La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Manifestar su consternación y pesar por el fallecimiento del escritor, ensayista, novelista, y docente Nicolás Casullo, autor de numeras obras y fundador junto a intelectuales del pensamiento nacional y popular de "Carta Abierta" .-

Señor presidente:

Se pueden comenzar con los fundamentos del presente proyecto de resolución indicando que Nicolás Casullo fue profesor titular e investigador en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Quilmes.- También miembro de la Comisión de Doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, y entre otras cosas director de la revista de cultura y filosofía "Pensamiento de los Confines".- Asimismo fue autor de los libros: "Comunicación, la democracia difícil" (1985), "El debate modernidad -posmodernidad" (1989), "Viena del 900, la remoción de lo moderno" (1990), "Itinerarios de la modernidad" (1994), "París 68, las escrituras y el olvido" (1998), "Modernidad y cultura crítica" (1998), "Sobre la marcha: política y cultura en la Argentina" (2004), "Pensar entre épocas" (2004), y las novelas "Para hacer el amor en los parques" (1969), "El frutero de los ojos radiantes" (1984) y "La cátedra" (2000).

Esta breve reseña, que dista de mostrar la envergadura de un hombre comprometido con la realidad argentina como ha sido Casullo, sirve solo de muestra.- Él ha sido uno de los creadores de "Carta Abierta", un "espacio de participación para la discusión y la intervención en las políticas públicas, en defensa de un gobierno democrático popular amenazado, preservando siempre la libertad de crítica." -

Supongo que nada como sus dichos, para tener una visión mas certera de este hombre sensible y brillante.- Asi decia.-

"Un ensayo nacional que conmovió mis huesos fue la novela, Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal. Recuerdo la tarde que la compré en 1963 en la librería Yanover, en Pueyrredón y Santa Fe. El poeta librero subió por la escalera y me bajó del estante mas alto un ejemplar de la edición original, así me lo señaló, que aún conservo. Fue una hermosa época de mi vida, entre los 17 y 18 años, largas conversaciones literarias, filosofantes, con mi padre y mi hermana mayor sentados en los jardines del fondo de la casa de Almagro, y ese solitario volver a leer y releer el Adán como si de pronto se hiciese la luz de lo que yo iría a ser en la vida. Seria eso me dije, esa escritura, esos giros, esos personajes, esas situaciones, ese mundo en el mundo incompartible con nadie, descifrante de todo. Seria escritor, novelista".-

Por todo lo antes expuesto solicito a mis pares su acompañamiento al presente proyecto de resolución.-