La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por el traslado de los restos de Ceferino Namuncurá al paraje San Ignacio, Departamento de Huiliches, ubicado a 60 Km. de la ciudad de Junín de los Andes, Provincia de Neuquén.

Señor presidente:

El 12 de agosto de 2009 en una respetuosa ceremonia de carácter puramente mapuche, familiares del beato trasladaron los restos a la comunidad donde está asentada la familia de Ceferino Namuncurá, en el paraje San Ignacio, Departamento de Huiliches, Provincia de Neuquén.

El camino de regreso a su familia se inició en el año 1905 cuando el Presidente de la Nación Marcelo T. de Alvear logra repatriar sus restos y llevarlos a la capilla reconstruida del antiguo Fortín Mercedes, situado frente a la vecina localidad de Pedro Luro. En ese momento parecía el lugar apropiado ya que poseía un gran santuario dedicado a María Auxiliadora, dos grandes colegios con sendos pupilajes, un Seminario y era un lugar de paso casi obligatorio de los misioneros de la Patagonia.

Por aquellos años Ceferino Namuncurá era sólo una leyenda conocida como "El Indiecito Santo". El sacerdote Luis J. Pedemonte comienza a propagar las virtudes y devoción, con lo cual recoge y publica abundantes testimonios de gracias recibidas por aquellos que lo rezaban y lo conocieran. También publica las "Cartas de Ceferino Namuncurá", documentos muy importantes para conocer el espíritu de este joven mapuche.

El 2 de mayo de 1944 se inicia la Causa de Beatificación. Quince años más tarde el 22 de junio de 1972 el Papa Pablo VI lo declara Venerable. Fue el primer argentino que llegó a esa altura de santidad. El 7 de julio de 2007 el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declara a Ceferino Namuncurá como beato, cuatro meses después el enviado papal, cardenal Tarcisio Bertone, lo proclamó beato ante más de 100.00 personas en una ceremonia en Chimpay, Río Negro, ciudad de origen del joven salesiano.

Ceferino Namuncurá murió a los 18 años, en Tiber, Italia. A partir de allí se le atribuyen miles de curaciones milagrosas que conducen a su beatificación por parte de la Iglesia Católica. Fue el hijo del Lonco Mapuche Nahuel Namuncurá y de su cautiva Rosario Burgos. Pasó su vida en custodia de los Sacerdotes Selesianos y abrazó fuertemente la fe católica. Este chico indígena apenas adolescente, fue influenciado tanto por el hombre blanco como por los mapuches, para luego utilizarlo como ejemplo de que era posible una convivencia pacífica.

Con motivo del traslado de sus restos se construyó un santuario, en cuya inauguración participaron autoridades provinciales y familiares de Ceferino Namuncurá. La comitiva que transportó los restos estuvo encabezada por el lonco Celestino Namuncurá y el werken Cirilo Namuncurá (ambos parientes de Ceferino). Los recibieron en su destino más de 500 personas.

Desde entonces, la urna está depositada sobre una roca de metro cúbico, que solían utilizar los integrantes mayores de la comunidad Namuncurá para subir a su caballo y tiene un fuerte valor simbólico. Alrededor de la piedra, se construyó un monumento con forma de kultrún (el pequeño tambor sagrado para la cultura mapuche), diseñado por el arquitecto y artista Alejandro Santana, quién también realizó el camino del Via Christi en el cerro de La Cruz, Junín de los Andes. El santuario está ubicado a campo abierto, a dos kilómetros de la escuela y centro comunitario de San Ignacio, al pie del cerro que lleva el nombre del beato.

Por las razones expuestas es que solicito a mis pares me acompañen en la presente iniciativa.