La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su pesar por el fallecimiento de Wilmar Villar, un disidente cubano que se encontraba detenido en huelga de hambre, contra el régimen de Raúl Castro.

Señor presidente:

Wilmar Villar, preso político cubano, falleció tras permanecer durante 56 días en huelga de hambre contra el régimen de la isla. Es el segundo caso de un preso político que muere desde febrero de 2010, desde la ocasión que murió Orlando Zapata tras un ayuno de 85 días.

El disidente Villar, tenía 31 años, dos hijas, era católica y militaba la agrupación Unión Patriótica de Cuba. Tras ser detenido en noviembre del año pasado, por participar de una marcha contra el gobierno, fue condenado a cuatro años de prisión por desacato y resistencia a la autoridad. Por esa medida, dejó de ingerir alimentos en señal de protesta para poder recuperar su libertad, lo que deterioró su estado de salud gravemente, al punto de estar varios días en estado crítico en cuidados intensivos.

Para las autoridades de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Social, la responsabilidad principal en sentido moral y política recaen sobre el gobierno de Cuba por tratarse de una muerte evitable.

Desde la comunidad internacional, se manifestaron expresiones condenando el hecho y cuestionando duramente la continuidad en el régimen de Raúl Castro. Países como Estados Unidos y España solicitaron la libertad de todos los presos políticos.

La muerte de un disidente político tiene una representación simbólica que aleja a sus autoridades del respeto por los derechos humanos y de la vida.

Es por lo expuesto que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.