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PROYECTO DE TP


Expediente 5478-D-2007
Sumario: DECLARAR AL AÑO 2008 COMO "AÑO DE LA DEMOCRACIA", DISPONER QUE EN TODA LA PAPELERIA OFICIAL SE INCLUYA LA LEYENDA "2008, AÑO DE LA DEMOCRACIA".
Fecha: 29/11/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 160
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Art. 1º -- Declárase al año 2008 como el "Año de la Democracia". Art. 2º -- El Poder Ejecutivo Nacional dispondrá que a partir del 1º de enero de 2008, toda la papelería oficial a utilizar en la ADMINISTRACION PUBLICA NACIONAL, centralizada y descentralizada, así como en los entes autárquicos dependientes de ésta, deberá llevar en el margen superior derecho un sello con la leyenda " 2008, Año de la Democracia".
Art. 3º -- Invítase a los Gobiernos Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir íntegramente al presente proyecto.
Art. 4º -- De forma-

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El Estado de Derecho que implica la igualdad ante la ley, el rechazo, por lo tanto a los privilegios y arbitrariedades, es la base de la organización social y del Estado.
La democracia es el sistema por el cual las sociedades construyen los consensos necesarios a través de una genuina actividad política, entendida como deliberación, discusión amplia y debate abierto. Cuando esto no ocurre se apodera de la situación la intolerancia, la violencia y el resentimiento.
Los consensos societales, en definitiva, resguardan los poderes democráticos amenazados permanentemente por el poder económico concentrado y por las formas políticas que se derivan de este, como así también por los particularismos y por los intereses corporativistas contrarios al ideario del bien común.
Desde el 30 de octubre 1983, fecha en que se recupera la democracia, la sociedad argentina en su conjunto ha emprendido el camino de la construcción y consolidación de un Estado Legítimo. Ya no hay ningún tipo de margen para los sectores que entendieron a los golpes de Estado como un medio válido para la toma de poder; la reforma de 1994 de la Constitución Nacional en su artículo 36 del Capítulo Segundo sobre Nuevos Derechos y Garantías sostiene "Esta Constitución mantendrá su imperio aún cuando se interrumpiere su observancia por actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos serán insanablemente nulos".
Por lo tanto ese Estado Legítimo, que hemos mencionado, se estructura en función de la Constitución y de los consensos que le han dado forma definitiva, y así se lo convierte a ese Estado en el promotor del interés público, el garante de los derechos humanos y el responsable de una distribución equitativa de los recursos.
En este sentido el estado debe cumplir con una tarea central y permanente: la de promocionar, a través de sus medios, los valores democráticos en la sociedad.
El signo de nuestro sistema político no ha sido la continuidad institucional sino por el contrario la interrupción por medio de la violencia de los mandatos conferidos por el pueblo a los gobiernos legítimamente elegidos.
En la Argentina, con las elecciones de 1916 se pone fin al denominado "Orden Conservador" y a su particular fórmula de "derechos civiles para todos, derechos políticos para pocos". Hipólito Yrigoyen, luego de una larga lucha que comenzara allá por 1890, fue electo el primer presidente popular a través del voto secreto y obligatorio.
Esta experiencia democrática duró apenas 14 años (Yrigoyen 1916-1922, Marcelo T. de Alvear 1922-1928). Al cabo de dos años de la célebre elección de 1928 llamada "el plebiscito" en donde Yrigoyen superó en votos a todas las fuerzas que se le opusieron, un oscuro militar pasará a la historia como el primer golpista abriendo una etapa de inestabilidad institucional que signará a gran parte del siglo XX. La soberanía popular es ultrajada por la violencia de un golpe con "olor a petróleo", como diría más tarde Eduardo Galeano.
Lo que sigue es historia conocida: "La década infame" fue resultado de esa perversa idea de pretender alcanzar cierta continuidad institucional por parte de gobiernos que pretendieron restituir los lazos coloniales con una Gran Bretaña en decadencia marginando al pueblo y su fundamento legitimante.
Esta situación se agoto definitivamente dando lugar a las elecciones de 1946 y el triunfo de Juan Domingo Perón.
Al cabo de 11 años, y mediante una reforma de la Constitución para posibilitar la reelección, en 1955 un nuevo golpe de estado interrumpiría su gobierno en una época signada por la intolerancia y la ausencia de consensos.
Así concluyeron las dos más importantes experiencias populares en nuestro país, tanto el radicalismo como el peronismo fueron desalojados del gobierno por la fuerza a manos de grupos sin ningún tipo de representación que hicieron de la violencia su bandera política.
Nuestro país nunca se repuso de esta situación. Abundan los ejemplos en este sentido. Como corolario, el 24 de marzo de 1976 una larga noche se apoderó de nuestro país. Ese golpe de estado perpetrado por la Junta Militar y toda su violencia marcó a fuego a la sociedad argentina que abrigó, a partir de esta terrible experiencia, la conciencia de que solo con democracia y consenso, con un Estado Legítimo se puede conformar una Argentina para todas y para todos.
Este proyecto, entonces, y su declaración del "Año 2008, como año de la Democracia", tiene como objetivo acompañar esta firme decisión de la sociedad argentina de vivir en democracia, de apostar por la convivencia y no por la violencia.
El año venidero se cumplen 25 años del trascendente inicio de esta etapa que ya ha superado, y superará por siempre, la escueta marca histórica de solo 14 años de continuidad institucional (1916- 1930).
El 30 de octubre de 1983 el Presidente Raúl Ricardo Alfonsín fue electo y llevó adelante un proceso de normalización institucional donde la Libertad, la Paz, la Democracia y el respeto por las garantías individuales y los derechos humanos, mutilados por las Juntas Militares, expresaban justicia y modernidad. En palabras del ex presidente: "una sociedad democrática se distingue por el papel definitorio que le otorga al pluralismo, entendido no solo como un procedimiento para la toma de decisiones, sino también como su valor fundante. En estos términos el pluralismo es la base sobre la que se erige la democracia y significa reconocimiento del otro, capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias como condición para la existencia de una sociedad libre".
El Dr. Alfonsín asumió la Presidencia de la República en una difícil coyuntura económica y social, puso fin a regímenes de fuerza que vulneraron todos los derechos constitucionales de los argentinos.
Por otro lado, al haber alcanzado un cuarto de siglo, entonces, de continuidad democrática también nos permitirá realizar un balance de cara al siglo XXI. El año venidero será un año de reflexión colectiva en donde deberemos preguntarnos ¿Qué es lo que aún falta para consolidar nuestra democracia? ¿Cuáles son sus deficits? ¿Cuál es el mejor medio para defenderla y promocionarla? ¿Cómo consolidamos sujetos democráticos? ¿Cómo superamos la desconfianza en las instituciones que aún perduran por falta de cumplimiento de sus objetivos? ¿De qué manera logramos fortalecer ese espacio de convergencia entre la sociedad y el Estado?
Toso esto nos lleva a un 2008 signado por este ejercicio de la civilidad esta búsqueda por fortalecer los consensos societales que son la base fundamental donde se erige todo proyecto popular.
Por ello 25 años de democracia nos exige mantener viva la memoria y forjar nuevas convicciones, todo ello enmarcado en un proceso en donde la sociedad en su conjunto sea participe y protagonista.
Señor presidente, por las razones expuestas es que solicitamos que se identifique al año 2008 como "Año de la Democracia ".
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GIUDICI, SILVANA MYRIAM CIUDAD de BUENOS AIRES UCR
HERNANDEZ, CINTHYA GABRIELA RIO NEGRO UCR
TATE, ALICIA ESTER SANTA FE UCR
GIUBERGIA, MIGUEL ANGEL JUJUY UCR
AZCOITI, PEDRO JOSE BUENOS AIRES UCR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LEGISLACION GENERAL (Primera Competencia)