La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Realizar un recordatorio de los 45 años que el 12 de octubre pasado se cumplieron de la asunción a la Presidencia y Vicepresidencia de la Nación respectivamente, de los Doctores Arturo Humberto Illía y Carlos Perette, que concretaron una brillante gestión de gobierno, denostada en su momento por quienes deseaban su derrocamiento por el impulso de intereses sectoriales y mezquinos, y apreciada ayer y hoy por la amplia mayoría de los ciudadanos esclarecidos y honestos que aún hoy recuerdan esa eficaz gestión.

Señor presidente:

Siempre es grato recordar a dos hombres que dignificaron las mas altas magistraturas de nuestro país, como lo hicieron los Dres. Arturo U. Illía y Carlos Perette.

Durante ese gobierno, que le tocó desenvolverse en medio de los sordos enfrentamientos entre sectores peronistas y antiperonistas, existió división de poderes conforme a la Constitución Nacional; hubo plena libertad de expresión y reunión, sin un solo día de estado de sitio ni preso político ni gremial alguno a lo largo de su corta gestión.

Se levantaron las proscripciones políticas y a través de la Cancillería, la ONU obligó a Gran Bretaña a negociar por las islas Malvinas.

El presupuesto en Educación fue el más alto del siglo con el 24%, creándose el Programa Nacional de Alfabetización del Adulto. La acción más destacada de ese plan fue la creación de cientos de centros en todo el país, sin requerir la intervención económica del gobierno nacional, destacándose la colaboración y el apoyo del empresariado, de instituciones de servicio como el Rotary Club y otras de similar naturaleza, que cedieron lugares para la instalación de aulas y laboratorios, lo que dio lugar a la entrega a cada promoción de alumnos de certificados oficiales que los habilitaba para la continuación de sus estudios secundarios.

Se dictó la Ley del salario mínimo vital y móvil. El Producto Bruto Interno (PBI) y el Industrial fueron del 33% y del 18,9% respectivamente en 1964, y del 9,1% y del 13,8% respectivamente en 1965.

Se estableció el Plan Nacional de Desarrollo, se redujo la deuda externa y los niveles de desocupación del 8,7% en 1962 a 5,6% en 1965. Asimismo en todos esos años se registraron récords de de exportaciones de granos y amplia recuperación de los stocks ganaderos.

Fueron anulados los contratos petroleros, en cumplimiento de las promesas electorales votadas por el pueblo, y se incrementó la política hidroenergética nacional.

En materia de Salud, se dictó la Ley de Medicamentos (llamada Ley Oñativia en memoria de su mentor, el Ministro de Salud) -que fue derogada a los 5 días del golpe de 1966- que ningún gobierno posterior la repuso en su vigencia, y se efectuó la apertura del mercado agrícola a la República de China, medidas estas que resultaron el pretexto para el derrocamiento del gobierno quizás mas honrado que haya tenido nuestro país en el siglo pasado.