La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de la H. Cámara de Diputados de la Nación la Manka Fiesta, que tiene lugar en la localidad de La Quiaca, provincia de Jujuy, entre el tercer y cuarto domingo de octubre de cada año.

Señor presidente:

La Quiaca es una ciudad situada en el altiplano jujeño, cuenta con una población de aproximadamente 15.000 habitantes, dista 289 km de San Salvador de Jujuy. El acceso desde la capital provincial se logra por la ruta nacional 9, que atraviesa la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Es también una ciudad fronteriza con la población boliviana de Villazón, de la que sólo la separa el río La Quiaca. Se encuentra a 3442 metros sobre el nivel del mar y a 5.121 km de Ushuaia, la más austral de las ciudades argentinas.

El tercer domingo de octubre de cada año inicia en La Quiaca la Manka Fiesta, ritual de encuentro e intercambio comercial que se realiza desde tiempos inmemoriales y que reúne a diversos pueblos de la región andina.

Durante dos semanas, hasta la finalización del mes, La Quiaca se transforma en el corazón de la región, con visitantes oriundos de los más diversos puntos del noroeste argentino y el altiplano boliviano. La Manka Fiesta, o "Fiesta de la Olla" según denuncia su etimología, implica el levantamiento de innumerables "carpas" donde los feriantes exhiben sus productos.

A los participantes provenientes de los pueblos originarios, verdaderos protagonistas de esta fiesta ancestral, se suman miles de turistas que, año tras año, se suman a una de las festividades más antiguas que gozan de plena vigencia en nuestro país.

El mercado de los "carperos" se integra con el aporte de los alfareros y agricultores bolivianos, estos últimos ofrecen manzanas, tostados de maíz, habas, sococha y tojo. Los artesanos de la puna jujeña ofertan sus ponchos y tejidos de lana de llama, así como diversas variedades de papas. Las frutas disecadas, canastos y sombreros suelen ser el convite característico de los habitantes de los valles más cercanos.

Los platos típicos de la región representan otro atractivo: el asado de cordero, los picantes de gallina, lengua o mondongo, se enriquecen con recetas propias de los pueblos salteños o bolivianos. Todo ofrecido en modestos pero dignos "puestos" que en el día de La Manca, cuando se celebra la fertilidad de la diosa tierra, se ven colmados por quiaqueños, "carperos" de distintas geografías y turistas. Cabe señalar que la fiesta se extiende durante la noche con participación de músicos e improvisación de coloridos bailes.

El origen inca de la Manka Fiesta respeta el ancestral trueque entre los habitantes originarios de la región, sin excluir la compraventa. Los turistas, sin embargo, sólo pueden acceder a la mercadería ofertada mediante la compra, siendo habitual el "regateo" a fines de obtener un mejor precio por el producto pretendido.

La Manka Fiesta ya existía antes de la llegada de los españoles y la comunicación entre los distintos pueblos se lograba a través del Camino del Inca. Sobrevivió al paso colonizador y se mantiene hasta nuestros tiempos, como legado de una cultura otrora orgullosamente dominante.

La vigencia de esta ancestral celebración integra un patrimonio cultural e histórico valiosísimo que justifica sobradamente el acompañamiento solicitado a los integrantes de esta Cámara. Cabe señalar que la Cámara Alta, por iniciativa de la senadora Liliana Fellner (1) , ya se expresó en el sentido que propiciamos.

Es por lo expuesto que solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de Resolución.