PROYECTO DE TP
Expediente 5939-D-2014
Sumario: ORATORIO DE LAS ORQUERAS, IGLESIA DE ANDACOLLO, CAPILLA Y RESIDENCIA DEL MAYORAZGO DE ANILLACO, IGLESIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE ANILLACO Y COMANDANCIA DE ARMAS DE FIAMBALA, DEL DEPARTAMENTO DE TINOGASTA, PROVINCIA DE CATAMARCA. DECLARANSE MONUMENTO HISTORICO NACIONAL.
Fecha: 06/08/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 96
El Senado y Cámara de Diputados...
Declárase Monumento Histórico
Nacional a construcciones situadas en la "Ruta del Adobe" ubicadas en el
Departamento Tinogasta, Provincia de Catamarca
Artículo 1°.- Declárase Monumento
Histórico Nacional, en los términos de la Ley N° 12.665 y sus modificatorias, las
construcciones que más abajo se detallan, insertas en la denominada "Ruta del
Adobe" que se estructuran como un sistema de lugares, de cincuenta y cinco
kilómetros (55 Km) de extensión, que une a las localidades de Tinogasta y
Fiambalá -Departamento Tinogasta-, trayecto enclavado sobre Ruta Nacional 60
y zonas adyacentes, que se incorporan, como conjunto monumental, a la
Iglesia de San Pedro (Fiambalá, Dpto Tinogasta) y a las Ruinas del Poblado
prehispánico de Watungasta (Fiambalá, Depto. Tinogasta), declaradas
Monumento Histórico Nacional por Decreto N° 106.844 de 28 de Noviembre de
1941, y por Decreto P.E.N N° 1145 de fecha 05 de Noviembre de 1997,
respectivamente:
-Oratorio de los Orqueras (El
Puesto, Dpto. Tinogasta)
-Iglesia de Andacollo (La Falda,
Dpto. Tinogasta)
-Capilla y Residencia del
Mayorazgo de Anillaco (Anillaco, Dpto. Tinogasta)
-Iglesia Nuestra Señora del Rosario
(Anillaco, Dpto. Tinogasta)
-Comandancia de Armas
(Fiambalá, Dpto. Tinogasta)
Artículo 2°.- La Comisión Nacional
de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, establecerá junto a las
autoridades del Poder Ejecutivo de la Provincia de Catamarca, la conservación
y/o restauración de las construcciones mencionadas en la presente ley, por
haber sido declaradas las mismas, Patrimonio Histórico Cultural mediante Ley
N° 5326 de fecha 19 de Mayo de 2011 de la Provincia de Catamarca
Artículo 3°.- Comuníquese al Poder
Ejecutivo
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La calificación como Monumento
Histórico Nacional debe asignarse a "...un inmueble de existencia material,
construido o edificado, donde tuvieron origen o transcurrieron hechos de
carácter histórico, institucional o ético espiritual, que por sus consecuencias
trascendentes resultan valiosos para la identidad cultural de la Nación, o bien
sus características arquitectónicas singulares o de conjunto, lo constituyen en
un referente válido para la historia del arte o de la arquitectura en la
Argentina..." y que "...Su preservación y presencia física -comprendido su
entorno- tiene por finalidad transmitir y afirmar los valores históricos o estéticos
que en ese bien se concretan..."
Esta clara definición, sostenida por
la autoridad de aplicación en la materia en la República Argentina, conforme a
los términos de la Disposición Nº 5, del 21 de octubre de 1991, de la
COMISION NACIONAL DE MUSEOS Y DE MONUMENTOS Y LUGARES
HISTORICOS, hoy dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, nos
llevan a proponer la presente iniciativa, pues la denominada "RUTA DEL
ADOBE", enclavada en el Departamento Tinogasta de la Provincia de
Catamarca, con una serie de edificaciones y construcciones que se levantan a lo
largo de un tramo de casi cincuenta y cinco kilómetros de extensión, sobre la
Ruta Nacional 60 entre las localidades de Tinogasta y Fiambalá, son fiel reflejo
de la identidad cultural de esos pueblos que durante siglos, se afincaron en
zonas inhóspitas, marcando dichas construcciones un conjunto arquitectónico
singular.
Justamente, un tradicional medio
gráfico argentino como Diario "La Nación", recientemente, en su edición
dominical del domingo 03 de Agosto de 2014, ha identificado a la RUTA DEL
ADOBE como una "memoria de nuestro pasado colonial...donde la historia se ha
escrito en barro", describiendo cual poesía, el valor cultural que encierran
dichas construcciones, en las palabras que siguen y que reproducimos para
fundar la presente iniciativa:
"...En Catamarca la historia se ha
escrito en barro. Al poniente, donde la provincia se recuesta contra las alturas
cordilleranas, el perfil de su tierra de tonos ocres se salpica con un ejército de
antiguas casonas e iglesias de adobe que resisten tozudamente el paso del
tiempo.
Construidas muchas hace más de
dos siglos, estas edificaciones son la memoria de una época que ya no está y
constituyen un patrimonio de altísimo valor cultural que en los últimos años se
ha convertido también en un rumbo atractivo para el turismo. Conocido
popularmente como la Ruta del Adobe, este rumbo serpentea entre viejos
pueblos a los que el barro centenario parece haber alejado para siempre del
progreso. Seguirlo es una maravillosa forma de vencer al olvido.
La Ruta del Adobe se extiende a lo
largo de algo más de 50 kilómetros de caminos de asfalto y ripio que se inician
en Tinogasta y finalizan en Fiambalá, dos de las ciudades más importantes de
la región occidental catamarqueña. Orillando poblados de casas bajas y gente
humilde, el circuito es muy fácil de seguir y puede hacerse sin inconvenientes
en un solo día.
´El adobe es un material de
construcción hecho a base de barro al que en ciertas ocasiones se lo mezclaba
con paja antes de moldearlo como un ladrillo y ponerlo a secar al sol. Fue
utilizado por las etnias aborígenes más avanzadas del noroeste argentino y
luego de la conquista española fue adoptado para las construcciones de la
época colonial, muy especialmente para levantar iglesias, capillas y ciertas
casas importantes, ya que se trataba de un material muy resistente que
permitía aislar muy bien al interior de las temperaturas externas, tanto de las
altas del verano como de las bajas del invierno´, dice Vicente, un
catamarqueño que hace bastante tiempo lleva y trae viajeros por los rumbos
del adobe. Los años lo han convertido en un invalorable guía turístico y la piel
de su rostro es como la de los muros de barro de estas tierras, bien oscura y
repleta de surcos que ha ido labrando el sol.
En quichua, Tinogasta quiere decir
reunión de pueblos. Su nombre refiere a su privilegiada ubicación geográfica,
justo en el centro del valle de Abaucán, que le ha permitido a lo largo del
tiempo ser el centro político y social de esta zona lindera a la cordillera andina.
Aquí, en esta ciudad de poco más de diez mil habitantes que marca el
nacimiento mismo de la Ruta del Adobe, es posible encontrarse con algunas
viejas construcciones de barro de enorme importancia histórica...Desde
Tinogasta, el camino del viejo barro sigue la dirección norte de la ruta nacional
60. Por su asfalto se llega hasta El Puesto, un villorrio en el que se levanta el
Oratorio de los Orqueras, una capilla consagrada a la Virgen del Rosario que
fue construida en adobe en 1747. Sus techos se sostienen con grandes vigas
curvadas de algarrobo y en el interior se puede apreciar una gran cantidad de
imágenes sacras llevadas a Catamarca desde las tierras bolivianas de
Chuquisaca.
´Este templo fue hecho por una
familia local muy tradicional, de mucho dinero y que era muy devota de la
Virgen. Al lado de la torre del campanario hay un museo que conserva algo del
mobiliario que pertenecía a la casa de esa familia´, explica Vicente, quien
también es creyente y guarda especial devoción por la Virgen del Valle, como
casi todos los catamarqueños.
A apenas cinco kilómetros de El
Puesto se encuentra el paraje de La Falda. Desde la ruta principal, un sendero
de tierra lleva hasta este sitio desolado al que el calor transforma en un infierno
en el verano y en el que la única postal destacada es la iglesia de Nuestra
Señora de Andacollo, una construcción de mediados del siglo XIX que combina
su estructura original de adobe con algunas molduras de cemento y cal
surgidas luego de que un movimiento sísmico causara daños en la estructura
del templo. Alrededor de la iglesia se extiende una geografía árida, mezcla de
arbustos bajos y médanos incipientes, cuyas arenas forman remolinos que
ciegan la vista en los días en los que sopla el viento zonda...
Siguiendo hacia el Norte, la Ruta
del Adobe ofrece al viajero su joya más preciada. En el minúsculo poblado de
Anillaco, solitario en medio de una geografía abierta a los cerros, se levanta la
iglesia de Nuestra Señora del Rosario, el templo más antiguo de Catamarca,
que fue construido íntegramente en adobe en 1712 por orden de don Gregorio
Bazán y Pedraza. Declarado desde hace dos décadas como Monumento
Histórico Provincial, posee muros de adobe de un metro de ancho y un techo
muy alto en el que se entrelazan maderas y paja. En el interior, al final de un
piso de tierra que apenas se ilumina con la luz que entra desde el amplio portón
de entrada, se erige un altar de barro que es considerado una pieza única de la
arquitectura sacra latinoamericana.
´No hay en ningún otro lado un
altar como este de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Está todo moldeado
en barro, todo trabajado con las manos sobre la pared misma de la capilla, dice
Vicente, que suele llenarse de orgullo al hablar de este sitio. Del color de la
tierra, la austeridad del altar es sólo ultrajada por un crucifijo, un par de figuras
de santos y una virgencita que, según agrega Vicente, fue traída desde el Alto
Perú en tiempos de la construcción de la iglesia. Pura sencillez.
Desde Anillaco, la ruta 60
mantiene su dirección al Norte y cruza varios badenes naturales formados por
los cauces inútiles de ríos, por lo que ya no corre el agua. Atravesando esta
zona de extrema sequedad, el camino llega hasta Watungasta, un sitio
arqueológico que guarda ruinas del período incaico. Según crónicas españolas
del tiempo de la llegada de los primeros conquistadores al noroeste argentino,
en este lugar había un fuerte hecho en adobe que servía de refugio para quince
mil bravos nativos, dispuestos para las guerras contra los invasores europeos.
De aquellos indios y de aquel fuerte hoy nada queda, salvo un recuerdo
difuso.
Finalmente, luego de dejar atrás
Watungasta, la Ruta del Adobe llega a la ciudad de Fiambalá. Justo sobre el
acceso a la ciudad se encuentra la iglesia de San Pedro, construida en 1770 por
orden de Domingo Carrizo de Frite, el principal terrateniente de la zona en
aquellos tiempos coloniales. Levantado con caña y barro, pintado totalmente
con cal, el templo cuenta con una larga nave, techo a dos aguas, un entrepiso
de madera en el que se ubicaba el coro y un altar de adobe integrado a sus
muros en el que se destaca la imagen de San Pedro, el patrono de
Fiambalá.
´Cerca del altar, en un atrio,
descansan los restos de Domingo Carrizo de Frite. Dicen que con sus restos
descansan también muchas de sus armas, porque era un severo capitán del
ejército colonial. Y dicen también que en algunas noches oscuras, en esas en
las que no hay luna, se escuchan en la iglesia los ruidos de esas armas, de las
espadas y las lanzas, arrastradas por el espectro del muerto que busca a su
ejército entre las tinieblas´, cuenta Vicente, enfatizando ciertas palabras con
una voz de leyenda.
´La gente de por acá dice que eso
del fantasma es real y no hay razón para no creerles´, añade el catamarqueño,
que siempre ríe con la boca bien abierta de dientes escasos. Para él, como para
tantos otros en estas tierras de tonos ocres, el viejo rumbo del adobe no
distingue mitos de certezas. Al poniente, bordeando la Cordillera, la historia del
barro se ha hecho con ambos..."
Queda claro, que el valor de la
tradición es un claro distintivo de esta RUTA DEL ADOBE que, enclavada en la
geografía tan singular del oeste catamarqueño, resguarda la integración entre
el hombre y la tierra, la relación entre la historia y la tradición, esa simbiosis
que la antropología intenta desentrañar entre el hombre, sus mitos y credos
ancestrales, erigiéndose dicha Ruta en un recorrido cultural fascinante, que
preserva un patrimonio histórico, arquitectónico y artístico de gran valor, un
verdadero museo al aire libre.
Por ello, en su oportunidad, la
COMISION NACIONAL DE MUSEOS Y DE MONUMENTOS Y LUGARES
HISTORICOS, supo rescatar dos sitios que integran este conjunto monumental,
declarándolos Monumentos Históricos Nacionales, como la Iglesia de San Pedro
(Fiambalá, Dpto Tinogasta) y las Ruinas del Poblado prehispánico de
Watungasta (Fiambalá, Depto. Tinogasta), declaradas Monumento Histórico
Nacional por Decreto N° 106.844 de 28 de Noviembre de 1941, y por Decreto
P.E.N N° 1145 de fecha 05 de Noviembre de 1997, respectivamente
Con esta iniciativa venimos a
realzar ese conjunto monumental, requiriendo que todas las construcciones
arquitectónicas de adobe que hemos destacado, se integren al inventario
patrimonial, para resguardar esa rica historia, que hoy llama al asombro y a la
admiración, por parte de las nuevas generaciones
Por los motivos expuestos, solicito
a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BRIZUELA DEL MORAL, EDUARDO SEGUNDO | CATAMARCA | FRENTE CIVICO Y SOCIAL DE CATAMARCA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 2867-D-16 |