La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación y rechazo ante la campaña iniciada por funcionarios del Gobierno Nacional para el eventual traslado de la Televisión Pública, del edificio especialmente construido para su funcionamiento en la Avenida Figueroa Alcorta y Tagle, ubicado dentro del corredor cultural de esa área de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

En los últimos días se ha desatado una indisimulada campaña en los principales medios concentrados para posicionar las intenciones oficiales de mudar las históricas instalaciones de Canal 7 a Tecnópolis, ceder la construcción ubicada sobre la avenida Figueroa Alcorta 2977 al Museo Nacional de Bellas Artes, y realizar operaciones inmobiliarias en el predio. Así lo confirmó el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi por FM Milenium, también replicado por el portal Infobae y profundizado por el diario Clarín, en nota por Patricia Kolesnicov el 25 de agosto pasado, entre otros. El funcionario señaló que con el traslado de la TV Pública, el Gobierno planea alejar hasta Tecnópolis (ubicado en Villa Martelli), el principal polo de producción y comunicación audiovisual público, alejándolo del proyecto integrador de un gran corredor cultural con eje en la Avenida Figueroa Alcorta.

Cabe aclarar que es el único edificio con el que contamos en la Argentina construido especialmente para ser Canal de Televisión.

Mientras la Comisión Interna y los trabajadores del Noticiero de la Televisión Pública denuncian que en paralelo otros funcionarios de la emisora estatal generan declaraciones y decisiones que enunciarían un estado de descontrol y desuso de las instalaciones para justificar su eventual traslado a Tecnópolis, en una eventual situación de desguace y pérdida irreversible de sus capacidades edilicias, técnicas y profesionales, la nota de Clarín alude a un “deseo presidencial” avalado por sectores del Gabinete.

Resulta evidente que la inversión pública realizada por sucesivos gobiernos para poner a Canal 7 y a la Televisión Pública en condiciones técnicas y operativas del primer nivel en la República Argentina, corren peligro.

No es lógico entender por qué un corredor cultural sobre la Avenida Figueroa Alcorta deba ser “de las artes” en pleno siglo XXI, donde la convergencia multimedia y multiplataforma tiene como protagonista al arte en todas sus acepciones y fundamentalmente al audiovisual argentino.

Entendemos que todo contenido que circula en las múltiplataformas, multimedia, streaming, música, imágenes y sonidos, podcast, literatura, videojuegos, animaciones y demás expresiones y formatos de distribución, distribuyen o son en sí mismas producciones culturales y artísticas.

Por lo tanto, el corredor conformado por la Televisión Pública, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, el ex predio Municipal de exposiciones actual Centro de Convenciones en obra, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, el Centro Cultural Kirchner y la Cada Rosada con su Museo del Bicentenario y recorridos diversos, tienen además un fácil acceso al público, están de cara a la Ciudad de Buenos Aires y al público que llega desde todo el país.

Conforman todos ellos y los por venir un corredor de identidad, de modernidad y de libre acceso a la cultura, a las nuevas tecnologías y a la comunicación. Y dejan en claro el concepto que tenemos los argentinos de la Cultura, el Arte y la Comunicación y el rol que el Estado Nacional debe de tener en la construcción de identidad. La presencia del Canal Público en esa ubicación da justamente el carácter de simbiosis entre la producción cultural, audiovisual y la comunicación con sus públicos. Es un claro concepto de la utilización de las herramientas tecnológicas al servicio de la comunicación entre nuestros artistas y su público. Es esa la modernidad a la que apelamos ¿Cuál es la modernidad invocada por los funcionarios de gobierno? ¿La que pretende dar sentido a la disposición de valiosos terrenos con una mirada inmobiliaria bajo el manto de “racionalidad planificadora”? ¿A qué racionalidad responde?

No podemos ser indiferentes a intentos de debilitamiento evidente del canal del Estado, (como vienen sucediendo también con radio nacional bajo el aval de Radio Televisión Argentina SE), a la par que habilitar un negocio inmobiliario de carácter multimillonario, con la liquidación de un patrimonio tangible e intangible de toda la sociedad, que implicaría un costo desmesurado, sin asidero desde lo comunicacional, periodístico, televisivo y profesional.

Porque, como afirman los trabajadores del Canal, la comunicación pública es derecho inalienable a una información plural y democrática, este derecho también es cultura, y no tiene precio, es que solicito a mis pares que acompañen la aprobación del presente proyecto de Resolución.