La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través del organismo que corresponda, promueva medidas tendientes a concretar la creación de una ESCUELA DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA en la ciudad de Añatuya, provincia de Santiago del Estero.

Señor presidente:

Una política cultural que reconozca el vigor de nuestra tradición local y regional deberá propiciar el proyecto de creación de una "Escuela de Artes" en Añatuya.

La fuerte unión del santiagueño a su tierra, a su paisaje, a sus mitos y creencias; y, por otra parte, su visión de la realidad y su idiosincrasia permitieron la consolidación de una cultura propia poco influenciada en su esencia por factores extranjeros, tal como suele ocurrir en las grandes ciudades cosmopolitas.

En particular, el saber de Añatuya se expresa en la infatigable y poco reconocida producción de sus escritores, poetas, músicos, bailarines, pintores, ceramistas, tejedoras y en los ignotos artistas de monte adentro.

Todo este torrente creador, que enriquece la vida y embellece la dura realidad postergada por décadas de soledad sin apoyo oficial, necesita ser contenido y encauzado.

Los esfuerzos individuales tienden a morir y a desaparecer con quienes los generan, si no se les da continuidad con una formación técnica y científica institucionalizada.

Por otra parte, la descentralización de proyectos culturales propone a las provincias y municipios arriesgarse a desempeñar un rol protagónico activo en el desarrollo de su pensamiento y rescate de su creación cultural, e incorporar al mundo su libre visión de la realidad.

Una Escuela de Artes propiciará, a través de planes integradores, la investigación de las culturas originarias y de sus aspectos comunes con otras regiones; al mismo tiempo, contribuirá a la protección, fomento y difusión de las mismas y, fundamentalmente, fomentará la creación en libertad.

Añatuya cuenta con una rica y frondosa producción en el campo de la literatura con personalidades de trascendencia nacional como Homero Manzi, su hermano Luis Manzioni, Carlos Abregú Virreyra, Roberto Castro, los hermanos Salinas, Raquel Suárez, Margarita Pacheco, Claudio Gómez y Lisandro Amarilla entre otros. En la plástica, debe recordarse el desarrollo de talleres como el " Taller de Libre Expresión de Artes Visuales" del profesor Sánchez Gramajo del que surgieron Silvia Cignetti, destacada en la imaginería y restauración de imágenes, Jerónima de Leguizamón en escultura y cerámica, y las pintoras Brisa Albornoz, Elia Basualdo y Ana Contreras; además del "Taller Libre de Expresión Artística Arco Iris", dirigido por Juan Carlos Lesca y el "Gran Taller de Cerámica del Obispado " que condujo la ya nombrada Jerónima Leguizamón.

En un lugar destacado debe citarse al ceramista, dibujante, pintor, escultor y sobre todo luthier de instrumentos de cuerda, Virgilio Molina, formado en Buenos aires y que cuenta en su haber con numerosas exposiciones.

La ciudad posee dos museos privados: el de artesanías de Margarita Pacheco y el de arte indígena de Daniel Quiñones.

Desde comienzos del siglo XX, los diarios de la época dan cuenta del gusto por el teatro que se verifica en la ciudad ante la presentación de compañías porteñas de gran fama; inclinación que tuvo continuidad en el grupo de teatro "EL Principito" de la Escuela Florentino Ameghino, en el Taller de Cristina Ponce en el Instituto San Alfonso de Ligorio y, en otros grupos efímeros, que dieron orientación vocacional a las inquietudes de adolescentes y jóvenes sin contar con apoyo oficial alguno.

En el libro "Añatuya y su Cultura", publicada por la agrupación "El Umbral", se afirma que el fuerte de la producción artística del pueblo está en la música y en la danza. Numerosas academias de danzas folclóricas se han mantenido con el esfuerzo privado y municipal. Lo propio ha ocurrido con los conjuntos de música tradicional.

Sin dudas, estas expresiones de calidad artística y talento lograrían objetivos más altos y trascendentes si se enriquecieran con formación académica.

Un párrafo especial merece el "Festival de la Tradición de Añatuya" que, desde hace más de cuarenta años, es el más importante canal de expresión popular de esta región del noroeste santiagueño.

A lo largo se siete noches, jóvenes músicos cantan sus sueños junto a bailarines, escritores y artesanos que muestran sus producciones como esperanzas de un pueblo aguerrido, muchas veces frustrado.

En otro orden de cosas, las escuelas primarias y secundarias de la localidad, así como su Profesorado de Formación Docente, requieren de profesores con formación académica y títulos oficiales para dictar las cátedras de artes plásticas y musicales, aspecto que también resolvería la escuela de artes que se propone.

En síntesis, existen antecedentes, riqueza cultural y requerimientos técnicos más que suficientes para llevar adelante la iniciativa.

Sin dudas, una escuela de este tipo estimulará la formación de un ciudadano comprometido con la acción de hacer de sí un ser en el mundo con presencia y capacidad para mejorar lo que nos rodea en la belleza y en la ética.

Por lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.