
informaba que debido a "la crisis económica, social y moral que está
destruyendo el país, el Sr. Presidente de la República debe proceder a la
inmediata entrega de su cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile
(...)".
A las 10:30 horas Allende recibió
un ultimátum mediante de una llamada telefónica en la que le decían: "O se
rinde o bombardearán La Moneda." No quiso dejar en su conciencia la muerte
de seis mujeres que lo acompañaban, entre ellas sus hijas. Pidió tres minutos
para que salieran. Se despidió de cada una por separado. Detrás de ellas
salieron diferentes colaboradores del Presidente.
Antes de la toma del Palacio de la
Moneda por los militares golpistas, el presidente emitió el que sería su último
discurso al pueblo chileno a través de radio Magallanes en medio de un
trasfondo audible de explosiones y disparos.
Dijo Allende: "Quizás sea ésta la
última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha
bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación. Mis palabras no
tienen amargura, sino decepción (...) Ante estos hechos sólo me cabe decirle a
los trabajadores: Yo no voy a renunciar. Colocado en un tránsito histórico,
pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que
la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos
no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos,
pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza.
La historia es nuestra y la hacen
los pueblos (...) La historia los juzgará (...). Sigan ustedes sabiendo que, mucho
más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde
pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡Viva el
pueblo!, ¡Vivan los trabajadores!
Éstas son mis últimas palabras,
teniendo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de
que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la
cobardía y la traición".
Lo que sucedió después del golpe
de estado se inscribe en las crónicas generales de las distintas dictaduras:
asesinatos, desapariciones, tortura, persecución, campos de concentración y
limitación de las libertades individuales.
La muerte del presidente fue la
antesala de la macabra Operación Cóndor, una confabulación organizada por
las dictaduras del Cono Sur para la detención, el intercambio y la eliminación de
sus opositores: los luchadores sociales de nuestros países
latinoamericanos.
Salvador Allende pagó con su vida
su profunda vocación democrática y su inquebrantable lealtad a su pueblo.
Previo al instante supremo con el que será recordado para la posteridad,
denunció las dimensiones de la traición y vaticinó con clarividencia el período
gris que se abatía sobre Chile. Sin embargo, en su conmovedora alocución final,
hubo lugar a la esperanza al anunciar que más tarde que temprano se abrirían
las anchas alamedas.
Por todo lo expuesto solicito a mis
compañeros me acompañen en este proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BRAWER, MARA | CIUDAD de BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |