La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Repudiar enérgicamente los gravísimos sucesos ocurridos el domingo 21 de julio ppdo. en las inmediaciones del estadio del club San Lorenzo de Almagro conocido como "Nuevo Gasómetro" (Avda. Lafuente y Janer) deplorando la pérdida de vidas humanas que aquellos dejaron como resultado.

Señor presidente:

A ningún argentino preocupado por la suerte de nuestro Pueblo se le escapa la gravedad que asume la ocurrencia cada vez más frecuente y más dañina para vidas humanas y para bienes de terceros, de gravísimos fenómenos de violencia criminal que se producen en el noble escenario de los partidos de fútbol, tanto dentro de los estadios como en sus inmediaciones. En estos casos, lamentablemente, la competencia deportiva resulta opacada, cuando no suspendida, por el quehacer de bandas de delincuentes que al amparo de la pasión multitudinaria que dichos encuentros despiertan, dirimen sus diferencias armados, en verdaderas batallas civiles. Sin embargo no hay que equivocarse, no es el juego de fútbol, ni el espectáculo incomparable que le es consustancial, el causante de estos crímenes. Ellos se le deben atribuir a organizaciones mafiosas permitidas por una dirigencia irresponsable que las deja hacer para contar con su apoyo en los más oscuros menesteres.

En esta ya funesta tradición se enmarcan los gravísimos sucesos ocurridos el domingo 21 de julio ppdo. en las inmediaciones del estadio del club San Lorenzo de Almagro, conocido como "Nuevo Gasómetro" (Avda. Lafuente y Janer) que esta vez dejaron como saldo penoso del combate, la pérdida de dos vidas humanas, así como una enorme cantidad de heridos y daños materiales.

Naturalmente será muy importante investigar exhaustivamente lo ocurrido, así como lograr el consiguiente enjuiciamiento de los responsables. Pero dichas responsabilidades deberán alcanzar ineludiblemente a instigadores, cómplices y encubridores por cuanto, la condición de posibilidad de semejantes crímenes no puede ser otra que la segura impunidad para los asesinos. Esta certeza de que no habrá castigo, unida a las ventajas materiales, concretas, aunque inconfesas, que se espera recibir de sucios negocios armados alrededor del mundo del futbol, se erigen en los motivos determinantes de la salvaje empresa delictiva.

Es claro que estas actividades deben cesar. Es hora de decirle basta a la muerte, a la violencia y al dolor absurdo. Es hora de recuperar el futbol para el esparcimiento y la alegría y no para el luto de los argentinos Es necesario, imprescindible, construir una férrea conciencia que las rechace enérgicamente, que no trance con ellas. Autoridades de la AFA, de los clubes y socios de éstos; árbitros; autoridades municipales, provinciales y nacionales; jueces y fiscales; personal de las fuerzas de seguridad y de las empresas de vigilancia privadas, todos deben participar de un firme consenso holístico en el que asuman responsabilidades concretas tendientes a erradicar definitivamente la barbarie del futbol argentino. Y naturalmente, la HCD de la Nación debe expresar su más enérgico repudio aportando su prestigiosa voz a ese proceso.

Por esos motivos me permito elevarle a Ud. el presente proyecto esperando que el mismo obtenga de la H. Cámara de Diputados de la Nación, su digna y pronta aprobación.