La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación por el cierre de más de 120 plantas frigoríficas en los últimos dos años, dejando alrededor de 12.000 obreros del sector sin trabajo, y por el reciente cierre definitivo del Frigorífico Swift ubicado en la localidad santafesina de Venado Tuerto, por los problemas que atraviesa el sector .

Señor presidente:

De acuerdo con diversos informes privados, en los últimos dos años cerraron en la Argentina más de 120 plantas frigoríficas y alrededor de 12.000 obreros del sector perdieron sus puestos de trabajo.

El último ejemplo, es el del Frigorífico Swift ubicado en la localidad santafesina de Venado Tuerto, de la firma de capitales brasileros JBS, que cerró definitivamente sus puertas al considerar que no era rentable por los problemas que atraviesa el sector.

El titular de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, Alejandro Segna, afirmó a los medios de comunicación que "la crisis en el sector está plenamente instalada desde mediados del 2011, desde ahí los frigoríficos han decidido despedir personal y en otros casos cerrar plantas completas. En Santa Fe, con el cierre confirmado de la planta Swift, ya suman 5 mil los despidos."

Las industrias frigorífica y cárnica están en crisis. El stock vacuno ha disminuido. Los frigoríficos sufren las consecuencias de una falta de política agropecuaria planificada. En el último tiempo los despidos han sido masivos. Esto genera un desequilibrio en la población argentina. Millones de ciudadanos luchan por mantener su trabajo para mantener a sus familias.

Los factores que influyen son principalmente los problemas de stock, es decir la disminución de la hacienda, que tiene como consecuencia directa que a falta de materia prima los frigoríficos se vayan debilitando y cierren.

A su vez, la exportación restringida, es decir la selección discrecional de la asignación Cuota Hilton, que ha generado una baja importante en las exportaciones. Todo ello sumado a los precios de la carne en el mercado interno y a la caída del consumo interno de carne, que llegó en 2011 a 54 kilogramos por habitante, la cifra más baja en los últimos cincuenta años, según estadísticas del Instituto de Promoción de Carne Vacuna (Ipcva). Estas políticas públicas equivocadas han hecho de este sector un sector disminuido.

Una de las claves para que la industria de la carne pueda salir a adelante, es crear un programa de recuperación de stock ganadero, que hasta hoy ha perdido 12 millones de cabezas. Es un camino de recuperación muy lento, que llevará muchos años.

Por ello, resulta indispensable que se tomen medidas a corto, mediano y largo plazo para otorgar una solución real a esta crisis. Se necesita un plan integral que, a través de la acción adecuada y múltiple, y otorgando paliativos a los productores, logre poner fin a esta situación de conflicto, para dar continuidad y sostenimiento al trabajo y la producción.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto de declaración.