PROYECTO DE TP
Expediente 5488-D-2014
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR EL 50 ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LA "UNIVERSIDAD CATOLICA ARGENTINA DE LA PLATA (UCALP)".
Fecha: 11/07/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 84
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su beneplácito por el 50º
aniversario de la fundación de la Universidad Católica Argentina de La
Plata (UCALP).
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La Universidad Católica de La
Plata fue fundada el 7 de marzo de 1964 de conformidad con las
orientaciones del Concilio Vaticano II y desde el inicio su organización se
basó en la libertad de enseñar y aprender garantizada por la Constitución
Nacional y las leyes reglamentarias de la educación superior y tiene
reconocimiento definitivo como Universidad, por decreto del Poder
Ejecutivo Nacional. Su primera denominación fue "Universidad
Comunitaria y Católica" -UCOYCA- estableciendo su sede en el edificio
ocupado por el Colegio de la Inmaculada Concepción de María, iniciándose
con tres facultades: Ciencias Económicas, Derecho y Arquitectura, y un
instituto de Sociología.
Su tarea educativa comenzó
con una sede en el edificio del colegio de la Inmaculada Concepción de
María y en abril de 1966 se transformó en Universidad Católica de La Plata
y adquirió una nueva estructura organizativa, que posibilitó una mayor
autonomía de funcionamiento.
Con el correr de los años, en
1971, consiguió la autonomía definitiva y ello permitió que los grados
académicos y los títulos que expide tengan validez nacional y habiliten a
los egresados para el ejercicio de las profesiones.
Su actividad se rige por lo
establecido en la legislación vigente en la República Argentina, el Código
de Derecho Canónico, la constitución apostólica "Ex cordeecclesiae", las
disposiciones emanadas del Romano Pontífice, del Ordinario del lugar y de
las autoridades eclesiásticas competentes.
El fin de la Universidad es la
búsqueda del saber, la apertura de la inteligencia y la voluntad orientada
al conocimiento de la realidad, que es lo que permite progresar en el
camino que conduce al descubrimiento de la Verdad pues sólo en la
fidelidad a la verdad, pueden apoyarse y desarrollarse las relaciones entre
los hombres.
Actualmente la UCALP cuenta
con más de 60 carreras universitarias de grado, cursos abiertos a la
comunidad y carreras de postgrado, educación a distancia, museos,
actividades deportivas, editoriales y culturales.
La UCALP, en cuanto
Universidad Católica, tiene la responsabilidad de contribuir activamente a
la formación integral de los estudiantes la que no se limita a la mera
capacitación para acceder a un título académico, sino al desarrollo
armónico de todas y cada una de las dimensiones del ser humano (ética,
espiritual, cognitiva, estética, corporal y socio-política), que lo capaciten
para discernir su participación en la sociedad de una forma reflexiva,
crítica y comprometida.
Esa responsabilidad supone la
inteligente organización de una Comunidad Educativa, en la que todas las
personas y los procesos tiendan a favorecerla. A este respecto, considero
de suma importancia reproducir aquí las palabras del Papa San Juan
Pablo II, que nos ilustraba sabiamente al dictar la Constitución Ex
cordeEcclesiae, que rige la vida de las Universidades Católicas: "La
finalidad es hacer que se logre "una presencia, por así decir, pública,
continua y universal del pensamiento cristiano en todo esfuerzo tendiente
a promover la cultura superior y, también, a formar a todos los
estudiantes de manera que lleguen a ser hombres insignes por el saber,
preparados para desempeñar funciones de responsabilidad en la sociedad
y a testimoniar su fe ante el mundo" (12). (CEC, 9).
Para los profesores de las
universidades católicas, tenía las siguientes palabras: "Los docentes
universitarios esfuércense por mejorar cada vez más su propia
competencia y por encuadrar el contenido, los objetivos, los métodos y los
resultados de la investigación de cada una de las disciplinas en el contexto
de una coherente visión del mundo. Los docentes cristianos están
llamados a ser testigos y educadores de una auténtica vida cristiana, que
manifieste la lograda integración entre fe y cultura, entre competencia
profesional y sabiduría cristiana. Todos los docentes deberán estar
animados por los ideales académicos y por los principios de una vida
auténticamente humana." (CEC, 22).
A su vez, a los estudiantes los
instaba a considerar sus estudios universitarios dentro de una vocación
más grande, aquella por la verdad: "Se insta a los estudiantes a adquirir
una educación que armonice la riqueza del desarrollo humanístico y
cultural con la formación profesional especializada. Dicho desarrollo debe
ser tal que se sientan animados a continuar la búsqueda de la verdad y de
su significado durante toda la vida, dado que "es preciso que el espíritu
humano desarrolle la capacidad de admiración, de intuición, de
contemplación y llegue a ser capaz de formarse un juicio personal y de
cultivar el sentido religioso, moral y social" (23). Esto les hará capaces de
adquirir o, si ya lo tienen, de profundizar una forma de vida
auténticamente cristiana. Los estudiantes deben ser conscientes de la
seriedad de su deber y sentir la alegría de poder ser el día de mañana
"líderes" calificados y testigos de Cristo en los lugares en los que deberán
desarrollar su labor." (CEC, 23).
También los administrativos y
todos aquellos que colaboran de alguna manera en el día a día de la vida
universitaria son convocados a esmerarse en sus tareas: "Los dirigentes y
el personal administrativo en una Universidad Católica deben promover el
desarrollo constante de la Universidad y de su Comunidad mediante una
esmerada gestión de servicio. La dedicación y el testimonio del personal no
académico son indispensables para la identidad y la vida de la
Universidad." (CEC, 24).
Los objetivos de la universidad
están íntimamente relacionados con la investigación, la cual es uno de los
instrumentos con los que la universidad afronta los problemas
contemporáneos, analizándolos y buscando una solución: La Universidad
Católica, como cualquier otra Universidad, está inmersa en la sociedad
humana y especialmente en la comunidad local en que se encuentra
ubicada, con la misión de extender hacia ella su actividad docente,
procurando la evangelización a través de la cultura, la ciencia, el derecho y
la filosofía, como lo hacían las primeras Universidades medievales,
gestadas por la misma Iglesia.
Toda esta actividad académica
y de investigación, con su proyección social a través de la extensión, tiene
que estar dirigida al conocimiento y difusión de la Verdad, objetivo
irrenunciable de la educación cristiana, que recae fundamentalmente en
las Universidades Católicas, que haciendo uso de la autoridad de su
relevancia cultural, deben hacerlo conocer en un mundo infectado de un
relativismo moral negatorio de la realidad objetiva que nuestra razón nos
permite conocer.
Celebrar las bodas de oro de
una casa de Altos Estudios es un motivo de regocijo y beneplácito, que
merece reconocimiento. Y tratándose de la Universidad Católica de La
Plata, ese beneplácito adquiere una relevancia especial. Por ello, pido el
apoyo de mis pares para la sanción de este proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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EDUCACION (Primera Competencia) |