PROYECTO DE TP
Expediente 6185-D-2012
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LA DECISION DEL PRESIDENTE DE LA UNIDAD DE INFORMACION FINANCIERA DE DESPLAZAR A TECNICOS ESPECIALIZADOS EN INVESTIGACIONES ANTILAVADO, POR PERSONAL SIN EXPERIENCIA ALGUNA.
Fecha: 04/09/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 116
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar preocupación por la
decisión del Presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF) de
desplazar a los técnicos especializados en investigaciones antilavados y
reemplazarlos con militantes y familiares sin experiencia alguna.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Fue a uno o de a dos por vez, el
presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), José
Sóbatela, desplazó a los técnicos especializados en investigaciones antilavado.
Sólo queda un puñado testimonial. Y al resto lo reemplazó con militantes y
familiares sin experiencia alguna, según reconstruyó La Nación sobre la base
de testimonios de cuatro fuentes al tanto de lo ocurrido, documentos públicos
y privados, y un relevamiento del Boletín Oficial.
La politización de la UIF, que se agudizó desde el arribo de Sbattella, en
marzo de 2010, incluyó casos singulares, como el nombramiento de un
militante al que debieron pedirle la renuncia tras aparecer por televisión en
los disturbios causados por las barras bravas de River cuando el club quedó a
un paso de descender, en junio de 2011. Sin embargo, lo reincorporaron
cuando se diluyó el riesgo de un escándalo público.
"Hay una dinámica permanente de politizar el discurso, las acciones y al
personal de la UIF", lamentó una de las fuentes que aceptó dialogar con LA
NACION bajo estricta reserva de su nombre durante los últimos tres meses. ¿El
motivo? Luego de que este diario reveló el 20 de agosto la protección
brindada al vicepresidente Amado Boudou y al empresario patagónico Lázaro
Báez , entre otros, Sbattella y sus colaboradores amenazaron: "Por cada nueva
nota [que se publique] echaremos a dos empleados".
Hoy, con más de 250 personas que trabajan en la UIF, menos de media docena
son analistas profesionales, con experiencia en investigaciones sobre lavado.
El resto aprende sobre la marcha -por "ósmosis", como lo definió uno de los
informantes- o con cursos que reciben cuando ya están dentro de la unidad.
Más aún, esa capacitación sólo se imparte para "los nuestros".
Sin embargo, mientras por un lado se discrimina a parte del personal técnico
por razones políticas, por el otro se designan nuevos empleados también por
razones políticas o de parentesco con el propio Sbattella y sus principales
colaboradores.
Sbattella designó a la sobrina de
su mujer como secretaria, al marido de otra sobrina como director del área de
Seguridad y Sistemas Informáticos de la UIF, a una tercera sobrina como
encargada de la página web de la UIF y hasta a un sobrino en la Secretaría
General Ejecutiva. (LA NACION se reserva sus nombres por las características
de seguridad inherentes a la unidad anti lavado.)
Sbattella también trajo a varios de
sus ex colaboradores en el Instituto de Estudios Fiscales y Económicos (IEFE)
de La Plata. Entre otros, a dos vocales (uno de los cuales ya renunció), a un
analista y al encargado de Presupuesto y Pagos de la UIF, cargo que ocupa
gracias a que obtuvo una designación excepcional por carecer de título
profesional habilitante. Todos ellos, además, carecen de experiencia real en
temas antilavado, según verificó LA NACION.
La misma práctica se repite en el área más sensible de la UIF, la Dirección de
Análisis. Su director es Pablo Chena -que también viene del IEFE-; la segunda
a cargo es su hermana, y el tercero en la línea jerárquica es su cuñado, que
además se encarga de llevar adelante algunas de las "causas políticas" más
sensibles.
A ellos se suman cuatro casos notables. Son analistas de la categoría "C" en el
escalafón de la administración pública nacional. Tres carecen de títulos
profesionales. Una trabajaba en una panadería y junto con otro de los cuatro
también maneja "legajos con tinte político", como los caracterizó otro
informante. Y la cuarta, amiga a su vez de Sbattella, es ingeniera, pero en
pesca, por lo que también recibió una autorización excepcional en el decreto
de designación del Ministerio de Justicia "por no reunir los requisitos mínimos
de acceso" para un puesto de esa categoría.
De secretaria a coordinadora
Los vínculos con la esposa de
Sbattella, vocal en el Tribunal Fiscal de Apelación de la provincia de Buenos
Aires, también pesan dentro de la UIF. De allí llegaron la directora del área de
Asuntos Jurídicos, Mariana Quevedo, quien sólo va por las tardes y aún
concurre también al tribunal, más una vocal del Consejo Asesor de la Unidad,
y un empleado de la Secretaría General Ejecutiva por el que se pidió que lo
categorizaran con la letra "A", la más alta del escalafón y aun cuando hay un
solo profesional, en Análisis, con ese nivel. Al final lo encuadraron en el nivel
"B", cuando otros demoraron ocho o más años para conseguir esa
categoría.
Una discrecionalidad semejante
quedó expuesta al designar a cargo de las tareas de Coordinación Nacional -es
decir, la interacción estratégica con todas las áreas del Estado abocadas a la
lucha contra el lavado- a una ex secretaria privada de Sbattella, en tanto que
al frente del área de Supervisión de Obligados -qué sectores y profesionales
deben reportar operaciones sospechosas- se ubicó a un empleado de la AFIP
que es el marido de esa ex secretaria.
Sin embargo, el caso paradigmático acaso sea el de Carlos Federico Millet,
señalado dentro de la UIF como uno de los que ingresaron con un bombo a las
instalaciones junto a su entonces jefe directo, el secretario general ejecutivo,
Federico de Negri, para convocar a sus colegas de toda la unidad a participar
en un acto político de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con su
entonces aliado, Hugo Moyano.
Fanático de River Plate, Millet debió renunciar a su designación -también era
excepcional por incumplir los requisitos legales- el 23 de junio de 2011. Es
decir, lo echaron el día después de que un grupo de violentos ingresara a la
cancha durante el partido que su equipo perdió contra Belgrano, en Córdoba,
y quedó a un paso del descenso, que se concretó días después.
Millet apareció en unas imágenes de los desmanes, por lo que las autoridades
lo desplazaron, temerosas de que se detectara que trabajaba en la UIF, un
organismo que depende del ministro de Justicia, Julio Alak, aunque Sbattella
suele decir que tiene diálogo directo -por momentos incluso diario- con la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En el caso de Millet, sin embargo, la UIF volvió sobre sus pasos a medida que
el potencial escándalo quedaba atrás. Por ese motivo recontrataron al
militante del Ateneo Conciencia Nacional, que fundó Sbattella a principios de
los 90. Hoy trabaja en el área de presupuesto.
LA NACION intentó consultar a Sbattella por estas designaciones, y a Millet
desde el jueves, pero no respondieron las llamadas y mensajes.
Ya investigado por el juez federal Daniel Rafecas por el uso político de la UIF,
tras una investigación preliminar del fiscal Carlos Stornelli, uno de los
colaboradores de Sbattella ironizó en público sobre las consecuencias de su
actuación. Según dos testigos, bromeó: "Si seguimos así, vamos presos".
Los cambios más resonantes en la UIF
Sbattella reemplazó a técnicos por gente propia.
CASO
Los sobrinos
Un sobrino de Sbattella, tres
sobrinas por parte de su mujer y también el marido de una de ellas trabajan
hoy en distintos cargos dentro de la UIF.
CASO 2
Los platenses
Sbattella también convocó a cinco ex colaboradores del instituto IEFE de La
Plata; ninguno con experiencia en temas antilavado.
CASO
Los analistas
El director de Análisis convocó a
su hermana como número dos del área a su cargo y al marido de ella como su
tercero.
CASO
Un hincha fanático
Veinticuatro horas después de los incidentes en Belgrano-River, la UIF echó a
Carlos Millet (foto); cuando se diluyó el escándalo, volvió a contratarlo.
CASO
La ingeniera
Una de las nuevas analistas es
amiga de Sbattella e ingeniera, pero en Pesca, por lo que debió recibir una
autorización excepcional para entrar a la UIF.
CASO
Los fiscales
Tres colaboradores de Sbattella
llegaron del Tribunal Fiscal bonaerense, donde trabaja su mujer; una de ellas
todavía concurre al tribunal.
Del editor: por qué importa.
La UIF desnuda la cara oscura de
la militancia: convertir la impericia en ley. Un gobierno que vigila al turista
que compra un puñado de dólares vacía de expertos la unidad que investiga
los grandes delitos económicos.
Fuente: La Nación 1/09/2012
Por todo lo expuesto es que vengo
a solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LEGISLACION PENAL (Primera Competencia) |