La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse Al Poder Ejecutivo Nacional para que, ante la gravedad excepcional de la crisis crediticia y financiera que tiene como epicentro a los Estados Unidos de Norteamérica, su impredecible alcance a otros países y los posibles efectos negativos en centros financieros extraterritoriales, promueva las siguientes acciones:

1º- Proponer un Plan de Alerta Anticipada y Consultas de Movimientos Financieros a los restantes jefes de gobierno de los países integrantes del MERCOSUR, con el objeto de diseñar medidas para prevenir y limitar el flujo de capitales especulativos.

2º- Promover la creación del Comité MERCOSUR de Alerta Anticipada y Consultas de Movimientos Financieros integrado por representantes de las áreas económicas y de superintendencia del sistema financiero y del mercado de capitales que tenga como misión evaluar posibles riesgos derivados de la crisis, elaborar criterios de valoración de activos, efectuar el seguimiento de movimientos de capitales, supervisar, coordinar acciones, realizar investigaciones, etc.

3º- Ratificar la vocación de Argentina en avanzar en el compromiso asumido de profundizar la integración de los sistemas financieros de los Estado Parte del MERCOSUR, procurando la adecuación de un marco regulatorio acorde al Bloque Regional.

4º-Instruir a los representantes argentinos en el GRUPO MERCADO COMÚN, del MERCOSUR, para que, junto al resto de sus integrantes de los demás países miembro, se avoquen a la elaboración de medidas que generen un marco regulatorio general de supervisión y control sobre el sistema bancario y movimientos de capitales que contribuyan a su mayor transparencia.

Señor presidente:

La brutal crisis financiera y crediticia que estalló públicamente hace unas semanas en los Estados Unidos de Norteamérica, está provocando consecuencias gravísimas al interior de dicho país. Pero la crisis no se circunscribe dentro de sus fronteras sino que amenaza con extenderse a otras naciones, especialmente a algunos países europeos donde ya se empiezan a percibir los efectos del vendaval.

Si bien Argentina, como otros países emergentes de Sudamérica, estaría a salvo de los efectos nefastos que esta crisis financiera está produciendo en otras latitudes del mundo, aún no es posible asegurar que no se producirá ningún coletazo. Por lo demás ha quedado palmariamente demostrada la necesidad de la intervención del Estado como instrumento ordenador sobre el control de los mercados financieros por su acentuada tendencia a la volatibilidad.

Generar mecanismos de control de riesgos y establecer criterios de valoración de activos que den lugar a la creación de un Marco Ragulatorio Común para los Estado Parte que conforman el MERCOSUR, se ha revelado como una necesidad impostergable en aras de proteger nuestros sistemas financieros y en consecuencia a nuestros ciudadanos.

Dichos mecanismos de control y regulación deben ser elaborados desde una perspectiva de Estrategia Regional que brinde protección a nuestros mercados y a nuestras instituciones financieras alejándolas del "desarrollo" hipertrofiado de ciertas economías basadas en la creación de burbujas especulativas sustentadas en la falsa idea de autorregulación de los mercados.

Encomendar a las comisiones específicas en la materia la elaboración de un conjunto de normas que constituyan un verdadero Sistema de Control Financiero en jurisdicción del MERCOSUR, se torna en una mínima exigencia para tomar algunas previsiones sobre posibles consecuencias actuales y sobre crisis futuras.

Sabemos que hasta "ayer" el sector privado dedicado a actividades financieras fueron defensoras a ultranza de las leyes del mercado, sosteniendo que el Estado debía abstenerse de intervenir mediante regulaciones dejando que las entidades privadas hicieran su libre juego. Asombrosamente hoy en día desde el corazón de la Unión Europea hasta el secretario de la FED, pasando por el magnate de las finanzas especulativas como George Soros, reclaman medidas de intervención estatal sobre las entidades financieras.

En estos últimos meses hemos presenciado una asistencia sin precedentes por parte del Estado del país del Norte con el objeto de rescatar de una segura caída al abismo a una serie de entidades que se dedicaron a la colocación de subproductos derivados de las famosas hipotecas basura o "subprime".

El control democrático de los mercados a través de las instituciones y regulaciones que cree cada país o bloque comercial, es una herramienta legítima a la que pueden recurrir las naciones para proteger a la ciudadanía de los intereses insaciables, opulentos y especuladores de una minoría que pretende incrementar desmesuradamente sus riquezas a costa de la pobreza, la falta de vivienda, el hambre, la falta de asistencia en salud, de grandes mayorías.

Los excesos de los llamados Bancos de Inversión por obtener en el menor tiempo posible, la mayor cantidad de beneficios, los llevó a crear productos financieros denominados "tóxicos" que fueron colocados en el Mercado de "Derivados" (subproductos de las originales "subprime"), que condujo a la primera economía del mundo a una crisis espectacular, que algunos especialistas comparan con el Crack del '29 que dio lugar a la Gran Depresión.

En las bolsa de medio mundo se viven jornadas de pánico, la crisis amenaza con extenderse y la inseguridad sobre el futuro recorre la mente de cada habitante del planeta, especialmente la de quienes conducen los destinos de un pueblo.

¿Pero por qué nuestra mirada está dirigida especialmente a los Bancos de Inversión? Estos bancos son entidades especializadas en negocios financieros que se dedican a concebir, estructurar, idear, gestionar cualquier tipo de producto para convertirlo en un activo financiero ilusorio que se vende en plaza generalmente con altos rendimientos para el inversor e importantes diferencias para su negociador. También acostumbran a posicionarse como intermediadores de mega operaciones.

Estos bancos son muy diferentes a los tradicionales que se dedican a la banca personal, es decir a sus clientes individuales o empresas. Esta es la Banca Comercial que toma depósitos de clientes para poder otorgar préstamos y créditos a particulares y empresas.

En cambio la Banca de Negocios se especializa en operaciones especulativas en los mercados financieros, conducen grandes operaciones y asumen elevadísimos riesgos por la expectativa de obtener enormes ganancias. Durante la Gran Depresión estos bancos fueron prohibidos por ley hasta que, en el año 1999, se volvió a permitir que una misma entidad pudiese dedicarse a la banca comercial y a la de inversión.

Fueron los bancos de inversión quienes en EEUU desarrollaron un producto para financiar la compra de viviendas por personas con recursos insuficientes o con ingresos inestables, y que por lo tanto no estaban en condiciones de que se les concediese un crédito. Así se constituyeron cientos de miles de hipotecas que a su vez estos bancos convirtieron en activos financieros muy sofisticados, los cuales eran comercializados (vendidos) a otros bancos, a inversores, incluso de muchos otros países. El atractivo de la altísima rentabilidad que ofrecían sumada a las óptimas calificaciones de las agencias de evaluación de riesgos sustentaron su fiabilidad sin que nadie advirtiera sobre su alto riesgo.

La oscuridad que rodea a todos estos manejos sobre la creación de "productos" financieros (bonos, títulos, hipotecas de mala calidad) está íntimamente ligada a su origen espurio y fundamentalmente debido a su retorcida lucubración de ingeniería financiera y matemática.

Dominique Strauss-Kahn El director gerente del Fondo Monetario Internacional "Cualquier cosa que no llegue a ser una solución sistémica, abarcativa en su respuesta a las consecuencias inmediatas y abarcativa en su abordaje de las causas, no permitirá que la economía en general, tanto en Estados Unidos como a nivel global, funcione con alguna semejanza a la normalidad", dijo. A lo que se agrega "La complejidad de lidiar con la quiebra de instituciones con vastos vínculos transfronterizos" advirtió.

Strauss-Kahn también instó a que los funcionarios del Tesoro de "los países establezcan agencias gubernamentales para comprar activos en problemas y los mantengan hasta que venzan y puedan ser vendidos nuevamente de una forma segura. El sistema financiero debe recapitalizarse, y probablemente con respaldo público", dijo.

El Tesoro, la Reserva Federal (Fed) y el Congreso estadounidense iniciaron el jueves la búsqueda de un plan para ayudar a los bancos a liberarse de sus activos invendibles, principales causantes de la actual crisis financiera, dijo el secretario del Tesoro, Henry Paulson. "Y ahora estamos trabajando para enfrentar el riesgo sistémico y la tensión de nuestros mercados de capitales. Y hablamos de un enfoque integral que requerirá de una nueva legislación para hacer frente a activos no líquidos de Estados Unidos en su balance", agregó.

Esta especie de nuevo Plan Marshall impulsado por el presidente de EU, George W. Bush, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el titular de la Comisión del Mercado de Valores, Chris Cox, podrá salvar a los bancos de la quiebra pero no de su enorme desprestigio.

En tal sentido el Presidente de España Rodríguez Zapatero solicitó leyes financieras internacionales, y expresó la necesidad de que haya "reglas globales para mercados globales". El presidente pidió ayer en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, la puesta en marcha de una "legalidad financiera internacional" como respuesta a la "gravísima crisis" de Wall Street, que amenaza con extenderse a todo el mundo. Zapatero consideró "incuestionable" la necesidad de dotarse de reglas comunes que garanticen una mayor transparencia y una coordinación de los órganos nacionales de supervisión...".- "Ya sabemos a qué puede conducir la codicia especulativa en el campo de cultivo de la desregulación", agregó en la Asamblea General de la ONU.

Paulson y Bernanke, responsables respectivamente del Tesoro y la Reserva Federal, tendrán que explicar al mundo el método que se adoptará para retirar momentáneamente estos activos "tóxicos" del mercado y cómo se realizaría su posterior comercialización. También se deberá evaluar el impacto de este plan sobre la que fue hasta ahora la primer economía del mundo y sus repercusiones sobre la economía mundial. Resolver una crisis de alcance mundial generada por una supervisión bancaria deficiente y una Administración poco diligente es otra de las exigencias a futuro. Queda por saber, si es que con el dinero público se consigue salvar al sistema, si se está dispuesto a introducir cambios drásticos en las normas bancarias. Estos cambios deberían incluir una supervisión de plenos poderes para limitar la especulación de riesgo, la unificación de los controles financieros y la imposición de responsabilidades y sanciones a los ejecutivos representantes de las veleidades del capitalismo frívolo y caprichoso de Wall Street. que han conducido a este caos global.

Una política más vigilante de las actitudes de quienes han engañado a sus clientes, a sus empresas, al público en general, se torna imprescindible. La necesidad de reglas que den seguridad y garantías al flujo de capitales global, de mayor control sobre las agencias calificadoras de riesgo "a su gusto y paladar" calificando como óptimas a entidades que en dos días entraban en bancarrota, es compartida en todo el mundo.

Este actual sistema bancario especulativo que ha sobrevivido hasta ahora mediante consolidaciones que escondían las bancarrotas, con el movimiento de activos ilusorios que no constan en sus libros pertenecientes a los mercados de derivados, una contabilidad fraudulenta fraguando sus balances y con la complicidad de las agencias regulatorias "asociadas" a este sistema de corrupción, son los mecanismos que deben ponerse bajo la lupa.

En tal sentido, Sr. Presidente, y por todas las razones expuestas precedentemente, es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de Resolución.