La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación las actividades que realizan en conjunto la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER), el municipio de Chajarí, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CoNICeT) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para la puesta en marcha de una planta biodigestora productora de gas destinada a obtener energía alternativa a partir los desechos de la fábrica de jugos instalada en el parque industrial, de la basura orgánica de Chajarí y otros desechos orgánicos de la zona.

Señor presidente:

A partir de la Revolución Industrial el uso global de la energía aumentando en forma cada vez más pronunciada. Las fuentes principales de energía son los combustibles fósiles: carbón, gas natural y petróleo, que aportan entre el 75 y el 85 por ciento del total de la energía que se consume anualmente.

Las reservas mundiales de combustibles fósiles son limitadas y, a corto o mediano plazo, se hará indispensable incorporar fuentes alternativas de energía, como los biocombustibles.

Los biocombustibles son combustibles de origen biológico que se obtienen a partir de restos orgánicos. Estos restos orgánicos proceden habitualmente del azúcar, trigo, citrus, maíz, madera, semillas oleaginosas e incluso residuos cloacales. Todos ellos reducen el volumen total de CO2 que se emite en la atmósfera, ya que lo absorben a medida que crecen y cuando se queman emiten prácticamente la misma cantidad que los combustibles convencionales, por lo que se produce un proceso de ciclo cerrado. Su uso genera una menor contaminación ambiental, y son una alternativa viable al agotamiento de energías fósiles.

Entre los biocombustibles se cuentan el biodiesel, bioetanol, biomasa y biogás.

El biogás es una mezcla de diferentes gases (de los cuales el metano es el principal componente) producto de la fermentación bacterial en ausencia de oxígeno de subproductos de la agricultura, residuos urbanos, efluentes orgánicos de origen animal, lodo de depuradoras, etc..

Para la Municipalidad de Chajarí, la recolección de un volumen importante de residuos, en su mayoría orgánicos, se ha vuelto un problema significativo, ya que la ciudad está rodeada de quintas que abastecen a la fábrica de jugos instalada en el parque industrial, cuyos desechos, cáscaras y hollejos de naranjas, significan casi la mitad de la carga de cada partida de camiones que ingresa a la planta de residuos.

En la búsqueda de una solución hicieron contacto con el CoNICeT y con la UNLP con el fin de solicitar asistencia técnica.

Así surgió el proyecto de crear una planta biodigestora productora de gas, lo que finalmente se proyectó y se llevó a cabo en el marco de un acuerdo entre la FeCiER, la municipalidad de Chajarí, (que aportan cada una el 50% del financiamiento), el CoNICeT y la UNLP.

En la etapa actual, se han puesto en marcha las pruebas para obtener energía alternativa a partir de la basura orgánica de Chajarí y los desechos de la fábrica de jugos instalada en el parque industrial. La realización de experiencias con diferentes proporciones de cítricos y residuos llevará algunos meses, ya que se investiga sobre las condiciones óptimas para generar un biogás de buena calidad que pueda ser aplicado en las industrias. Si el proyecto resulta viable se buscará la financiación para instalar la planta en un predio del área industrial.

En el desarrollo de las primeras pruebas, se trabaja con cinco biodigestores partiendo de la base de los residuos del procesamiento de cítricos como principal materia prima para la producción de biogás. Más adelante se proyecta ir combinando estos residuos con otros, como los residuos de maderas o residuos orgánicos que llegan a la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos.

Los cinco digestores que integran la Planta fueron instalados en octubre de 2014, en el predio de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Chajarí, y estuvieron a cargo de personal municipal. Mediante estos digestores es posible obtener gas combustible sobre la base de materiales provenientes en su mayoría de cítricos, junto a otros residuos obtenidos en la zona mayormente guano de pollo, de vaca y residuos orgánicos.

Es de señalar que, además de los beneficios industriales que traería este biocombustible, el nitrógeno y el potasio extraídos de la cáscara de las naranjas se podrían aprovechar para la elaboración de fertilizantes.

De esta manera, se está sumando una segunda planta para la obtención de energía alternativa, que se agrega a la planta procesadora de biodiesel que ya funciona desde hace años en esa localidad, a base de prensado de semillas y de reutilización de aceites vegetales usados. La partida de gas que se pueda obtener, dependiendo de la cantidad, será destinada a fines industriales.

Por lo expuesto, solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto.