PROYECTO DE TP
Expediente 5767-D-2010
Sumario: EXPRESAR PESAR POR EL FALLECIMIENTO DEL MAESTRO LUIS F. IGLESIAS.
Fecha: 10/08/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 109
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su pesar por el fallecimiento del maestro Luis
F. Iglesias.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El pasado domingo 8 de
agosto murió "el maestro Iglesias". Así era conocido en ámbitos docentes quien en vida se
llamó Luis Fortunato Iglesias y cuyo pensamiento innovador y humanitario fue el faro que
orientó a varias generaciones de educadores argentinos y latinoamericanos.
Hijo de un matrimonio gallego
-el padre, herrero de mina; la madre, campesina-, Iglesias nació en 1915 en Tristán
Suárez, localidad bonaerense hoy integrada al gigante urbano que es el Área Metropolitana
de Buenos Aires, pero -por entonces- plena pampa habitada por agricultores y tamberos.
Desde pequeño se sintió tironeado
por dos vocaciones. Así se lo confió a Gerardo Ceriani durante una entrevista que le concedió hace
no mucho. Durante la charla, el anciano maestro contó: "En realidad, nunca supe bien por qué
ingresé a la escuela normal. En ese entonces, la Normal de Lomas de Zamora era para "gente bien"
que pasaba algunos años por la escuela y luego iba al Colegio Militar o a la Escuela Naval. Yo era
un caso raro. Creo que en mi vocación influyó mucho una maestra, Isolina Maffía, gran luchadora,
socialista, pacifista, gran lectora y propagandista del trabajo humano, que me inició en la inquietud
por lo social. Pero, en realidad, yo tenía una gran duda: no sabía si quería ser maestro o
escritor".
A renglón seguido, Iglesias
reconocía ante su interlocutor que jamás había resuelto esa disyuntiva; y esa indecisión suya fue un
verdadero aporte a la cultura argentina que hoy puede contabilizarlo entre sus más destacados
educadores y entre sus plumas más incitadoras del pensamiento y la reflexión.
Iglesias había egresado como
Maestro Normal Nacional en 1935. Comenzó a ejercer en una escuela urbana de Monte Grande y
luego en un establecimiento de su pago natal. En 1938 se negó a afiliarse al Partido Conservador y
las autoridades de entonces lo "castigaron" ordenando su traslado a la Escuela Rural Nº 11 de
Tristán Suárez.
Sus intolerantes censores de
entonces ignoraban que Iglesias sabría convertir ese castigo "en una apuesta a la vida, a la
niñez y a la sociedad, desde la escuela", tal como se consigna en un correo electrónico que
circula por estos días y que fue emitido desde el Instituto Nacional de Formación Docente
para dar cuenta de su fallecimiento.
Aquella escuela rural era un
rancho ubicado a dos leguas del pueblo y a ella concurrían boyeritos y otros niños iniciados
en diversas tareas de campo a muy temprana edad. Allí, Iglesias permanecería durante
veinte años como único maestro y desarrollando sus experiencias pedagógicas que, con el
tiempo, sistematizaría y difundiría a través de su obra escrita y de su contacto personal
con otros docentes.
A esa etapa de su vida
corresponden sus primeras innovaciones en materia de recursos didácticos como el laboratorio y el
museo escolar, los "guiones didácticos" y los "cuadernillos de pensamientos propios", en los que
cada uno de sus alumnos escribían e ilustraban sus ideas, experiencias de vida y sentimientos para
que luego el maestro los leyera, aportara su opinión y generara debates en el aula.
Pero la lectura no se limitaba a lo
escrito por sus chicos. En la escuela de Tristán Suárez ocupaba un destacado lugar la "Biblioteca
menor", sobre la cual Iglesias escribiría: "para los más chicos, es como un escaparate que ofrece
mercadería al público exponiendo las tapas policromas de los cuadernillos y libros. [...] A los niños
les gusta -¿quién no lo sabe?- elegir los libros por las tapas y las ilustraciones; con ello están
delineando el tipo de mueble que necesita la biblioteca infantil. Verlo todo con sus ojos, dar vuelta y
rebuscar todo con sus manos, son condiciones que es necesario respetar si de veras se piensa en la
formación del niño lector".
Para facilitar la
formación de lectores, Iglesias apelaba a algunas artimañas que revelaría en su "Diario de ruta. Los
trabajos y los días de un maestro rural". Dice en uno de sus tramos: "Les un capítulo de Platero,
'Juegos del anochecer', y lo saborean. Cambio al leer muchos vocablos: linyera por mendigo, rengo
por cojo... que me perdone don Juan Ramón. Tampoco uso la jerga andaluza, y digo: "-Mi padre
tiene una escopeta...(N del A: en lugar de ejcopeta)" Así, todo va bien. Les leo por leer, porque nos
gusta a todos. Antes les he prevenido que no hay que hacer ningún trabajo, sino que vamos a gustar
de una página sin intención alguna.".
Aquellas lecturas eran
disparadoras de polémicas entre sus alumnos que el maestro alentaba convencido de que "no hay
aprendizaje posible sin el respeto a la palabra del otro. En nuestra escuela los conocimientos se
adquirían de un modo vivencial. Utilizábamos el lenguaje cotidiano no solo para hablar, sino para
escribir. En "Viento de estrellas", que es una antología de creaciones infantiles, se puede percibir y
disfrutar el habla cotidiana, plena de belleza y cercana a las experiencias y a las emociones de los
niños".
Tenía razón el
maestro. En aquella antología en la que recopiló escritos de sus alumnos podía leerse que "Las
agujas del reloj dan vueltas y no se cansan." (Francisco Calvo, 8 años) o que hay "Preguntas sin
repsuestas: ¿Cuál es el último número? ¿Quién rompió la primera botella? ¿Cuándo se apaga la
luz, adonde va? (Albor J. García, 9 años) o "Yo voy a inventar un auto a vapor. Pero todavía no
hice nada."(Juan F. Tarragona, 9 años) o "El gato de mi casa, siempre duerme, come lo que se le
da y no come lo que no se le da."(Natalia Stepaniuk, 12 años).
Aquellos pequeños autores son
hoy septuagenarios. Tenían consigo esa carga de espontaneidad que siguió presente en los niños de
las generaciones siguientes -así lo demostraría años después el maestro uruguayo José María Firpo
en su libro "Que porquería es el glóbulo"- y se mantiene en las actuales camadas de niños y niñas
cuyas reflexiones son rescatadas tanto por sus docentes como por los medios. La diferencia es que
las voces de los alumnos de Iglesias fueron las primeras en ser consideradas y valoradas por los
adultos.
Como escritor, Iglesias fue autor
de las siguientes obras a cuyos títulos acompañamos con una breve referencia del propio
creador:
- La escuela rural
unitaria: "... es casi un 'diario', una especie de libro de bitácora de la escuela rural..."
- Diario de ruta: "...ha
recogido toda la belleza, la alegría y la complejidad del mundo infantil en los momentos más
precisos de su transformación y desarrollo..."
- Didáctica de la libre
expresión: "...metodología para la conducción del aprendizaje de la lengua en sus más difíciles y
delicadas funciones..."
- Aprendizaje vivencial de
la lectura y la escritura: "...no nos habla de encuadres, porcentajes, diagnósticos, instrumentos ni
variables: relata el trabajo diario y real en el aula..."
- Los guiones didácticos:
"surgieron como respuesta a la necesidad de conducción en la clase por siete caminos
independientes simultáneamente ".
En 1958 Iglesias ascendió a supervisor en los distritos
bonaerenses de Esteban Echeverría y San Vicente. Más tarde, accedió al cargo de inspector en jefe y
aún hoy es recordado por los estímulos que brindaba al personal docente.
También fue profesor universitario,
miembro del entonces Consejo General de Educación Bonaerense y asesor de la UNESCO. El
gobierno de México editó su libro "La escuela rural unitaria" y lo distribuyó gratuitamente entre
los maestros de todo el país, a la par que ponía el nombre de Iglesias a varias de sus escuelas.
Hubo también en Iglesias una destacada faceta: la de
militante por la escuela pública. Como tal, ente 1961 y 1977 dirigió el periódico "Educación
Popular" que difundían diferentes sindicatos docentes y que tenía entre sus colaboradores -según
evoca el pedagogo Rubén Cucuzza- a Olga Cossettini, Álvaro Yunque, José Pedroni, Leonidas
Barletas, María Teresa Sirvent, Alfredo Bravo, Yolanda Alberriaga, Delia Echeverri, Ovide Menin,
Pilar Ojeda, Berta Braslavsky y Telma Reca, entre otros.
A partir de 1985, su larga trayectoria es reconocida por
distintas organizaciones que le otorgan sucesivos premios:
- 1985: "Amigos de Aníbal Ponce" lo distingue
con la 11a. entrega de su premio anual.
- 1986: recibe el "Premio Konex de Platino",
otorgado por la fundación Konex (capítulo Humanidades, Educación, Maestros).
- 1988: la "Fundación Navarro Viola" le otorga el
1er premio de Educación.
- 1992: la "Fundación Ricardo Rojas-
Karakachoff"(ciudad de La Plata) le otorga Medalla de Honor "por su defensa de la Escuela
Pública".
- 1993: la comunidad educativa de la "Escuela
Normal de Veracruz, México", realiza numerosos actos en "Homenaje a la obra pedagógica del
Maestro Luis F. Iglesias".
- 1994: la Universidad Nacional de Lomas de
Zamora le otorga el título "Doctor Honoris Causa".
- 1994: el II Congreso Ibero-Americano de
Historia de la Educación Latinoamericana, celebrado en Campinas (Brasil), le otorga una plaqueta
de reconocimiento junto con los pedagogos Paulo Freire y José Lunazzi, como lo mejores
educadores vivos de América.
- 1995: en el "Encuentro Pedagogía '95", realizado
en La Habana (Cuba), donde asistieron 5.000 maestros delegados de toda América latina, se lo
nombra profesor titular adjunto del Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona" (diploma y
medallón de plata).
- 1995: El Instituto Pedagógico Latinoamericano
y Caribeño (IPLAC) lo designa profesor adjunto por su destacada actuación como educador en
Latinoamérica.
En 1993, cuando el gobierno de Carlos
Menem pugnaba por imponer lo que sería la tristemente célebre Ley Federal de Educación, vimos al
maestro Iglesias disertando en esta casa durante un acto de resistencia al proyecto oficial que se
realizó en el salón Auditorio con el auspicio del por entonces diputado Alfredo Bravo. Por entonces,
un cántico recorría las calles del país repletas de manifestantes que sostenían: ...la educación del
pueblo no se vende; se defiende".
Para finalizar esta evocación del
maestro Iglesias queremos rescatar una de sus reflexiones que, aunque destinada a los que hoy
siguen su tarea en las aulas, puede ser útil a quienes desempeñamos otras actividades. Dijo el
maestro: Yo he aprendido muchísima pedagogía leyendo a Mark Twain, Dostoievsky, Unamuno,
más que estudiando a Pestalozzi. No hay posibilidad de aprender lo educativo si uno no tiene una
visión humanística integrada. Esto no es una técnica. Un maestro que no lee no funciona."
Por lo expuesto, solicitamos la
aprobación de la presente iniciativa.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
BASTEIRO, SERGIO ARIEL | BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
EDUCACION (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
14/09/2010 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad con modificaciones en los términos del articulo 114 del reglamento de la H. Cámara como Proyecto de Resolución |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 1431/2010 - DICTAMEN CONJUNTO DE LOS EXPEDIENTES 5767-D-2010 y 5964-D-2010 | CON MODIFICACIONES; ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 29/2010 | 05/10/2010 |