La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación el "Día Mundial del Ataque Cerebral", a celebrarse el día 29 de Octubre de cada año.

Señor presidente:

La Sociedad Neurológica Argentina, alineada con las principales instituciones de neurología del mundo, ha designado al 29 de octubre como el Día Mundial del Ataque Cerebral, una epidemia en ascenso que puede prevenirse.

Todo tipo de accidente cerebro vascular (ACV) no tratado a tiempo genera secuelas neurológicas. Éstas, dependerán de la magnitud del territorio de isquemia o infarto del cerebro; las consecuencias también varían según cuál sea el área del cerebro afectada. Así, puede generarse una hemiplejia, imposibilidad para caminar; dificultad para hablar o incapacidad para expresarse.

En la actualidad, es alarmante el número de pacientes que tras sufrir un ACV quedan severamente incapacitados para el trabajo y la vida independiente, pasando a ser dependientes de sus familiares y amigos, no solo en lo económico, sino también para las tareas de la vida cotidiana. Atarse los zapatos, tomar un vaso de agua, vestirse pueden convertirse en tareas imposibles. Ni hablar del problema de los que deben recurrir a los servicios estatales de salud y asistencia social.

La Dra. Victoria Marquevich, jefa de Residentes de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Austral (HUA), aprovechando la próxima conmemoración del Día Mundial del ACV el 29 de octubre, remarcó que "es importante que la gente tome conciencia, conozca la enfermedad y sobre todo consulte a tiempo". Seguidamente, explico: "Un ACV es la pérdida de irrigación cerebral repentina causada por la obstrucción de una arteria -en cuyo caso recibe el nombre de infarto cerebral, ictus o ACV isquémico- o bien por la ruptura de una arteria, motivo por el cual se denomina hemorragia cerebral o ACV hemorrágico". En cualquiera de los dos casos, el avance de los síntomas -que idealmente deben ser registrados por hora desde el momento de su aparición- es gravísimo porque genera discapacidad.

Estadísticamente, el accidente cerebrovascular es la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial; en Argentina se produce un ACV cada 4 minutos; sólo 1 de cada 4 pacientes que sufre dicha dolencia llega a tiempo al hospital y la misma proporción es la que mueren dentro del año posterior al ACV; entre el 15 y el 30% de los supervivientes quedan con discapacidad permanente; para reducir los daños se necesita que la persona reciba atención en las primeras 4 horas desde el comienzo de los síntomas.

En nuestro País, ocurren entre 100.000 y 190.000 casos por año, equivalente a un ataque cerebral cada 4 minutos.

En resumen, lo más duro del ACV no es la mortalidad per se sino la morbilidad, con frecuencia severa y discapacitante, que puede quedar como secuela en un gran número de individuos.

Ante este alarmante panorama, es preciso que nuestra iniciativa se dirija a lograr la concientización de la población, ya que la propia ignorancia de la gente demorará la atención necesaria y el ataque cerebral se puede prevenir y tratar, teniendo en cuenta que la clave para reducir el daño está en conocer la sintomatología y buscar atención médica inmediatamente.

Por los motivos expuestos, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente Proyecto de Resolución.