La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De Interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la Convención Internacional sobre la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, impulsada por la República Argentina y aprobada el 16 de Noviembre de 2011 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Señor presidente:

El pasado 16 de Noviembre del corriente año, La Organización de las Naciones Unidas respaldó la Convención Internacional sobre la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas presentada por el embajador argentino Jorge Argüello. La medida la adoptó la Asamblea General, que aprobó por unanimidad la Resolución L40.

Se dejó expresado en la Resolución que dicha Convención "contribuirá de manera significativa a poner fin a la impunidad y a promover y proteger los derechos humanos de todas las personas". Al mismo tiempo, el Organismo Internacional volvió a exhortar a los Estados que aún no lo hayan hecho a que consideren seriamente la posibilidad de firmar y ratificar la Convención, o de adherirse a ella, en forma prioritaria.

Cabe destacar, que la Argentina patrocinó el proyecto de resolución aprobado y el embajador argentino ante la ONU fue el encargado de su presentación en el plenario de la Asamblea General. Después de su aprobación, Amnistía Internacional también se pronunció a favor de la Convención, instando a todos los gobiernos a redoblar los esfuerzos dentro de las obligaciones contraídas por los Estados en virtud del Tratado.

La Convención Internacional sobre la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas es el primer instrumento jurídico vinculante de carácter universal dedicado a reconocer que la práctica sistemática o generalizada de la desaparición forzada puede constituir un crimen de lesa humanidad. Considero importante que se continúe trabajando en un nuevo ámbito jurídico, para lograr un marco internacional que ampare el derecho intrínseco del hombre a la vida, haciendo una reparación con justicia de la violación de éstos derechos cometidos en el pasado y dejando un precedente para que no vuelva a repetirse en el futuro.

Quiero resaltar que nuestro país, que ha transitado en el pasado por innumerables hechos relacionados a desaparición de personas, es un ejemplo en el mundo de cómo reparar con justicia la violación de los derechos humanos. Los mecanismos activados por la justicia argentina para evitar la impunidad de las desapariciones forzadas y su tipificación como un crimen de lesa humanidad, son un claro ejemplo de que cuando queremos echar luz ante los errores del pasado, los Estados necesitan de herramientas estipuladas.

Si bien la Convención ya entró en vigor, es importante que se continúe haciendo los esfuerzos imperiosos para lograr su amplia ratificación e implementación, ya que se centra en unos de los principales dramas de la historia moderna.

Por las razones expuestas, solicito a mis pares la aprobación de este proyecto.