La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional disponga, a través de la autoridad correspondiente, implementar promociones regionales tendientes a la instalación de plantas liofilizadoras destinadas a la conservación y tratamiento de los alimentos, como metodología admitida en el Código Alimentario Argentino y ratificada en el Protocolo de Calidad para Preparaciones Culinarias Industriales Argentinas.

Señor presidente:

La liofilización es un proceso de deshidratación que bajo determinadas condiciones de atmósfera controlada permite extraer la humedad de un producto en más del 95%, conservando sus propiedades organolépticas y cualidades nutricionales intactas, a través de una forma de desecado en frío que sirve para conservar sin daño los más diversos materiales biológicos.

Dicho procedimiento de conservación está regulado en el Capítulo III "De los Productos Alimenticios", articulo 159, inciso c) del Código Alimentario Argentino y en el Protocolo de Calidad para Preparaciones Culinarias Industriales Argentinas aprobado mediante Resolución 479/2009 de la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA).

Una vez sometido a la liofilización, el producto se conserva con muy bajo peso y a temperatura ambiente manteniendo todas sus propiedades al rehidratarse. En el proceso primero se congela el material, y luego el hielo se elimina por sublimación. Se logran de esta manera objetivos fundamentales para el posterior manejo de los alimentos, como:

- Reducción del peso del producto.

- Disminución de los procesos de descomposición de la materia orgánica.

- Conservación de los productos con autonomía de la cadena de frio.

- Concentración de aromas y sabores.

De este modo, el primer impacto observado gravita sobre la reducción en los costos de flete y cadena de frio. Sin embargo, a nivel internacional, los productos liofilizados se cotizan por encima de su valor fresco en porcentajes que oscilan, según el caso, entre el 300% y el 1.200 %, llegando a cotizarse alguno de ellos como commodities.

Desde los primeros indicios en América que se remontan a la civilización incaica, pasando por los antecedentes más formales desarrollados en Inglaterra y Francia hacia fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la ciencia se abocó a la aplicación de la liofilización a productos farmacológicos, hasta su utilización en el año 1958 a la conservación de los alimentos, pero dado el alto costo del procedimiento sólo se lo aplicó en algunos lácteos, café y zumo de frutas.

En el ámbito local, la tecnología desarrollada en materia de liofilización de los alimentos viene siendo desarrollada exitosamente por el INVAP S.E por ajustarse a un criterio innovador, sustentable, barato y duradero, condiciones imprescindibles en los equipos y las plantas de liofilización argentinas al momento de salir a competir exitosamente con las mejores del Primer Mundo, y funcionar sin complicaciones en el Tercero.

Para ello, se verifican y evalúan los parámetros de liofilización en rigurosas pruebas de laboratorio que se ajusten a cualquier producto factible de ser sometido a este proceso. En tal sentido, INVAP también dispone de instalaciones y equipos que reproducen los detalles de una liofilización industrial en pequeña escala que permiten establecer los protocolos operativos que pueden conducir a ajustes en el diseño de planta para optimizar la producción de cada cliente.

Estos datos experimentales son imprescindibles para el diseño de cualquier instalación industrial, ya que las condiciones de liofilización varían entre límites muy amplios según los productos a conservar. Esto evita errores en la elección de equipos.

Una vez emplazadas, estas instalaciones requieren menos personal especializado y menos mantenimiento porque son más sencillas y robustas. Para instalar un equipo liofilizador de INVAP no se necesita una fábrica altamente equipada, sólo hay que tener gas natural, electricidad y agua. Se puede afirmar que los equipos de liofilización de INVAP contienen mejoras tecnológicas que los vuelven bastante más sencillos y fáciles operar y mantener que los de otras marcas

Hasta ahora, hay dos plantas liofilizadoras de este tipo en operaciones: la de Gaiman en la provincia del Chubut, Argentina que fue puesta en funcionamiento en 1999, y la instalada por la empresa Exportadora de Hortalizas S.A de Querétaro, México, importada desde nuestro país en el año 2003 y puesta en operaciones durante 2004.

Es oportuno mencionar que INVAP es una Sociedad del Estado creada en 1976, mediante un convenio entre la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina y el Gobierno de la Provincia de Río Negro, que desarrolla sus actividades sin presupuestos ni subsidios oficiales, por lo cual su práctica empresarial es idéntica a la de una empresa privada que vive de sus ventas y contratos en el país y en el exterior.

Sería venturoso propiciar la promoción del desarrollo de tecnologías como las realizadas por INVAP en otras regiones, con nuevos aportes a la industria de los alimentos que permitan agregar valor a sus respectivas producciones primarias. Los mercados no esperan y la tecnología avanza inexorablemente, por ello debemos proponernos avanzar junto a esa tecnología y no detrás de ella, para ser competitivos tanto en el mercado local como en el internacional. Asimismo, sería venturoso que las autoridades pertinentes formulen regímenes de promoción donde la incidencia tributaria en los costos de producción pase a constituirse en un factor secundario y no esencial.

Por las razones expuestas, señor Presidente, y por considerar estratégico para nuestro desarrollo regional la producción de alimentos conservados mediante el proceso de liofilización, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación de la presente iniciativa.