El Senado y Cámara de Diputados...

ARTICULO 1: Dispóngase la colocación de placas informativas escritas en Sistema lectoescritura Braille y/o gigantografía táctil en todos los refugios que actúen como paradas de omnibus en el territorio nacional

ARTICULO 2: El cartel emplazado deberá instalarse a la altura de 1,30 mts del poste que lo sostiene señalizando el número y nombre de la línea de colectivos, frecuencia, origen y destino final del recorrido.

ARTÍCULO 3: El Poder Ejecutivo Nacional deberá reglamentar la presente ley dentro del plazo máximo de ciento veinte (120) días desde su entrada en vigencia.

ARTÍCULO 4: Las disposiciones de esta ley son de orden público y se aplican a todo el territorio nacional.

ARTÍCULO 5°: Comuníquese al Poder Ejecutivo

Señor presidente:

La iniciativa del presente proyecto de ley viene a cumplir con lo prescripto por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, previendo la instalación de carteles en sistema braille y/o gigantografía táctil en las paradas de ómnibus, para evitar que las personas no videntes se enfrenten a diario con la exclusión y la discriminación. El espíritu del proyecto es favorecer la orientación de las personas con discapacidad visual evitando uno de los obstáculos más frecuentes con que se encuentran.

Crear contextos de respeto y entendimiento para con nuestros semejantes, como se intenta desde la identificación de espacios públicos a través de placas con Sistema de lectoescritura Braille o gigantografía táctil, es una condición necesaria para conformar una sociedad más justa, donde cada individuo con discapacidad visual pueda adquirir verdadera autonomía, sintiéndose realmente valorado, merecedor del reconocimiento que debe tener por el solo hecho de ser persona. Poder elegir, desenvolverse por sus propios medios, realizar sus trámites y efectuar gestiones sin obstáculos debe volver a ser un derecho, y no solo una garantía, de cada una de estas personas.

Es deber del Estado el promover la seguridad y autonomía de las personas discapacitadas, en el desarrollo de sus actividades cotidianas; resulta indispensable lograr el acceso a la información en espacios públicos para las mismas.

Desde las primeras etapas de la vida cualquier niño tiene acceso a todo tipo de escritos, formas y colores. Esta cotidianeidad de imágenes se encuentra ausente en el ciego; de esta forma, los diarios, carteles y avisos son inexistentes hasta que alguien más se los comenta y pone a su alcance. Mediante el uso del sistema Braille en las paradas de transporte público se fomenta la independencia de los no videntes, quienes ya no se encontrarían en la obligación de recurrir a otra persona, superando la situación de amplia desigualdad que la ley zanjaría.

La Constitución Nacional, en su artículo 75 inciso 23, establece que corresponde al Congreso "legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad".

La ley n° 26.378 donde se aprueba la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo propone "promover,

proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente". Su fin último es garantizar y preservar los derechos de toda persona con algún tipo de discapacidad, se funda en el reconocimiento de la dignidad y el valor inherentes al individuo.

Imbuidos de ese espíritu de fraternidad para con el prójimo, cualquiera fuere su condición, es que proponemos desde este bloque partidario el presente proyecto, que aspira a ser amplio, integral, y a promover condiciones de igualdad en la diferencia, y de justicia para todas las personas disminuidas visuales de nuestro país, que, mención aparte, conforman un número muy importante en nuestra población.

Motiva nuestra inquietud el hecho de que actualmente las ciudades y pueblos de la Argentina no se encuentran, en general, diseñados de forma inclusiva. Grafican esta realidad la existencia de calzadas irregulares, la escasez de semáforos sonoros, la ausencia, en muchos casos, de rampas en los cordones cuneta, entre otras muchas cuestiones que atentan contra un desarrollo sano y una digna calidad de vida de individuos con discapacidades.

Por lo expuesto, en consonancia con la necesidad de velar por la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos argentinos es que solicito a mis pares, me acompañen con su firma en el presente proyecto.