PROYECTO DE TP
Expediente 6009-D-2008
Sumario: IMPUESTO A LAS GANANCIAS, LEY 20628: INCORPORACION DEL INCISO K) AL ARTICULO 87 (GANANCIA NETA OBTENIDA POR EXPORTACIONES AGROPECUARIAS, DEDUCCION DEL 50 % DEL GASTO POR COMPRA DE FERTILIZANTES).
Fecha: 24/10/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 150
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1°: Incorpórase como inciso
k) del artículo 87 de la Ley del Impuesto a las Ganancias, 20628, el siguiente:
k) De la ganancia neta obtenida por
explotaciones agropecuarias, el CINCUENTA POR CIENTO (50%) del gasto
total por compra de fertilizantes.
Artículo 2º: La Administración
Federal de Ingresos Públicos establecerá los requisitos que se deberán cumplir
a los efectos de posibilitar el cómputo de la presente deducción.
Artículo 3°: Lo dispuesto por la
presente ley entrará en vigencia desde el día de su publicación en el Boletín
Oficial.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El sector agropecuario ha sido, en
los últimos años, uno de los grandes impulsores del crecimiento económico de
nuestro país.
Este importante sector productivo,
ha logrado superarse año tras año, a pesar de las crisis, generando así
importantes ingresos por exportaciones con sus correspondientes aportes a las
arcas del Estado.
Este crecimiento nos enfrenta con la
posibilidad de obtener una cosecha de 100 millones de toneladas, debido no
solo ya a los cambios tecnológicos experimentados, sino también, al
incremento de la superficie de suelos cultivables el cual, avanza sobre
superficies que otrora se utilizaba con animales y en muchos casos sobre
suelos de baja estabilidad física y capacidad productiva.
Como producto de este fenómeno,
las voces de nuestros técnicos, investigadores, entidades e instituciones
especializadas del sector nos viene alertando, acerca de que, como producto
de la falta de una fertilización balanceada, los bajos niveles de reposición de
nutrientes del suelo y la progresiva pérdida de materia orgánica, nos dirigimos
hacia a una disminución considerable de la fertilidad de los suelos.
De continuar en este camino se
compromete seriamente la sustentabilidad física, ecológica y económica de la
mayoría de las explotaciones agrícolas del país.
La implementación de prácticas
culturales como la siembra directa, altamente eficiente en controlar la erosión e
incrementar el contenido de materia orgánica en la parte superficial del suelo,
no son suficientes para lograr una agricultura sustentable en el largo plazo.
La situación es más grave aún en
esta agricultura intensiva cuando la producción está basada en el monocultivo
de soja, que aporta al suelo escaso volumen de rastrojos y balance negativo de
la materia orgánica. Además, la incorporación de cultivos de segunda con esta
técnica torna más inestable el sistema de producción y agrava y acelera la
pérdida de nutrientes y por ende baja progresivamente la fertilidad del
suelo.
El alerta rojo está encendido y será
peor la situación si no implementamos rápidamente medidas racionales como
las rotaciones de cultivo para la recuperación de los suelos y la restitución de
fertilidad mediante fertilizaciones estratégicas.
Anualmente, Argentina exporta con
sus granos, millones de toneladas de nutrientes naturales extraídos de sus
suelos que no se recuperan de manera sustentable.
Diversos estudios muestran que
Argentina sólo para sus principales cultivos exporta anualmente junto con sus
granos, alrededor de 3.500.000 toneladas de nutrientes.
De esta cifra la soja, el motor y
estrella de nuestra agricultura es la responsable de casi el 50 % de esta cifra,
para la cosecha de la campaña 2002/2003 estimada en 34.000.000 de Tn.
Esto visto en términos estrictamente
económicos es una descapitalización del sistema.
A manera de información adicional
se ha elaborado el Cuadro Nº1.
Como puede observarse es muy
notable, el serio efecto que la extracción minera de nutrientes, tiene y tendrá en
el futuro inmediato de nuestros suelos.
Si bien por otra parte, la nueva
genética y la aplicación de fertilizantes ha ocultado el efecto degradatorio de los
nutrientes, en el caso del fósforo - que es un elemento poco móvil - la situación
es ya dramática.
De continuarse en el planteo
productivo actual, se estaría obligando a comprar y aplicar fertilizantes
industriales especialmente fosforados y nitrogenados para compensar
parcialmente la pérdida sufrida y sostener la productividad en niveles de
rentabilidad.
Por otro lado, es bien sabido que es
el sistema mixto de agricultura y ganadería, el que permite a los suelos,
particularmente a los pampéanos, un descanso con recuperación de nutrientes
de manera natural.
Si a este esquema le sumamos las
rotaciones diversificadas de cultivos agrícolas, implantación de verdeos,
pasturas con leguminosas y cultivos para abono verde, estaremos aumentando
la racionalidad y sustentabilidad del sistema productivo.
Si persistimos en un esquema
agrícola de monocultivo o muy poco diversificado, a pesar de los buenos
precios coyunturales y la situación favorable para un sector, la agricultura de
reposición que se sugiere en la necesaria aplicación de fertilizantes será
necesaria pero no suficiente para proteger el recurso.
Posiblemente, en los próximos años
este proceso podría exacerbarse y crecerán aún más las nuevas demandas por
"divisas frescas" para continuar forzando los pagos por los servicios de la
creciente deuda externa.
Sobre este escenario, nuestra
principal preocupación debe estar orientada a la racionalidad y sustentabilidad
de los sistemas productivos y, desde esta perspectiva, el cambio más relevante
esta asociado a la proporción de oleaginosos en relación a las gramíneas ya
que el uso del suelo con alta proporción de oleaginosas se encamina a valores
negativos de balance de carbono.
Al mismo tiempo resulta
fundamental establecer una adecuada programación de la fertilización, para
que la misma cumpla un rol estratégico en el esquema productivo.
El modo es insertándola en forma
eficiente en la rotación y adecuando las dosis a los niveles de extracción
producidos, especialmente los nutrientes con mayor respuesta económica.
Para ello, el conocimiento de los balances de macro nutrientes en los
principales cultivos, es una herramienta de gran utilidad para diagramar y
planificar las diversas estrategias de fertilización.
Ante este problema es necesario
que el Estado este presente, implementando políticas activas que marquen
horizontes que aseguren la sustentabilidad de nuestro sistema productivo.
Algunas pautas en este sentido para
una política de recomposición de la fertilidad de los suelos pueden ser entre
otras:
a.- La conveniencia de promover la
utilización de fertilizantes en fórmulas balanceadas entre la extracción y los
aportes de fertilizantes.
b.- Elaborar estrategias a los
efectos de promover la implantación en aquellos cultivos cuyo comportamiento
resulte más amigables a nuestro sistema productivo, tal como lo son el trigo y
el maíz.
Creo que sobre las ideas que se
han expresado precedentemente no es difícil ponerse de acuerdo. En el
análisis de la bibliografía observamos que los expertos en el tema han escrito
suficientes trabajos científicos, diagnósticos, y propuestas que nos liberan de
mayores análisis.
El punto central a discutir es el
costo que tendrá el Estado en el caso de que el productor pueda descontar de
su impuesto a las ganancias la mitad de la inversión efectuada en fertilizantes.
En los dos gráficos siguientes se
muestra el consumo de fertilizantes en Argentina y una supuesta proyección
del uso de la fertilización mínima sustentable para el 2010/2011 que
alcanzaríamos la cosecha objetivo de 100 millones de toneladas.
De los datos precedentes podemos
estimar que de ponerse en práctica la presente Ley, el costo fiscal para el
Estado oscilaría en un rango de entre U$S 207 millones y U$S 333
millones.
Estas cifras resultan mas claras si
pensamos que son solo el 8 % de las retenciones a las exportaciones que en la
actualidad se realizan al sector, que son de aproximadamente U$S 2.500
millones.
Si lo mensuramos en los beneficios
de la producción equivalen a obtener 80 kg/Ha mas de soja, o bien 160 kg/Ha
de maíz o bien 120 kg/Ha mas de trigo por cada hectárea cultivada a la que se
le aplicó una fertilización balanceada.
El aspecto que no debemos dejar
de considerar es la importancia que la fertilización tiene también para mejorar
en cantidad y calidad la producción de pasto.
Muchos trabajos nos demuestran
que mediante la utilización de la fertilización es posible lograr incrementos de
producción y calidad de los forrajes en pasturas, verdeos y pastizal natural
obteniéndose por esta práctica aumentos que van desde el 60 al 200 % en la
producción de carne o leche.
Debo destacar que la preocupación
por esta grave situación se ha visto expuesto en el Proyecto de mi autoría,
Expte. Nº 3257-D-2006, presentado el 14/06/2006 y reproducido como Expte.
Nº 2430-D-2008 el 20/05/2008. En virtud del fuerte incremento de los precios
internacionales en materia de fertilizantes, en el presente proyecto se propone
una deducción del 50 % (cincuenta por ciento). Asimismo, los datos y cuadros
expuestos corresponden a la fecha de presentación del proyecto original citado
de fecha 14/06/2006.
Por todo lo expresado en estos
fundamentos, es que se solicita el voto favorable para la aprobación de este
proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
FERRO, FRANCISCO JOSE | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
PRESUPUESTO Y HACIENDA (Primera Competencia) |
AGRICULTURA Y GANADERIA |