PROYECTO DE TP
Expediente 5556-D-2013
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR EL DETERIORO DE LOS PRECIOS GANADEROS, Y SU IMPACTO EN LOS PRODUCTORES DE LA ACTIVIDAD VACUNA.
Fecha: 01/08/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 102
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su preocupación
ante el deterioro que se ha producido en los precios ganaderos lo cual
provoca el desaliento de los productores en la actividad vacuna.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Precios ganaderos
congelados en los últimos 24 meses y costos que suben al ritmo de
la inflación esmerilan rápido el interés de los productores por la
actividad vacuna. Definitivamente, la retención ganadera se
interrumpió y ya hay empresarios que no reponen toda de la
hacienda vendida al avizorar precios poco rentables en el futuro (ver
página 6).
La decisión no es
antojadiza: el consultor Víctor Tonelli entiende que la única medida
que puede destrabar el amesetamiento de los precios del ganado
gordo es un aumento de las exportaciones por la mejora del tipo de
cambio neto. "No es necesaria una devaluación, sino la eliminación
del 15% de retenciones que sufren las exportaciones de carnes y
una aceleración de la devolución del IVA. También sería conveniente
la interrupción de las artificiales "baratas" que se exigen para
obtener ROE para exportar", explica.
El consultor dice que
"el mercado global de carnes no deja de crecer y muestra una
demanda insatisfecha que catapulta las cotizaciones a niveles
impensados años atrás". Mientras tanto, el Gobierno da señales
inequívocas de que necesita dólares. "Con medidas sencillas, se
podrían triplicar los 1000 millones de dólares anuales que se
facturan por exportaciones de carne vacuna", desafía el
especialista.
Según sus cálculos, hoy
el exportador de cortes vacunos opera con un dólar de 4 pesos
aproximadamente. Si paga 17 pesos el kilo de novillo en gancho
debe exportarlo por lo
menos a 4-4,20 dólares por kilo. Ese precio lo desplazó del
mercado, frente a los 3,30 dólares de los exportadores brasileños o
los 3,60 de los uruguayos. Si los exportadores argentinos recibieran
el dólar oficial sin retenciones, a $ 5,45, volverían a ser competitivos
en el mercado y la Argentina podría pasar de las 180.000 toneladas
que prevé exportar en 2013 (2 por ciento del comercio internacional
de carne vacuna) a valores más cercanos a los de 2005, último año
sin anormalidades en el mercado, cuando se enviaron al exterior
780.000 toneladas.
El analista niega que el
aumento de las exportaciones de carne vacuna ponga en peligro el
abastecimiento interno: "Hoy se ofrecen 114 kilos de carne por
habitante incluyendo los cortes vacunos, de pollo, de cerdo y de
ovinos, contra los 100 kilos históricos", compara. Las existencias
actuales de ganado vacuno serían de 51-52 millones de cabezas, lo
que equivale a una recuperación del orden de 4 millones de cabezas
respecto de los 10 millones perdidos durante la liquidación de
2009.
Tonelli pronostica que
el stock puede seguir creciendo hasta 54-54,5 millones de cabezas
en 2015, a pesar del incremento del porcentaje de hembras en la
faena. Sucede que todavía están entrando en producción
vaquillonas y terneras retenidas en los años anteriores. Por esa
razón, para 2014, Tonelli prevé un panorama de precios menos
alentador para los criadores. Justifica ese pronóstico en la mayor
cantidad de vacas en servicio y por la mayor productividad que
indujeron los altos precios de 2010 y de 2011, que subieron de 59 a
63 por ciento la marcación nacional
de terneros. La mayor
producción de terneros se va a enfrentar con invernadores
pastoriles y feedlots que trabajarán con un acotado techo de precios
para el ganado gordo, como consecuencia de la falta de
competencia entre el consumo interno y la exportación.
Hacia adelante
Hacia el futuro, Tonelli
proyecta dos situaciones contrastantes: por un lado, precios
internacionales excepcionales con pocas posibilidades de que
lleguen a los ganaderos argentinos. Por el otro, abundante oferta de
hacienda gorda, que no tendrá otro destino que el mercado interno,
que está muy bien abastecido por varios tipos de carne.
En ese marco, si el
Gobierno no destraba las limitantes que afectan la exportación de
carnes, los criadores pueden verse obligados a aceptar precios
acotados, porque los invernadores sufrirán un aumento de costos
mayor que el de los criadores (de alimentación, personal, etc.), que
tratarán de neutralizar pagando menos por el ternero. "Los
invernadores de compra, pastoriles o a corral, tratarán de conservar
la renta de su negocio a expensas del criador, sobre el que
apuntarán todos los cañones", grafica Tonelli. "Para intentar escapar
de esa situación, los criadores podrían tratar de capturar otra renta
avanzando en la cadena comercial por medio de la recría o
completando el ciclo de los terneros para faena, ya sea en campo
propio, si las condiciones lo permiten, o explorando la hotelería a
corral", propone el consultor.
Y añade que "quienes
no estén dispuestos a dar ese paso tendrán que revisar sus
esquemas de gastos y aumentar la productividad y eficiencia de los
planteos, dos instancias que tienen sus límites"..
Fuente: LA NACION
27/7/2013
Por todo lo expuesto es que
vengo a solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia) |