La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

La Honorable Cámara de Diputados de la Nación expresa su acuerdo con las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García- Margall, quien expresara respecto de la usurpación de Gran Bretaña sobre el territorio argentino de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y del Reino de España en Gibraltar: "Nosotros hemos estado siempre de acuerdo con Argentina en (...) en que las cosas en Gibraltar y las Malvinas son idénticas; en las dos se aplica el principio de integridad territorial y no el principio de autodeterminación y las dos se tienen que resolver por la vía de la negociación de las partes. Si se plantea en estos términos votaremos las resoluciones en favor de Argentina como los argentinos votarán en favor de España"

Señor presidente:

La República Argentina al declarar su independencia heredó los limites que el Virreinato de las Provincias Unidad del Río de la Plata poseía en 1810. Se aplicó el afamado uti possidetis jure 1810.

En 1825, Gran Bretaña reconoció la independencia de las provincias Unidas sin formular reserva alguna respecto de ninguno de los territorios que estaban bajo nuestra jurisdicción. Ese reconocimiento se realizó, pues, aceptando el uti possidetis jure 1810 que se consigna inicialmente.

Que no habiendo protestas previas, Gran Bretaña invade las Islas Malvinas el 3 de enero de 1833. Implantando a partir de esa fecha población de su nacionalidad y de otras nacionalidades, desplazando a la población nativa. Literalmente, expulsando a los pobladores argentinos.

La Resolución 2065 de la ONU insta a las partes a negociar sobre la base del otro gran principio que regula las relaciones internacionales y la descolonización: el de integridad territorial. Fue en 1965, durante las gestiones del presidente Arturo Illia, el canciller Miguel Ángel Zavala Ortiz y el embajador en la ONU Dr. José María Ruda.

Sin perjuicio de la citada resolución, Gran Bretaña no ha mostrado mayor voluntad de sentarse a la mesa de negociación. Postergando de forma indefinida cualquier tipo de tratamiento sobre el tema. Aunque vale recordar que en 1967 y en 1973 estuvo muy cerca de acordar un traspaso ordenado de la soberanía mediante el establecimiento de un período de transición. Situaciones diversas, alguna de responsabilidad argentina, frustraron esas negociaciones. No pueden omitirse los intereses de la Real Marina y alguna incidencia de la geoestratégica de la OTAN.

El Reino de España sufre desde 1713 la usurpación por parte de Gran Bretaña de una parte de su territorio: Gibraltar. En medio de la guerra intestina contra Cataluña, Londres intervino y aprovechó la celebración, en Utrecht, de un tratado de paz para arrebatar el peñón, como parte del dominio de océanos, mares y estrechos en el marco del imperio talasocrático que estableció en todo el orbe. En ese mismo tratado, sea dicho de paso, Londres logró la introducción de esclavos en el Río de La Plata. Ese tráfico tenía su puesto de subasta en lo que hoy es la Plaza San Martín de Buenos Aires. También, con Utrecht comenzó a agrandarse el contrabando pues España se vio obligada a aceptar el arribo de un navío inglés por año con mercancías, pero la astucia británica practicó lo impensado: ese navío descargaba de día y de noche era reabastecido - lejos del puerto, amparado por la oscuridad, con más mercaderías provenientes de buques no autorizados que se hallaban anclados en el río, alejados de las riveras. En los hechos, en lugar de un buque anual, llegaron productos ingleses como si en estas playas recalaran cincuenta navíos. Así comenzó la penosa destrucción de las artesanías, telares e industrias incipientes del Río de la Plata.

La historia y la identidad cultural unen la historia del pueblo argentino y el pueblo español.

Que el Reino de España sufre desde 1713 la usurpación por parte de Gran Bretaña de una parte de su territorio: Gibraltar.

En estos días es noticia mundial la tensa situación que vive ese territorio por acciones realizadas por la Gran Bretaña. Las autoridades del peñón están construyendo un arrecife artificial de modo de extender el territorio colonial y la jurisdicción marítima que se genera.

Es lógico establecer acciones coordinadas contra el mismo país colonialista en la Organización de Naciones Unidas. Somos dos pueblos mutilados territorialmente por idéntico agresor. No sólo es razonable actuar conjuntamente en la ONU. Todo indica a que así se haga. No practicar una estrategia en común sería inexcusable. E inexplicable.

Es menester reforzar el apoyo de la comunidad internacional a la causa de la recuperación de nuestras islas Malvinas. Esta acción conjunta con España abre las puertas de Europa para la causa de las Malvinas, así como refuerza la postura hispana en nuestra América.

Un pensamiento geopolítico coherente a nuestros intereses nacionales nos hacen ver con claridad la necesidad de buscar una estrategia común con aquellos que enfrentan una situación similar a la nuestra contra el mismo usurpador.

Son inequívocas las palabras del señor ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo. Sus declaraciones son explícitas: propone llevar adelante acciones coordinadas entre los dos estados. Ninguna diferencia comercial o de cualesquier otra naturaleza deben ser obstáculos para que la Argentina y España coactúen en la búsqueda del diálogo bilateral con Londres que conduzca a la reintegración territorial de sus respectivos países, concluyendo con los enclaves coloniales supérstites que son verdaderos puñales clavados en el sentimiento e intereses de los pueblos argentino y español.

Por lo expuesto, solicito la aprobación de esta Declaración.