PROYECTO DE TP
Expediente 6052-D-2014
Sumario: YACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCALES - LEY 26741 -. MODIFICACION DEL ARTICULO 8, SOBRE ACCIONES SUJETAS A EXPROPIACION.
Fecha: 07/08/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 97
El Senado y Cámara de Diputados...
YPF S.A Modificación Art. 8º, ley
26741
El Senado y la Cámara de
Diputados de la Nación reunidos en Congreso...
sancionan con fuerza de ley:
Art. 1º: Sustitúyase el Art. 8º de la
ley 26.741, el cual quedará redactado de la siguiente manera:
ARTÍCULO 8°.- Las acciones
sujetas a expropiación de la empresa YPF Sociedad Anónima, en cumplimiento
del artículo precedente, quedarán distribuidas del siguiente modo: el
CINCUENTA Y UN POR CIENTO (51%) pertenecerá al Estado Nacional y el
CUARENTA Y NUEVE POR CIENTO (49%) restante se distribuirá en forma
igualitaria entre todas las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Art. 2º: De forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto de ley propone
modificar el artículo 8º de la ley 26.741 con el fin que el 49% de las acciones
expropiadas se distribuyan igualitariamente entre todas las Provincias y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Consideramos que la modificación
del capital accionario de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Sociedad Anónima
(YPF S.A.) en un sentido federal e igualitario, es un paso necesario y
fundamental para que Argentina avance hacia una verdadera soberanía
energética en general y una soberanía hidrocarburífera en particular.
En cumplimiento con el art. 124º
de la Constitución Nacional, corresponde a las provincias el dominio originario
de los recursos naturales existentes en su territorio. En este sentido,
reconocemos los derechos que la carta magna establece para las provincias
que integran la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos
(OFEPHI).
Asimismo, sostenemos que todas
las provincias y CABA deben estar incluidas también en el 49% del capital
accionario correspondiente, en el convencimiento que todos somos parte de un
proyecto de Nación, en el cual la Política Energética es de vital importancia para
el desarrollo integral del país.
Las políticas de Hidrocarburos en
la Argentina deben debatirse y elaborarse como de Políticas de Estado,
trascendiendo diferendos sectoriales, políticos o jurisdiccionales. Debemos
trabajar mancomunadamente por una política sectorial de largo plazo, inserta
en la política global de desarrollo del país y de la Región.
Desde el Estado tenemos la
responsabilidad de elaborar y poner en práctica una política hidrocarburífera
activa, tomando en cuenta la significativa importancia y vinculación del sector
con las dimensiones del desarrollo sustentable: la Economía, la sociedad civil, el
Medio Ambiente y la Gobernabilidad.
Debemos asumir un compromiso
intergeneracional, e iniciar las acciones para el diseño de un Plan Estratégico
Hidrocarburífero Nacional, que profundice y sistematice los desafíos de largo
plazo con la participación de todas las provincias de la Nación. En este camino,
es necesario definir una hoja de ruta consensuada y multiactoral, que refleje
coherencia entre las acciones y definiciones del corto y el largo plazo; identificar
estrategias para implementar un programa de exploración y explotación
sustentable; aplicar de manera efectiva políticas de eficiencia energética,
seguridad y diversificación; invertir en investigación y desarrollo de nuevas
tecnologías para el sector; recrear el Banco Nacional de Desarrollo como fuente
genuina de financiamiento de parte de las inversiones del Sector; reforzar la
capacidad institucional para aumentar eficiencia en la gestión de políticas
hidrocarburíferas; avanzar en estrategias para la articulación y la integración
Energética Regional, entre otras líneas estratégicas.
La ley 26.741, sancionada el 3 de
mayo de 2012, declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el cincuenta y
uno por ciento (51%) del patrimonio de YPF S.A.
Desde el Partido Socialista
acompañamos la iniciativa, con la misma coherencia que en la década
neoliberal de 1990, nos opusimos a su privatización. No obstante,
manifestamos nuestra disidencia parcial respecto a diversos artículos, entre los
que se encuentra el punto referido a la participación de las provincias en el
capital accionario, la necesidad del control de la Auditoria General de la Nación
(AGN) a YPF, entre otros.
En este contexto, y desde el
convencimiento de la necesidad de debatir y reformular la concepción y
funcionamiento de YPF dado su estratégico valor para el desarrollo del país,
presentamos recientemente en el Congreso de la Nación el proyecto de ley
para incluir a YPF S.A. e YPF Gas S.A en el control externo por parte de la AGN
y de la Sindicatura General de la Nación, conforme lo establecen la Constitución
Nacional y las leyes que regulan el control (5559-D-14 Proyecto de ley:
Modificar el artículo 15º de la ley 26.741).
La creación de YPF en 1922,
durante un gobierno democrático y con la dirección y visión del General Ing.
Enrique Mosconi, marcó un hito de soberanía nacional en América Latina y un
motivo de orgullo para nuestro país. En esa primera década de desarrollo, YPF
tuvo un crecimiento y una expansión notable, lo cual le valió convertirse en
modelo de organización empresarial y de inversión estatal en la actividad
petrolera para el resto de los países del continente.
Como manifestáramos en el
Proyecto 5559-D-14, YPF ha sido la nave insignia de la soberanía argentina.
Alfredo Palacios, en los años 30, ya decía: "El petróleo es el nervio vital en la
economía de las naciones e interesa por eso a nuestro país de una manera
urgente y principal. Debe hallarse bajo la salvaguardia del Estado".
Al recorrer su historia, nos
encontramos con una política errática, de avances y retrocesos, que van desde
lograr el autoabastecimiento hasta convertirla en la única empresa de
hidrocarburos en el mundo que daba pérdidas. Luego, llegamos a la década de
1990 de la mano de las políticas neoliberales. Se privatizó o concesionó casi
todo lo que pertenecía al Estado: YPF, Aerolíneas, los bancos, YCF, el gas, las
rutas, los aeropuertos, los teléfonos, los ferrocarriles, los subterráneos, la
marina mercante, la energía eléctrica y hasta el agua. Era la "moda" económica
del Consenso de Washington y que, según sus defensores locales, nos
conduciría al Primer Mundo. En este contexto, Argentina fue el único país que
accedió, privatización mediante, a perder su soberanía petrolífera. Recordemos
que ni Chile privatizó el cobre, ni Bolivia el estaño, ni Brasil el petróleo.
Quiénes en ese momento nos
opusimos a tal desguace del Estado, fuimos acusados de nostálgicos, de
defensores de lo imposible, de utópicos o testimoniales que no entendíamos la
realidad política. Guillermo Estévez Boero advertía, marcando los contrastes
regionales: "Hoy, la Asamblea Constituyente del Brasil aprueba que todas las
riquezas del subsuelo, incluso el petróleo, son de propiedad del Estado y no se
pueden enajenar a compañías privadas y menos al capital extranjero. En un
país como Brasil que crece, mientras nosotros nos achicamos, no se piensa que
ser moderno es ser colonia extranjera. Se piensa que lo moderno es preservar
el interés nacional".
Con las mismas ideas y acciones
consecuentes que entonces declamaba este gran dirigente socialista, en el
2012 acompañamos la ley 26.741.
A más de treinta años de la
recuperación de la democracia y a dos años de la recuperación de YPF S.A.,
consideramos que existe una oportunidad para que debatamos el federalismo
del siglo XXI. Estaremos en condiciones de batallar contra las desigualdades
territoriales en la medida que adoptemos criterios federales y solidarios para
pensar, elaborar e implementar políticas de Estado.
Vivimos en un país con fuertes
disparidades territoriales para acceder a un empleo, a la educación, a la salud,
a una vivienda. Atravesamos un proceso de fragmentación; en nuestro territorio
se distribuyen escuelas y hospitales para ricos, y escuelas y hospitales para
pobres. Todo ello ocurre, en un país con condiciones naturales y humanas
óptimas para desarrollarse dadas las oportunidades que el mundo globalizado
ofrece.
La Argentina que queremos, y que
estamos trabajando para construir desde el Partido Socialista, es un país
verdaderamente federal. Trabajamos para que las economías regionales se
vean impulsadas y, con ello, la distribución geográfica del ingreso. Trabajamos
para que se revierta la reprimarización de la economía; para que podamos
industrializar cerca de los lugares de producción, agregando valor,
constituyendo cadenas que permitan la cooperación entre campo e industria, y
evitando que cada vez más pueblos y ciudades del interior sean abandonados
por su gente.
Trabajamos, también, por la
recuperación del autoabastecimiento energético y la diversificación de la matriz,
aprovechando los desarrollos de las energías alternativas.
Este es el horizonte económico
productivo al que apuntamos, y para el cual es necesario recrear el Estado
federal para que sea eficaz y eficiente y al servicio de la transformación social.
En este marco, consideramos que
YPF S.A. con participación igualitaria de todas las provincias y CABA en la
política energética, cristaliza una nueva etapa del federalismo con un proyecto
común de país. Proponemos un nuevo federalismo cooperativo cuya razón de
ser sea equilibrar las desigualdades con un criterio de solidaridad territorial.
Por todo lo aquí expuesto, solicito
a mis pares el acompañamiento de este proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CICILIANI, ALICIA MABEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
RASINO, ELIDA ELENA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
RICCARDO, JOSE LUIS | SAN LUIS | UCR |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
VALINOTTO, JORGE ANSELMO | CORDOBA | FRENTE CIVICO - CORDOBA |
ROGEL, FABIAN DULIO | ENTRE RIOS | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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