La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por la condena dictada el 10 de julio de 2012 por la Sala de Primera Instancia de la Corte Penal Internacional contra el ex jefe de milicia congoleño Thomas Lubanga Dyilo, por reclutar y hacer participar a niños y niñas en el conflicto armado que tuvo lugar en la República Democrática del Congo durante los años 2002 y 2003; por tratarse de la primera condena dictada por la Corte Penal Internacional.

Señor presidente:

El 10 de julio de 2012, la Sala de Primera Instancia de la Corte Penal Internacional condenó a Thomas Lubanga Dyilo a la pena de 14 años de prisión por reclutar y hacer participar a niños y niñas en el conflicto armado que tuvo lugar en la República Democrática del Congo entre septiembre de 2002 y agosto de 2003 (El texto de la sentencia puede ser consultado aquí: http://www.icc- cpi.int/iccdocs/doc/doc1438370.pdf ).

El delito por el que fue condenado Lubanga Dyilo, además de ser aberrante por la indefensión y vulnerabilidad de las víctimas, ha sido cometido a gran escala, dado que miles de niños y niñas han sido utilizados a lo largo del conflicto para participar de los combates, como así también han sido obligados a realizar otras tareas.

Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF, ha dicho que "La condena de Thomas Lubanga por la Corte Penal Internacional envía un mensaje claro a todos los grupos armados que esclavizan y maltratan a los niños: la impunidad no será tolerada" (UNICEF aplaude la condena histórica sobre los crímenes de guerra contra niños y niñas http://www.unicef.org/spanish/media/media_61992.html).

Por otro lado, esta condena reviste una especial importancia por tratarse de la primera sentencia condenatoria dictada por la Corte Penal Internacional desde la entrada en vigencia del Estatuto de Roma.

La Corte Penal Internacional es una institución de carácter permanente que tendrá personalidad jurídica internacional, siendo el primer tribunal de justicia internacional permanente que tiene competencia para juzgar a quienes cometan los crímenes más graves de trascendencia internacional.

Esta condena se destaca porque no es más que la materialización de los esfuerzos de la comunidad internacional en pos del afianzamiento de la justicia internacional como instrumento para defender los derechos humanos, y el castigo de los más atroces crímenes perpetrados desde el estado.

Asimismo, implica un avance en la lucha contra la impunidad de crímenes cometidos al amparo del estado.

Por ello, solicito a mis colegas que acompañen con su firma el presente proyecto.