El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º.- La presente ley tiene por objeto garantizar el otorgamiento de la cobertura básica que brindarán los Agentes del Seguro de Salud, a los menores de edad que sufren de intolerancia a la lactosa.

Artículo 2º.- A los efectos de la presente ley, se entiende por intolerancia a la lactosa, a la afección intestinal que provoca la imposibilidad de metabolizar esa sustancia.

Artículo 3º.- El sector público de salud, las obras sociales enmarcadas en las leyes 23.660 y 23.661, la Obra Social del Poder Judicial de la Nación, La Dirección de ayuda social para el personal del Congreso de la Nación, las entidades de medicina prepaga y las entidades que brinden servicios médicos asistenciales a sus afiliados independientemente de la figura que posean, incorporarán como prestación obligatoria a brindar a sus afiliados o beneficiarios menores de 3 años de edad, la cobertura del 40% del valor de las bebidas y/o leches deslactosadas que suplantan a las de origen vacuno, bajo expresa prescripción médica con evaluación de la auditoría médica.

Artículo 4º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.-

Señor presidente:

La intolerancia a la lactosa es una afección intestinal que genera la imposibilidad de metabolizar esa sustancia -la lactosa que es el azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: vaca, cabra, oveja y en la humana, y que también puede encontrarse en muchos alimentos preparados-, y esto se produce porque el intestino delgado no produce suficiente enzima lactasa (enzima producida en el intestino delgado, que juega un papel vital en el desdoblamiento de la lactosa -proceso necesario para su absorción por nuestro organismo- en sus dos componentes básicos: glucosa y galactosa. Si los niveles de lactasa son bajos o ésta no realiza bien su labor, aparecen dificultades para digerir la lactosa.

Normalmente los bebés producen esta enzima, de tal forma que pueden digerir la leche, incluyendo la leche materna. Pero en niños prematuros y en niños a término, muchas veces se manifiesta esta afección antes de llegar a los 3 años de edad ó en otros momentos de la vida de la persona.

Si bien el padecimiento no es peligroso, puede generar graves molestias al consumir productos lácteos. Los síntomas frecuentes son: náuseas, dolor abdominal; espasmos; hinchazón y distensión abdominal; diarreas ácidas; vómitos, y en el caso de los bebés ó niños puede provocar pérdida de peso y en algunos casos crecimiento lento ó malnutrición.

La ausencia de leche en la dieta puede producir falta de calcio, vitamina D, riboflavina y falta de proteínas. Esto hace que necesariamente haya que sustituir la leche por productos lácteos tratados con lactasa, por preparados a base de proteínas de la leche, o por su similar de soja.

Es por ello que ante el padecimiento de la enfermedad y teniendo en cuenta que no se requiere prescripción de medicamentos para su tratamiento, entendemos que sería de toda justeza que aquéllos sustitutos de la leche de vaca, sean contemplados en la cobertura de obras sociales y prepagas, y se los equipare a los medicamentos, puesto que los productos de primeras marcas como NAN NESTLÉ ó NUTRILOM (ambas sin lactosa), por citar algunos ejemplos, pueden resultar muy caras a la hora de tener que afrontar su consumo inevitablemente.

Y teniendo en cuenta que la nutrición en las primeras etapas de la vida de una persona es básica para un crecimiento y un desarrollo sano y que la alimentación afectará a la posterior capacidad del sistema inmunitario en la protección frente a infecciones, al desarrollo de tolerancia frente a antígenos propios y extraños, y al desarrollo de trastornos inmunitarios, intentamos con el presente proyecto garantizar el acceso de este alimento básico en los primeros 3 años de vida.

Por los argumentos expuestos, solicitamos de nuestros pares el acompañamiento y la aprobación del presente proyecto de Ley.