La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más enérgico rechazo a la designación del Dr. Alejandro Marambio al frente del Servicio Penitenciario Federal.

Señor presidente:

Queremos dejar constancia de nuestro repudio y rechazo a su designación como Director Nacional del SPF.

En este sentido, nos hacemos eco de las manifestaciones de numerosas personalidades destacadas, del mundo académico y de la defensa de los derechos humanos; así como del GRUPO UNIVERSITARIO DEVOTO, del PROGRAMA UBA XXII - UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.

En este sentido nos parece importante rememorar qué fundamenta nuestro repudio.

Durante su gestión 2007-2010 se profun- dizaron viejas prácticas penitenciarias, como los casos de tortura y maltrato hacia las personas detenidas y se incrementaron sensiblemente los índices de violencia, lo que arrojó como resultado un mayor número de muertes en las cárceles, producto de la violencia institucional que legitimaba este señor.

También despierta nuestra preocupación lo que suceda de aquí en más con las distintas carreras de la UBA que se dictan en el Centro Universitario Devoto, Programa UBA XXII. Este Centro Universitario que ya tie- ne 27 años de historia y es pionero en el mundo en lo que es la universidad dentro de una cárcel. Nuestra preocupación está sustentada en el avasallamiento sufrido desde el año 2008 en adelante por parte del SPF, conducido por el entonces flamante director del SPF Marambio, quien ordenó una serie de embestidas para desarticular y quebrar la moral de los estudiantes, - basta recordar que en el año 2010 a raíz de unos su- puestos secuestros virtuales (a la fecha no comprobados y sin procesados), el SPF allanó las instalaciones del Centro Universitario Devoto en horario de clases, "apretan- do" a los estudiantes y docentes que se encontraban en las aulas-. Entre otras medi- das el SPF, al mando de Marambio, restringió la concurrencia a los cursos extracurricu- lares, apartando así a casi 200 internos del CUD, sin contar los daños que sufrieron las instalaciones del CUD, el secuestro de las computadoras de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, el hurto de distintos libros y demás materiales de estudio. Costó un año recuperar los cursos y la participación de los compañeros en las actividades de extensión universitaria.

Su política como Director Nacional del SPF generó el repudio de un amplísimo abanico de instituciones académicas, organismos de DDHH y organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y gremiales, que se manifesta- ron contra Marambio tanto en sendas marchas ante el Ministerio de Justicia de la Na- ción, como cuando quiso concursar para juez de ejecución -impugnado ante el Conse- jo de la Magistratura-, cuando pretendió dar una charla en la Facultad de Ciencias So- ciales, y cuando iba a participar de un seminario como panelista en la Biblioteca Nacio- nal.

Marambio es un claro exponente de las políticas más restrictivas y de avasallamiento de los derechos más elementales como acceder a la educación, al trabajo y condiciones mínimas de salubridad en las cárceles.

Durante la gestión de Marambio se repi- tieron muertes producto de violencia institucional. Nombró a un torturador en un cargo operativo y unió en Devoto a presos de buena conducta con los peores, hecho que provocó homicidios y decenas de heridos, fruto de la represión ordenada por el jefe del SPF. Dispuso condiciones de privilegio a ex represores detenidos y dificultó en cuanto pudo la labor de organismos de Derechos Humanos, además de nombrar a personajes nefastos en distintos cargos operativos de la fuerza a su cargo.

La Corte Suprema de Justicia aún analiza suspender los efectos de diversas resoluciones dictadas por Marambio en su gestión anterior porque impiden a los organismos de Derechos Humanos realizar su labor en las cárceles federales.

Todos recordamos el episodio que tramitó en la Justicia Federal de Morón, en el que fue citado a declarar por el hallazgo de un arma en la cárcel de Marcos Paz que tenía como supuesta finalidad asesinar al Procu- rado Penitenciario, Francisco Mugnolo. En su momento, Marambio se involucró sólo en la causa al declarar en los medios gráficos que "para qué lo van a querer matar si se está muriendo sólo".

En Julio de 2007 designó a Hugo Sbarde- lla al frente de la cárcel de Villa Devoto. Conocido como "el carnicero", Sbardella fue acusado de dejar ciego a golpes a un interno en el año 1998, tal como explicó una crónica de esos días. La causa penal prescribió tras un cuestionado cambio de carátula que pasó la acusación de lesiones gravísimas al benévolo "exceso en la legítima defen- sa". Sin embargo, el CELS, la Procuración Penitenciaria y varias ONGs consideraron inadmisible el nombramiento de alguien con esos antecedentes y lo denunciaron públi- camente, la noticia fue levantada por el diario Página 12: "Marambio dio marcha atrás, pero desde entonces se ha obsesionado con aquellos que mancharon su buen nom- bre", cerraba la noticia.

A los acontecimientos de Devoto se suma la huelga de hambre realizada por las presas con hijos de la unidad 31 en Ezeiza por los malos tratos recibidos y las condiciones de detención que padecen los menores; también en la otra cárcel de mujeres en Ezeiza, la unidad 3, hubo un incidente aún no aclarado con el cuerpo de requisa en el pabellón universitario. Por esto, hoy Marambio tiene causa judicial abierta en los tribunales federales de Lomas de Zamora.

El SPF es una fuerza de seguridad depen- diente del gobierno nacional que no ha realizado una autocrítica por su actuar durante la última dictadura militar. En ese marco Marambio prohibió la realización en el penal de Devoto de un acto en homenaje a los detenidos, asesinados y desaparecidos que pasaron por las cárceles federales de entonces, principalmente la de Villa Devoto. Homenaje sí permitido por Víctor Hortel, producto de esto la Dra. Claudia Cesaroni fruto de una larga investigación presentará un libro (Masacre en el Pabellón Séptimo) relacionado al mal llamado "Motín de los Colchones".

Caso Caggiano Tedesco: Carlos Caggiano Tedesco, era jefe del Distrito Militar Misiones durante la última dictadura militar, con- denado a prisión perpetua por la desaparición, torturas y muerte del ingeniero Alfredo González, quien era el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNAM cuando el 4 de marzo de 1978 fue secuestrado por un grupo de tareas. El re- presor esperó su juicio oral en la Unidad 17 de Candelaria; una colonia penitenciaria con mínimas condiciones de seguridad. Caggiano Tedesco inicialmente fue derivado a la enfermería de la unidad y luego alojado en la habitación del casino de suboficiales que se encuentra fuera del predio del penal, con el consentimiento de Alejandro Ma- rambio.

Por todo lo expuesto solicitamos a los diputados y diputadas que acompañen este proyecto.