PROYECTO DE TP
Expediente 5679-D-2014
Sumario: IMPUESTO AL VALOR AGREGADO IVA - LEY 23349 -. MODIFICACION DEL ARTICULO 28, SOBRE REDUCCION DE LA ALICUOTA EN SEMILLAS Y PRODUCTOS FITOSANITARIOS.
Fecha: 17/07/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 88
El Senado y Cámara de Diputados...
REDUCCIÓN DE ALÍCUOTA DE IVA A
SEMILLAS Y PRODUCTOS FITOSANITARIOS
Artículo 1.- Incorpórese al Artículo 28
de la ley 23.349, texto ordenado por decreto 280 de 1997, de impuesto al valor
agregado, dentro del inc. a), los siguientes puntos:
8.- Semillas de cereales y oleaginosas,
forrajeras, verduras, hortalizas y otras semillas de reproducción vegetal. Las
mismas deberán estar inscriptas y reconocidas legalmente por el INASE (Instituto
Nacional de Semillas).
9.- Productos fitosanitarios de banda
verde inscriptos en SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Alimentaria).
Artículo 2.- De forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La economía del país está asentada
en la exportación de commodities, de los cuales la soja es uno de los mayoritarios.
Trigo, maíz, sorgo y girasol, en mayor o menor medida, también componen el
sustento de los ingresos del Estado a través de las retenciones, mientras que en
las economías regionales reside la posibilidad de mantener la actividad en el
empobrecido interior de nuestro país. En los últimos tiempos se han producido
modificaciones en las condiciones económicas que enfrentan quienes día a día
planifican y llevan adelante estas producciones. Sin embargo, en el convencimiento
de que los actores del sector agropecuario son todos iguales, tanto para organizar
sus inversiones como en su capacidad de respuesta a las dificultades que conlleva
su actividad, el gobierno nacional está dejando pasar el tiempo sin actuar y de esa
manera deja librados a su suerte a los pequeños y medianos productores, que
constituyen la mayoría de los que aún viven en sus campos y son responsables de
su propia explotación.
Las condiciones no están siendo
favorable a los productores y esto puede terminar produciendo otra oleada más de
explotaciones abandonadas y en consecuencia, una mayor concentración del
sector. La actividad se viene resintiendo en los últimos tiempos, situación que está
originada por un lado -y en gran medida- por la lógica inflacionaria que muestra el
actual modelo económico y coyunturalmente por los bajos rindes de la campaña
2013/2014, producto de las lluvias que alteraron el desarrollo fenológico de los
cultivos.
Esta es una realidad innegable. En el
caso de la soja, el último reporte del servicio GEA de la Bolsa de Comercio de
Rosario (1) realizó un balance de las situaciones climatológicas que terminaron
con 1,5 millones de toneladas menos respecto a la cosecha estimada. Resumiendo
lo que fue una campaña llena de dificultades: el ciclo comenzó en octubre sin
reservas de humedad, en diciembre la ola de calor extremo fue récord: duró 16
días y no tuvo precedentes. En enero siguió el calor. En los primeros días de
febrero apareció un escenario opuesto: en menos de 48 horas cayeron 400 mm
que anegaron el nordeste bonaerense. En esa área el agua dejó 900 mm en los
primeros 100 días del año. "Malezas resistentes, explosión de bolillera y
enfermedades; faltó radiación y piso para los controles; hubo pérdidas por
anegamiento y, durante la cosecha, bajo amenazas de nuevas lluvias, fue muy
difícil de transportar el grano por los problemas en los caminos", señalaron los
especialistas del GEA. Nosotros agregamos que si se cuentan los volúmenes de
producción, igual se notará un incremento, pero ello es consecuencia de la mayor
superficie sembrada y que el Este de Córdoba no sufrió grandes daños climáticos,
porque en el país se perdieron 135 mil hectáreas por anegamiento y bajaron los
rindes de soja de primera en el sur de Santa Fe.
Sin embargo, es en la estructura de
costos fijos y variables de las explotaciones agropecuarias donde se están
presentando las mayores dificultades a la hora de planificar una nueva campaña.
Los valores de los servicios y sueldos que deben erogar quienes trabajan su tierra
o la de terceros se viene incrementando sin pausa, lo que hace que tener un
margen de ganancia al final de la campaña dependa exclusivamente de buenos
precios internacionales y de un rinde excepcional, que como veíamos, no es lo que
está sucediendo en todas las regiones del país. Capítulo aparte merece el
combustible, que sigue siendo uno de los mayores componentes del costo de
producción y en estos momentos ha superado el 100% de aumento en menos de
24 meses.
No es ajeno a cualquiera que aborde
la situación general de la producción agraria en Argentina que este diagnóstico
realizado para la producción más estable y rentable como es la soja, se reproduce
con las demás producciones agropecuarias. Los menores márgenes económicos
afectan la toma de decisiones a la hora de planificar la campaña de trigo, que
puede enfrentar una nueva disminución de superficie sembrada. De la misma
manera, en las economías regionales se está sintiendo un ahogo financiero en el
que incide fuertemente la inflación, la mora en los pagos de los reintegros a las
exportaciones y los saldos a favor del IVA que es el eje de este proyecto, con la
diferencia de que, por ejemplo, en las economías regionales, la salida del sistema
de un productor se corresponde con más concentración de los actores productivos
y población obligada a migrar a las grandes ciudades, es decir, implica un
retroceso que luego costará décadas revertir.
Como sucede siempre en nuestro
país, los pequeños y medianos productores son los que más intensamente sufren
las consecuencias de esta crisis económica y financiera. En caso de la zona núcleo,
ante la situación antes descripta, y con un escaso o inexistente "colchón"
financiero, salen en busca de un financiamiento que no existe en la banca pública
a tasas razonables, de manera que se ven obligados a financiar la próxima
campaña en cooperativas y casas de acopio cuyas tasas son también muy
altas.
Nuestro proyecto apunta a modificar
la alícuota del IVA en dos insumos claves de la producción porque es en este
impuesto donde se encuentra uno de los grandes escollos económico-financiero de
los pequeños y medianos productores, que se suma a los ya descriptos
anteriormente, como lo es el monto de los saldos a favor del IVA que poseen, y
que viene incrementándose por dos motivos. Uno de ellos consiste en el desfasaje
en las alícuotas de IVA entre los agroquímicos y semillas, que tributan el 21% y la
venta de los granos producidos, gravados al 10,5%. El otro, en el atraso por parte
de la Administración Federal de Ingresos Públicos en la devolución sistemática que
establece la Resolución General 2300. En efecto, el plazo de 45 días que
originalmente estableció la norma se ha extendido a más de 11 veces ese plazo.
En otras palabras, son 500 días en promedio lo que demora un productor en
percibir esa devolución a menos que se valga de recursos de amparo u otras
medidas judiciales, y según fuentes del sector el monto total retenido supera los
5.000 millones de pesos. Más de un año y medio en nuestro contexto inflacionario
implica una desvalorización cercana al 35%, recursos económicos que para un
productor grande puede significar un mayor o menor margen de ganancia, pero
que en uno pequeño puede significar lisa y llanamente abandonar la explotación y
rentar su parcela, si es propietario; caso contrario, directamente cambiar de rubro.
Respecto de la reducción de alícuotas
propuestas, debe tenerse en cuenta dos cuestiones. En cuanto a las semillas,
aplicarla no solo redundará en un beneficio para la complicada situación financiera
del productor sino también para contribuir con la reducción de uso de bolsa blanca
en el caso de semillas autógamas. También permitirá contribuir a la mayor
producción de semillas fiscalizadas por el INASE y de esta manera promover la
industria y clasificación de semilla por parte de los pequeños semilleros
multiplicadores.
En cuanto a la reducción para
productos fitosanitarios, si bien todos los agroquímicos están gravados con el 21%,
la proponemos únicamente para aquellos que el SENASA establezca como de
banda verde, a los efectos de que los productores tengan un incentivo en la
utilización de productos que no sean perjudiciales para la salud.
Seguramente en breve podremos
decir Argentina tendrá una nueva cosecha récord, pero si las condiciones
económicas y financieras se mantienen y no se actúa rápidamente, también
sabremos que esta campaña traerá menos actores entre quienes trabajan y
producen en el campo. Pareciera ser que mientras ingresen divisas, el gobierno
nacional supone que todo va bien en el campo. Y es que -insistimos en este
concepto- los actores que lo componen son diferentes, y diferentes son las
maneras en que estos pueden reaccionar ante la crisis.
Por todo lo expuesto es que
solicitamos a los integrantes de esta Honorable Cámara de Diputados que nos
acompañen en la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
BARCHETTA, OMAR SEGUNDO | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
TROIANO, GABRIELA ALEJANDRA | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
RASINO, ELIDA ELENA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CICILIANI, ALICIA MABEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
ZABALZA, JUAN CARLOS | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
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