La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1-Expresar su mas enérgico rechazo a la designación de Abel POSSE como Ministro de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, efectuada por el Jefe de Gobierno de la misma, Ingeniero Mauricio Macri.-

2-Señalar su marcada inquietud por las consecuencias que dicha designación puede traer aparejada en la formación de nuestros niños y jóvenes, atento la declarada adhesión del Ministro designado respecto del Terrorismo de Estado practicado por la última dictadura militar que asoló a nuestro país en los años 1976/1983.-

3-Manifestar su repudio por las declaraciones efectuadas por el señalado Ministro en el diario La Nación, en las que traduce una manifiesta actitud antidemocrática reñida con las condiciones mínimas que debe reunir quien aspira a ocupar en un Estado de Derecho un cargo de la trascendencia del que se le ha otorgado.-

Señor presidente:

El Sr. ABEL POSSE, fue designado por el Ingeniero Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la CABA, al frente del Ministerio de Educación de la mencionada Ciudad. Más allá de sus antecedentes profesionales, cabe destacar la profunda preocupación que deben generar a la sociedad en su conjunto, algunas de sus posturas relacionadas con el sentido de los Derechos Humanos y el respeto debido a los mismos. Posse supo reivindicar a la última dictadura militar, de cuyo elenco funcionarial formó parte, representándola como diplomático y adhiriendo a sus insostenibles postulados de terror, muerte y exterminio.

Resulta indudable que las concepciones que sostiene el señor POSSE impactarán en su función al frente del Ministerio de Educación del gobierno porteño. Es inevitable inferir que las mismas incidirán, de una u otra manera, en la educación de nuestros niños y jóvenes. Como así también en la familia que compone la comunidad educativa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con grave peligro para la preservación de los Derechos Humanos.

No es cuestión simplemente de que el señor POSSE se posicione en la vereda de enfrente del gobierno nacional. Lo importante es entender cuáles son los motivos por los que los sectores que él representa se oponen al Gobierno. A estos sectores, profundamente reaccionarios, lo que les molesta son las políticas de Estado que consideramos positivas (búsqueda del fin de la impunidad de los genocidas, reapertura de las causas judiciales contra los responsables de la represión ilegal, crecimiento y redistribución de la riqueza con inclusión social, formación de fuerzas de seguridad preventivas y no represivas, entre otras) y al oponerse a ellas, se opone a conquistas sociales y ciudadanas logradas en los 25 años de nuestra joven democracia y que claramente trascienden al accionar de este gobierno.

El señor POSSE no tiene empacho en afirmar que la inseguridad es consecuencia de la falta de represión. En consecuencia pide más represión, más gatillo fácil y participación de las Fuerzas Armadas en dichas tareas. Nos urge a volver al orden de los cementerios propio de las dictaduras que aplicaron en Latinoamérica la nefasta doctrina de la seguridad nacional (DSN).

Acusa a la Corte Suprema de Justicia de la Nación de ser un instrumento del caos y se lamenta de que ésta no adscriba a la teoría de los dos demonios. Es decir, POSSE nos propone volver al pasado más negro de la Argentina y sugiere que lo que necesitamos es más dictadura y autoritarismo, porque lo que ya hemos tenido no fue suficiente para escarmentarnos. No hace falta decir mucho más para justificar por qué vemos con horror que este personaje sea nombrado ministro de Educación del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o, para el caso, de cualquier otro gobierno elegido democráticamente.

Resultan por demás denostables sus últimas notas en el matutino referido, en el cual despliega todo tipo acusaciones contra el

actual Gobierno Nacional al cual ofende e intenta desestabilizar en forma constante.

Entre otras cosas, generadoras de vergüenza ajena, señala:

"Somos el país de las indefiniciones, aun en tiempo de crisis. La llamada oposición languidece ante el descaro de Kirchner y sus agentes en el poder. La intimidación paga. El pacto de resignación nos transforma en un país de inertes espectadores de la propia ruina. "Vamos cantando al suplicio", como escribió Rimbaud.

Todos registramos en una especie de archivo universal de la infamia el asesinato de Barrenechea, la excarcelación judicial del asesino de 17 años, la apropiación de los fondos de las AFJP, la proliferación de los narcos y de la droga infantil. Niños drogados que matan padres de familia. Todo lo registramos minuciosamente, día tras día, como los eunucos chinos del Celeste Imperio.

Todo se acepta; el aportante confiscado que creía en el futuro de una jubilación seria; el derrumbe de la Bolsa. Todo se asimila; nada lleva al grito y a la movilización de la inmensa mayoría, que actúa como víctima vejada cotidianamente por una minoría victimaria que se ha adueñado del poder y que tiene más ineptitud que resentimiento..."

Sus vinculaciones con el pasado lo dejan al descubierto y nos sirven como llamado de atención para no permitir que personajes como estos se encarguen nada menos que de la educación de nuestro hijos, o sea de nuestro futuro.

Esto ha quedado reflejado en situaciones publicas como la invocación que hizo el genocida Luciano Benjamín Menéndez -dueño y señor de la vida y de la muerte en el centro clandestino de detención y exterminio conocido con el nombre de 'La Perla'-cuando leyó en su defensa - previa al dictado de su tercera condena a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad-un artículo del nuevo ministro de educación porteño, ABEL POSSE, del cual el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército en tiempos de la última dictadura militar encontró como rescatable y digno de ser parafraseado su repudio al "terrorismo marxista", tal como el nuevo ministro lo expresa en la nota invocada por el represor.

Final del formulario

Poco antes de escuchar la sentencia que lo condenó -por tercera vez- a prisión perpetua, Luciano Benjamín Menéndez volvió a defender los crímenes de la dictadura. Con un discurso que reflotó el viejo libreto de "la amenaza comunista", frente a una sala de audiencias desbordada por los familiares de las víctimas, el represor alegó que en la Argentina "hubo una guerra" iniciada por "el terrorismo marxista". Menéndez respaldó la actuación de las Fuerzas Armadas ("en esa guerra teníamos que tomar medidas", dijo a los jueces) y para argumentar su defensa citó al nuevo ministro de Educación porteño, Abel Posse. "Bien lo dijo Abel Posse: ningún país repudió a su ejército por lo que le exigieron sus gobiernos", sostuvo, parafraseando una columna que Posse publicó esta semana en el

diario La Nación, en vísperas de asumir en el gabinete de Mauricio Macri.

Habida cuenta de la sistemática violación de los Derechos Humanos acaecida en la Argentina en tiempos demasiado cercanos, no puede menos que preocupar a esta H.Cámara de Diputados -la cual representa a quienes fueron víctimas y a sus familiares, entre otros- que alguien que se esfuerza en cometer una manifiesta apología del delito, y no de cualquier delito, sino de aquellos calificados como de lesa humanidad y como tales repudiados por la comunidad civilizada, sea designado al frente de la Institución que educará a las generaciones futuras de la Ciudad de Buenos Aires.

Por las razones expuestas solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Declaración.