La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de ésta H. Cámara la película "Eva de la Argentina" de la periodista y directora María Seoane estrenada el 20 de octubre de 2011.

Señor presidente:

La figura de Eva Perón constituye una cantera donde una y otra vez, desde diversos géneros del arte, se retorna para extraer algo que no haya sido visto, escrito u oído en los numerosos abordajes sobre su vida y su obra.

En esta ocasión, la película "Eva de la Argentina" de la periodista y realizadora Maria Seoane, -estrenada el 20 de octubre próximo pasado-, exalta la vida y la obra de Evita apelando al formato de animación que sin ser novedoso- ya lo había incluido Leonardo Favio en su memorable "Perón, sinfonía de un sentimiento"- se aprecia como una elección interesante.

Las ilustraciones de Francisco Solano López, (El Eternauta), la música de Gustavo Santaolalla y la canción final de León Gieco se amalgaman bien y le confieren un tono epopeyico.

Como toda figura que ha trascendido los encuadramientos para sobrevolar por esa constelación de elegidos que enmarcan la galería de personajes de nuestra historia, Evita, no pudo sustraerse a las lecturas de quienes no dudaron en ensalzar o denostar su paso, ya no solo por la función pública, sino también desde la construcción del mito o la inmortalidad del ícono.

Más allá de reducir cualquier análisis a las visiones ciudadanas sobre su vida y obra, que por cierto, seguirán siendo encontradas, lo saludable es poder apreciar que el tratamiento que el artista le confiere a una celebridad histórica no puede ser neutral, máxime cuando estamos en presencia de alguien que, como Evita, fue amada u odiada con la misma pasión.

Mucho se despotrica contra el conflicto como si en si mismo fuera algo malsano, soslayando su propia sustancia cuando al ser moldeado por el hombre se constituye en un hecho motivador capaz de erigirse superador del desencuentro.

Lo que debemos rescatar es nuestra capacidad de enfrentar los desafíos para seguir valorando y consensuando los aportes de nuestras figuras históricas y dimensionarlos en su justa medida sin caer en una adulación o diatriba tan desvirtuada como demodé.

Al solo efecto de pulsar estas cuestiones me permito transcribir dos críticas que ponen de resalto estas miradas que de algún modo, son las que anticipan lo que muchos tomaran como propio luego de ver el film sostenidos en sus ideas o preconceptos.

Señala Diego Battle -al mencionar la cercanía del estreno con la película Juan y Eva de Paula Luque- que "Si bien hay varios puntos en común entre ambos films (empezando por la absoluta reivindicación de la vida y obra los protagonistas), esta película de la periodista devenida realizadora María Seoane tiene algunas aristas interesantes: en principio, tiene como narrador íntimo (casi en plan detectivesco) a Rodolfo Walsh, quien por un lado va reconstruyendo aquellos días mágicos y épicos del surgimiento del peronismo y de la historia de amor entre Juan y Eva; y, por otro, aborda uno de los aspectos más siniestros que cruzó la Argentina del último medio siglo: el derrotero del cadáver de la "jefa espiritual de la Nación", víctima del odio, del miedo y de la venganza de sus enemigos.

Para Gustavo Noriega de "La Nación", un problema que presenta la película es la dispersión narrativa. "Anclada en el relato de un Rodolfo Walsh recluido en la clandestinidad, escribiendo su célebre "Carta abierta a la Junta Militar" al mismo tiempo que cuenta la historia del peronismo y desarrolla su cuento "Esa mujer", la película avanza en distintas direcciones temporales. Una de ellas es la vida de Evita, desde la humildad de sus orígenes hasta su encuentro con Perón, la Fundación y su trágica muerte. Otra es la deriva

demencial de su cadáver bajo los regímenes militares, y la tercera, la valentía de Walsh bajo la dictadura. El resultado es un relato anárquico y disperso, unificado solamente por la necesidad de conciliar distintas épocas y causas bajo la consigna de mostrar un peronismo sin contradicciones ni costados oscuros"

Lejos pretende esta declaración, convertirse en una crítica de cine, por el contrario, celebro la oportunidad de señalar estas miradas porque tratándose de figuras polémicas, tanto el realizador como los críticos y los amantes del género sabemos a lo que nos exponemos, esto es, a la maravilla de conjugar esfuerzo, pasión y placer para continuar transitando una etapa sustanciosa en la vida de nuestro país, una etapa que nos interpela, que nos pone a prueba sobre lo que somos capaces cuando batallamos la idea, y crecidos, sin censores ni tutores ideológicos disfrutamos el arte con nuestros sentidos.

Bienvenida entonces esta película que como toda obra de arte no puede escindirse de la marca de su creador y más allá de las palabras que la crítica le depare, ya forma parte del patrimonio cultural de los argentinos.

Parafraseando a Evita aunque modificando el uso de uno de nuestros sentidos, solo me resta decir "Quien quiera ver, que vea".

Por todo lo expuesto, invito a mis pares, Señores Diputados de la Nación, a que me acompañen en el presente proyecto de resolución, con su tratamiento y aprobación.