La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su profunda preocupación ante la crisis del sector lácteo, consecuencia de las discrepancias entre los tambos y las usinas lecheras, que como resultado del cual ya se habrían desechado cerca de 150.000 litros de leche.

Señor presidente:

Por tercer día consecutivo, continúa el bloqueo a las usinas lácteas de Santa Fe, Córdoba y Trenque Lauquen (Buenos Aires), tras el fracaso de la reunión desarrollada ayer entre los trabajadores con el Ministerio de Economía. Las industrias reafirmaron su posición: no pueden pagar el aumento de la leche en tranquera.

Para los tamberos el costo que deberían pagar las usinas lácteas tendría que llegar a 1,80 pesos, aunque el precio ideal sería de dos pesos. Actualmente, las industrias pagan un promedio de 1,50 a 1,55 por litro de leche, precio que tienen desde hace dos años y "no se ajusta al ritmo de la inflación, por lo que los tambos trabajan a pérdida constante y van camino a la desaparecer", dijo a un matutino porteño Agustín Muller, productor santafesino.

En esa provincia bloquearon unas 25 industrias ya se habían arrojado, con pesar, alrededor de 140 mil litros de leche porque los tambos no pueden guardarlos más de 26 horas. En tanto, Julio Aimar advirtió que habían pedido la intervención en el conflicto por parte del Gobierno de Santa Fe que conduce Antonio Bonfatti.

Por su parte, la Mesa Nacional de Productores de Leche manifestó su "decepción", en un escueto comunicado, "por el incumplimiento de las promesas asumidas por las autoridades para atender las demandas del sector". "Ello a pesar de ser el gobierno, el único que puede dar soluciones en la actual coyuntura", aseguraron los tamberos.

En los últimos años, en Santa Fe quebraron cerca de 300 tambos.

También en la zona de Junín (provincia de Buenos Aires) existe un clima de profunda preocupación en el sector lechero, debido a los corrimientos de pagos por parte de la usina láctea que concentra la mayor cantidad de producción del partido. La gota que rebalsó el vaso fue el anuncio, por el momento verbal, que indica una baja de precios para el mes de agosto.

Fabián Cavallotto, quien además de presidir la Filial Junín de la Federación Agraria Argentina y está al frente de uno de los pocos tambos que quedan en la región, dio cuenta de la dramática situación que atraviesa al sector, al punto de que más de uno de sus exponentes está pensando en buscar su destino en otra actividad.

Cavallotto reveló que en su caso particular, el viernes pasado, "la fábrica a la que le entrego me avisó que me van a bajar el precio en pleno invierno, cuando nunca se tomó una medida de ese calibre en esta parte del año".

Agregó que "ya veníamos con casi nada de rentabilidad, y te podés imaginar si nos bajan los valores. Además, debido al precio de la soja nos están apretando con el razonamiento de que es preferible cerrar tambos y dedicarse a vender soja. Lo cierto es que por una cosa o la otra cada vez son más los tambos que se están vendiendo".

Deserción de tamberos

Lejos de las épocas en que era moneda corriente encontrar campos de ordeñe distribuidos con muy poca distancia entre sí, hoy se estima que los tambos abiertos no llegan a diez en el distrito. Al respecto, Cavallotto estimó que en esta zona "quedarán alrededor de siete", cifra mínima si se tiene en cuenta que en su momento de mayor esplendor llegó a tener más de 150 establecimientos. "Desde los noventa a esta parte, la desaparición se fue tornando progresiva y no dejó de tener constancia. Como está la situación, si no se le da una ayuda a la producción lechera es una posibilidad muy grande que no quede nadie en el sector", advirtió.

El dirigente señaló que "al productor se le está pagando entre $ 1,55 y $ 1,58 y ya están diciendo que la van a bajar a menos de $ 1,50. Uno como productor de años por ahí no se pone a sacar cuentas y sigue con la apuesta que viene desarrollando. En mi caso, somos la tercera generación familiar de producción lechera y queremos seguir. Entonces, si nos fijamos en los números seguro que nos vamos".

Tambo vs. góndola

Según dicen los productores, el litro de leche quedaría en valores imposibles de soportar cuando se habla que en agosto les bajarían unos 10 centavos por litro. Hoy la mayoría de los tamberos están negociando los pagos demorados que perciben de La Serenísima y aseguran no soportar una baja de precio cuando deberían estar percibiendo un aumento ya que hace más de un año que cobran lo mismo. También consideran que estos corrimientos ya son bajas en el valor de la producción.

La industria aduce que no puede sostener el negocio por diversas causas y los productores insisten que la brecha es cada vez más grande entre lo que perciben por producir y lo que le venden a la población el litro de leche en la góndola.

La semana pasada, varias usinas lácteas de Córdoba y Santa Fe, fueron bloqueadas por productores reclamando una recomposición en el precio y, según se anunció, están en un compás de espera hasta la semana próxima, plazo en el que esperan que las autoridades del gobierno nacional convoquen a las industrias para discutir la situación láctea.

Hace mucho tiempo que el precio de la leche en tranquera de tambo (cruda) está "planchado". Y al ser un producto perecedero, a los tamberos no les queda otra alternativa que entregar todo lo que producen porque de lo contrario la mercadería se pudre y hay que tirarla. Ante DEMOCRACIA, Fabián Cavallotto manifestó: "Hace un año que el precio de la leche cruda es el mismo y los costos se fueron por las nubes. Por eso la protesta a nivel país; las inversiones de la parte industrial fueron acompañadas plenamente con mayor productividad y calidad, pero sin embargo eso no alcanzó para salir de la crisis que afecta al sector".

Si bien hace unos seis meses se presentó como una herramienta a nivel nacional el nuevo Sistema de Pago por Calidad de leche -impulsado por industrias y el Gobierno- por el cual los tamberos hicieron fuertes inversiones para lograr mejoras en el precio, ahora denuncian que no mejoró en nada su liquidación final, siguen cobrando lo mismo o incluso menos que en 2011. Lo concreto es que desde principios de 2011, los productores vienen reclamando una recomposición en el precio de la leche en tranquera de tambo. El valor promedio que hoy está recibiendo el productor es de $1,50 por el litro de leche, cuando en mayo de 2011 el precio alcanzaba $1,55/l.

Los lácteos son muy importantes en la mesa de todos los argentinos, y vemos con profundo dolor que es, para muchas familias, un bien al que no pueden acceder tanto como lo necesitan. En este contexto resulta escandaloso - independientemente de la justicia o no de sus reclamos- que, como fruto de las discrepancias antes citadas, se haya desechado una cantidad equivalente de leche a lo que consumirían mil niños en un año.

Por todas éstas razones invito a los señores diputados a acompañarme con su firma.