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PROYECTO DE TP


Expediente 5414-D-2015
Sumario: PROMOCION DE LA PRODUCCION NACIONAL DE BIOPLASTICOS BIOBASADOS BIODEGRADABLES Y SU UTILIZACION CON FINES INDUSTRIALES. REGIMEN.
Fecha: 06/10/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 136
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Artículo 1°.- La presente ley tiene como objeto promover la producción nacional de bioplásticos biobasados biodegrada- bles y su utilización con fines industriales.
Artículo 2º.- A los efectos de la presen- te ley, entiéndase por:
a) Bioplástico: Aquellos plásticos que, por la materia prima utilizada para producirlos o por su capacidad para degradar- se, sean biobasados, biodegradables, o ambos.
b) Biobasado: Plásticos producidos principalmente a base de biopolímeros de origen natural, o sintetizados a partir de monómeros de biomasa provenientes de recursos naturales renovables.
c) Biodegradable: Aquellos polímeros que experimentan reacciones de degradación resultantes de la acción de microor- ganismos, tales como bacterias, hongos y algas, bajo condiciones que natural- mente ocurren en la biósfera en un período de tiempo corto, para dar CO2, H2O, sales minerales y nueva biomasa en presencia de O2; y CO2, CH4, sales minera- les y nueva biomasa en ausencia de O2. Los bioplásticos biobasados se conside- rarán biodegradables cuando cumplan con uno o más de los siguientes estánda- res internacionales: EN 13432/2001, ASTM 6866/12, ASTM D6400/99, ASTM D6868, UNE-EN 14995/2007, ASTM D7081, ISO 17088/2008 y ASTM D6691.
Artículo 3º.- A los fines de dar cumpli- miento al objeto de la presente ley, se establecen los siguientes incentivos a la producción nacional de bioplásticos biobasados biodegradables y su utilización con fines industriales:
a) La importación de insumos, tecno- logía y bienes de capital destinados a la producción de bioplásticos biobasados biodegradables, siempre que ellos no se fabriquen en Argentina, estará eximida del pago de todo gravamen aduanero durante un plazo de 10 años a partir de la reglamentación de la presente ley.
b) Las empresas que produzcan bio- plásticos biobasados biodegradables y/o fabriquen la materia prima para su pro- ducción, verán reducido en un 35% el pago del impuesto a las ganancias durante un plazo de 10 años a partir de la reglamentación de la presente ley.
c) La exportación de bioplásticos bio- basados biodegradables fabricados en la República Argentina se verá libre del pa- go de todo derecho de exportación durante un plazo de 15 años a partir de la re- glamentación de la presente ley.
Artículo 4º.- La presente ley deberá ser reglamentada dentro de los noventa (90) días de su publicación.
Artículo 5º.- El Poder Ejecutivo Nacio- nal designará a la autoridad de aplicación de la presente ley.
Artículo 6º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El éxito del plástico deriva de su versa- tilidad para su utilización en los más variados fines. No hay industria que no se valga en mayor o menor medida del uso del plástico. Casi todo lo que el ser hu- mano consume está fabricado con componentes plásticos o contenido en envases y envoltorios de dicho material. En 2012 se estimó una producción mundial de plástico de 241 millones de toneladas (1) , consumiendo el 4% del petróleo comer- cializado, y se estima que supere los 300 millones de toneladas para 2015 (2) . En nuestro país se calcula un consumo de alrededor de 43 kg de plástico al año por persona (3) .
Estos plásticos generalmente son sin- téticos, es decir fabricados por la polimerización de compuestos derivados del pe- tróleo, y no son biodegradables. Y si bien existen métodos para su reciclado, como es el caso, por ejemplo, de los envases descartables, ello resulta muy limitado, ya que los materiales que los componen están formados por estructuras difíciles o casi imposibles de separar en capas o partículas menores. Debido a estos incon- venientes, el tratamiento de los plásticos descartados como basura se ha vuelto un problema ambiental cada vez más serio. Debemos considerar además que el petróleo a partir del cual se obtienen los plásticos, es una fuente de energía no re- novable. Esta particularidad y el impacto negativo en el ambiente antes menciona- do, han llevado a que en la actualidad se dediquen muchos esfuerzos para el desarrollo y la fabricación de bioplásticos biobasados en todo el mundo.
Los bioplásticos existen desde hace décadas. En 1925, el microbiólogo Maurice Lemoigne descubrió el primer polihi- droxialcanoato (PHA) mientras trabajaba con la bacteria Bacillum megaterium. Como se puede apreciar, no son un invento reciente, pero durante el último siglo su utilización no ha sido masiva debido a que no podían competir económica ni cuantitativamente contra los plásticos derivados del petróleo (PP, PVC, PET, PE, PS, PC, ABS, entre otros). No obstante lo antedicho, los avances tecnológicos han permitido que los polímeros obtenidos en base a recursos de origen biológico se conviertan en materiales viables y competitivos para suceder
a los plásticos convencionales, brin- dándoles resistencias similares y a bajo costo de producción. Por lo menos así lo afirman desde el sector cuando, basándose en el
gran crecimiento del mercado hasta el año 2018, se pronostica una capacidad de producción mundial de bioplásticos de 6,731 millones de toneladas (4) .
Los bioplásticos son materiales con ca- racterísticas análogas a los plásticos confeccionados a partir del petróleo pero fa- bricados a partir de recursos renovables como por ejemplo, el almidón, la celulosa y determinadas melazas. Estos plásticos no deben ser confundidos con los plásti- cos biodegradables, ya que hay bioplásticos que no son biodegradables como así también plásticos sintéticos que sí lo son como ser la policaprolactona.
Cuando definimos bioplásticos o plás- ticos biodegradables tenemos que tener en cuenta su origen y su capacidad para biodegradarse, lo que depende de su estructura química independientemente de la materia prima con la que estén fabricados. Es decir que no todos los plásticos de origen natural son biodegradables y no todos los plásticos de origen petroquí- mico no lo son. Así, por un lado, tenemos los plásticos biobasados, que son aque- llos cuya materia prima procede de recursos renovables naturales. Por otro lado, tenemos a los polímeros sintéticos biodegradables. Dentro del primer grupo están los biopolímeros biodegradables como el almidón, la celulosa, lignina, quitosanos y proteínas como la gelatina como así también polímeros no biodegradables como el polietileno fabricado a partir de caña de azúcar. También son polímeros biode- gradables aquellos que se obtienen por síntesis microbiana como el polihidroxibu- tirato (PHB). Finalmente, en el segundo grupo se encuentran plásticos sintéticos que son biodegradables como el alcohol polivinilico y las poliesteramidas.
La biodegradación, por su parte, es un proceso por el cual los microorganismos del ambiente convierten los materiales en sustancias simples como agua, dióxido de carbono y biomasa. Este proceso de- pende básicamente de las condiciones ambientales como la temperatura, hume- dad, presencia de oxígeno y flora microbiana. Por lo tanto, simplemente decir que un material es biodegradable sin especificar el periodo de tiempo y las condiciones ambientales requeridas resulta ambiguo y hasta engañoso.
Por eso, es necesario vincular esta ca- pacidad con un parámetro fijo, tal como los estándares internacionales menciona- dos en el artículo 3° de esta ley. Para ello, elegi
mos aquellos que tienen mayor rai- gambre y son utilizados habitualmente por las empresas, organismos internaciona- les y gobiernos, tales como las normas ISO(internacionales) , ASTM (Estados Unidos de Norteamérica) y EN (Unión Europea).
Por ejemplo, la especificación EN 13432, considerada como la más abarcativa, dispone que en Europa, para que un plástico pueda catalogarse como biodegradable, debe descomponerse en 12 se- manas, bajo determinadas condiciones, en fragmentos de menos de 2 mm. Para poder degradarse en el terreno, debe demostrarse además que no supera deter- minadas concentraciones de metales pesados y que no perjudica la fertilidad de suelo.
La biodegradabilidad y la reutilización del desperdicio producido por los bioplásticos depende de la existencia de deter- minados factores. Un bioplástico biodegradable tardará más años en degradarse en condiciones ambientales que no sean acordes a aquellas para las que fue di- señado. Aun así, estamos hablando de unos pocos meses o años (5) , lo cual si- gue distando muchísimo de los 400 a1000 años que pueden requerirse para que los plásticos convencionales se degraden en el medioambiente.
A continuación se ofrece una descrip- ción de los principales tipos de bioplásticos.
Polímeros extraídos de bioma- sa:
Son aquellos que provienen de polisa- cáridos (almidón, celulosa, pectina), proteínas (soja, gluten, caseína) u otros com- ponentes naturales (lignina). Comúnmente, se utiliza el almidón como base debido a su abundancia en la naturaleza, su fácil extracción y sus bajos costos competiti- vos en el mercado.
Los polímeros derivados del almidón son materiales termoplásticos resultantes del procesado del almidón natural por medios químicos, térmicos o mecánicos. Asimismo, es posible hacer copolímeros con otros biopolímeros para obtener materiales tan flexibles como el polietileno o tan rígidos como el poliestireno.
El almidón comercial se obtiene de las semillas de cereales como el maíz, el trigo, varios tipos de arroz y de la papa, la mandioca y otros tubérculos.
El almidón es 100% biodegradable se- gún la normativa EN 13432; sin embargo, determinados copolímeros, en un alto grado de sustitución, pueden afectar negativamente su biodegradabilidad.
La mayor desventaja de estos políme- ros obtenidos del almidón es su solubilidad en el agua, lo cual les da poca resis- tencia mecánica y química a la humedad. Por dicho motivo generalmente se lo modifica mezclándolo con otros materiales o convirtiéndolo en ácido láctico para conseguir PLA (Ácido poliláctico).
Ácido Poliláctico (PLA)
El PLA es un poliéster alifáctico deriva- do al 100% de materias primas renovables. Se lo produce a partir del ácido láctico, mediante un proceso de polimerización química. El ácido láctico se obtiene de la fermentación anaerobia de substratos que contengan carbono, ya sean puros (glucosa, lactosa, etc.) o impuros (almidón, melazas, etc.), mediante la utilización de microorganismos, bacterias y ciertos hongos. Sus propiedades mecánicas son buenas en comparación con otros biopolímeros, sin embargo presentan baja resis- tencia a los impactos. La dureza, rigidez, resistencia al impacto y elasticidad, son propiedades importantes en aplicaciones para botellas de bebidas, son similares a las del PET, aunque la menor estabilidad termomecánica en contacto con agua, proporcionaría un menor tiempo de vida útil de las botellas envasadas de PLA.
Asimismo, las propiedades anterior- mente citadas junto con su alto módulo de flexión y transparencia lo hacen compa- rable con otros materiales como el celofán.
Tiene una temperatura de reblandeci- miento baja (~50-60ºC) y se degrada rápidamente por encima de esa temperatura en condiciones de alta humedad, lo que plantea problemas para aplicaciones de almacenamiento de productos y su uso en automóviles.
El PLA presenta buenas propiedades al actuar como barrera frente a olores y sabores. Tiene también alta resistencia a grasas y aceites. Por su estructura lineal alifática, el PLA tiene además una buena resistencia a la radiación UV, en contraste con los polímeros aromáticos.
Para mejorar sus propiedades y que pueda competir con plásticos flexibles de uso común, el PLA puede modificarse con agentes plastificantes o mezclándolo con otros polímeros.
El PLA es resistente al ataque de mi- croorganismos en suelos o lodos a temperatura ambiente. El polímero debe prime- ro hidrolizarse a temperaturas superiores
a 58ºC para reducir el peso molecular antes de que la biodegradación comience. Por tanto, no es biodegradable en con- diciones ambientales típicas, lo cual hace que en condiciones normales de uso y almacenamiento sea un plástico bastante estable.
Polihidroxialcalonoato (PHA):
Los PHA son poliésteres sintetizados por ciertas bacterias constituidos por unidades repetitivas de diversos hidroxácidos o mezclas de ellos. Al igual que el PLA, los PHA son poliésteres alifáticos produci- dos mediante fermentación de materias primas renovables. Sin embargo, mientras que la producción de PLA es un proceso en dos etapas (fermentación para obte- ner el monómero, seguida de un paso convencional de polimerización química), los PHA son producidos directamente mediante fermentación de una fuente de carbono por parte del microorganismo.
Entre sus características podemos mencionar que son insolubles en agua, presentan un considerable grado de poli- merización, no son tóxicos, son biocompatibles, presentan propiedades piezoeléc- tricas, pueden obtenerse a partir de materias primas renovables o incluso CO2 (si se obtienen a partir de plantas) y son todos biodegradables.
A pesar de las evidentes ventajas de los PHA frente a los plásticos derivados del petróleo, su uso actual está* muy limi- tado debido a su alto costo de producción. Esto podrá revertirse en caso de que se mejoren los procesos para su obtención y en caso de subir el precio del petró- leo.
Habiéndolos presentado, cabe pregun- tarse entonces por qué proponemos que se fomente el uso de estos tipos de plás- ticos. El principal objetivo de este proyecto de ley es reducir la contaminación que produce el desperdicio de productos que, por naturaleza, tienen una vida útil muy corta para el hombre, pero persisten en el medio ambiente durante cientos de años como residuo. También apunta a independizarse paulatinamente de la utili- zación del petróleo, que es un recurso no renovable. Creemos que es un desper- dicio destinar un recurso finito a la producción de bienes cuya vida útil es de tan solo unos pocos días u horas.
Los bioplásticos biodegradables, en condiciones ambientales normales, se degradan en un 60% en un período de 180 días, y hasta un 90% en 6 meses. De este proceso, bajo exposición aeróbica, los únicos residuos que permanecen son H2O, CO2 y biomasa. Debemos agregar CH4 si el proceso ocurre bajo condiciones anaeróbicas, aunque esta no sería la opción ideal.
De todas maneras, si al bioplástico biobasado biodegradable no se le aplica un correcto proceso de disposición final, su duración en el medio ambiente es de apenas unos pocos años, jamás alcan- zando los cientos de años que tardan aquellos plásticos sintéticos no biodegrada- bles.
Otro aspecto positivo que vale la pena mencionar es que los bioplásticos biobasados poseen el potencial de reducir la emisión CO2 o eventualmente ser neutral en este aspecto. Esto es así porque a medida que el cultivo en el que se basa el bioplástico crece, absorbe CO2 de la atmósfera, mientras que los plásticos fabricados a partir de hidrocarburos liberan dióxido de carbono y metano, gases ellos que favorecen el efecto invernadero causante del calentamiento global (6) .
Otra gran ventaja de estos plásticos es que incrementan la cadena de valor de los productos agrícolas e incluso fomenta la utilización de determinados desechos de determinados cultivos. Ello permite aumentar la demanda de productos agrícolas, con lo que se favorecería el desa- rrollo de las zonas rurales. Los bioplásticos también ofrecen opciones sostenibles y eficientes para los residuos plásticos al final de su vida útil, ya que pueden elimi- narse de muchas formas, como por ejemplo mediante recuperación energética, reciclaje mecánico, compostaje, digestión anaerobia y reciclaje químico.
Un temor, aunque infundado, respecto de la fabricación de plásticos en base a determinados cereales es la competencia por el suelo cultivable entre ellos y los cultivos destinados a alimentos. Según un estudio realizado en el año 2011 por la Organización Europea de Bioplásticos (7) , la cantidad de tierra dedicada al cultivo de materia prima destinada a la producción de bioplásticos biobasados fue de un 0.1% de la superficie global cultivable (8) (0.6 millones de hectáreas), mientras que los biocombustibles ya utilizan un 1% (53 millones de hectáreas).
Los bioplásticos tienen un amplio es- pectro de usos. Muchas de sus aplicaciones se han presentado en las Ferias Kunststoffe 2004 e Interpack 2005, realizadas en Düsseldorf, Alemania. Entre ellas se pueden mencionar:
- films de PLA para envasar produc- tos frescos: frutas y verduras, quesos y productos de panadería;
- bandejas termoformadas rígidas de PLA cristal con tapa, para productos de confitería, pastas frescas y otros produc- tos frescos (ensaladas y ensaladas de fruta, etc.);
- botellas de PLA para agua mineral y productos lácteos;
- envases de PLA para CDs y com- ponentes electrónicos;
- bandejas de PLA para dispositivos descartables de uso en medicina humana y diagnóstico;
- vajilla descartable de PLA (por ejemplo vasos descartables de dispensers de agua);
- bandejas de polímero sobre la base de almidón de maíz, solubles en agua, utilizadas para bombones de chocolate y galletitas;
- films biodegradables sobre la base de almidón, con macro y microperforaciones para permitir la respiración de frutas y vegetales envasados;
- films de celulosa modificada para envases de dulces, chocolates y productos de panadería;
- cintas adhesivas de celulosa modi- ficada;
- bandejas fabricadas con Mater-Bi (r) expandido (Novamont) -mezclas de almidón y polímeros sintéticos biodegrada- bles- para productos frescos;
- films de Ecoflexâ (BASF), que son poliésteres biodegradables para bolsas de residuos orgánicos; films para uso en agricultura (plasticultura); envases de frutas, ensaladas, hortalizas frescas y pro- ductos congelados; se lo puede biorientar para obtener films stretch, (similares a los usados en nuestros hogares para envolver alimentos); puede usarse también como recubrimiento de bandejas de celulosa o almidón; films de mezclas de Eco- flex (r) con PLA y almidón, para envasado de alimentos con atmósfera modificada (MAP), etc. (9)
Existen grandes empresas multinacio- nales que se valen de los bioplásticos biobasados para aplicarlos a diversos pro- ductos. Entre ellas se pueden mencionar a Novamont (Italia) NatureWorks (EEUU). Las automotrices Ford, Mercedes Benz, Volkswagen y Toyota han intro- ducido los bioplásticos aplicándolos en los componentes plásticos, alfombras y re- vestimientos de sus modelos. Motorola y Panasonic los emplean en cubiertas para sus teléfonos móviles. Empresas dedicadas a la electrónica como Pioneer, Sanyo o Sony han desarrollado discos de almacenamiento y Fujitsu, Hewlett-Packard o NEC carcasas de computadoras a partir de diversos mate
riales bioplásticos. Las empresas Sony y DoCoMo de Japón crearon conjuntamente el primer teléfono celular hecho de plástico vegetal biodegradable, a base de maíz. (10) Estos antecedentes deben servirnos para darnos cuenta del gran mercado que Argentina debe aprovechar mediante el agregado de valor a sus productos agrícolas, aunque vale mencionar que el interés por el bioplástico no es ajeno a las instituciones científicas del país. El INTI se encuentra trabajando desde el año 2012 junto con otras empresas y centros de investigación internacionales para el desarrollo de botellas biodegrada- bles (11) "PHBottle" a partir de los azúcares y desechos orgánicos presentes en las aguas residuales de las plantas procesadoras de jugos frutales. Por otro lado, investigadores del IPAF NEA (INTA) se encuentran desarrollando un material bio- degradable derivado del almidón de la mandioca para la producción familiar y local de empaques contenedores de frutas regionales. (12) Mientras que en el Depar- tamento de Industrias de la Facultad de Ciencias Naturales de la UBA, desarrolló una película comestible elaborada sobre la base de vitamina C (polímeros), que logra proteger a los alimentos de la oxidación durante más tiempo. (13)
Cabe agregar también que en nuestro país, la preocupación por la contaminación que producen los plásticos convencio- nales se encuentra plasmada en numerosos antecedentes legislativos, tales como las leyes 7319/04 (Mendoza), 8277/08 (La Rioja), 2569/08 (Neuquén), 13868 (Prov. de Buenos Aires), 4417/09 (Río Negro), entre otras. Pero la solución es in- suficiente, ya que sólo se acota a las bolsas de supermercado, sin tener en cuenta otros productos como bandejas, envoltorios o envases descartables.
Dado el tema que estamos tratando, resulta crucial hacer mención a los daños a la salud y el medio ambiente que los plásticos convencionales pueden causar. Dentro de los efectos nocivos de la pro- longada permanencia del plástico en el ambiente, podemos listar su contamina- ción visual, la saturación que producen de los rellenos sanitarios, y la perturbación y el daño que infligen al ecosistema marino. De acuerdo al reporte (14) realizado por la United Nations Environment Programme, se estima que casi el 90% de la basura marina que se encuentra flotando en la superficie del océano está consti- tuida por plástico o ítems de poliestireno.
Según otro estudio (15) que cuantificó la cantidad mundial de desechos plásticos que llegan a los mares anualmente, li- derado por la oceanógrafa Jenna Jambeck y la profesora de investigación en oceanografía de la Asociación Educación del Mar de los Estados Unidos, Kara La- vender Law, Argentina se ubica en el puesto 28 de los países que más contami- nan los mares con este tipo de desperdicio. En el año 2010 solamente generó 157.777 toneladas de basura plástica por mal manejo, y se pronosticó que esa cantidad casi se duplicará en 10 años si todo sigue igual, alcanzando unas 320.197 toneladas.
Esta masa descomunal de plástico im- pacta negativamente en la fauna marina. Conforme lo indica un estudio (16) reali- zado por científicos de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Orga- nisation de Australia, el, 90% de 186 especies de aves marinas poseen plástico en su estómago. Estima que este número se incrementará a 99% en todas las espe- cies de aves marinas para 2050. El trabajo (17) del fotógrafo Chris Jordan captura claramente en imágenes lo antedicho.
El mismo mal, aunque en menor por- centaje, es sufrido por otras especies como lobos marinos, focas, peces, tortugas marinas y ballenas (18) , que confunden bolsas de plástico y otros desperdicios con alimento.
Asimismo, por los efectos del sol, el contacto con el mar y el oxígeno, los residuos plásticos que se encuentran en el océano se fraccionan en micropartículas que luego son incorporadas a la cadena alimentaria de la fauna oceánica, transfiriéndose en última instancia a nuestro or- ganismo. (19)
A modo de conclusión, creemos que el fomento de la producción e investigación de bioplásticos biobasados biodegrada- bles es un paso hacia un futuro más sustentable, menos contaminante y que hace un uso más sensato y responsable de los recursos naturales. Ello es lo que pro- ponemos en el presente proyecto de ley para que, gracias a determinados benefi- cios fiscales y arancelarios se incentive en Argentina la fabricación de bioplásticos. No hacerlo, sería atentar contra nuestra potencia
lidad como país productor de estos ma- teriales, ya que si bien se encuentran en una etapa embrionaria, plásticos como los derivados del almidón y el PLA presentan pre
cios competitivos en el mercado y hoy ya son usados para la confección una amplia gama de productos. Es un movi- miento que ocurre en gran parte del mundo, y del cual eventualmente deberemos participar para nuestro beneficio, tanto ambiental como económico y social.
Bajo las adecuadas condiciones de temperatura, humedad y presión, los desechos bioplásticos biobasados biodegra- dables desaparecen en tan sólo unos pocos meses, permaneciendo en el ambien- te por mucho menos tiempo que un plástico convencional. Y al degradarse, sólo dejará a su paso sustancias simples no perjudiciales para el medio ambiente. El ritmo de generación de residuos propio de la vida moderna que llevamos es insos- tenible. Sus efectos ya son patentes en todo el mundo. Si no tomamos medidas urgentemente y a gran escala, el legado que le dejaremos a las futuras generacio- nes, en flagrante violación de lo que dispone nuestra Constitución Nacional en su artículo 41, será un gran relleno sanitario.
Por otro lado, Argentina cuenta con una superficie cultivable excepcional, y un sector agropecuario que, posee un po- tencial enorme de producción, como lo ha venido demostrando a lo largo de su historia. La apertura del sector agrícola a la producción de este tipo de materiales generará un nicho el mercado que lo fortalecerá y que generará un mayor empleo de mano de obra.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pa- res la aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
AGUILAR, LINO WALTER SAN LUIS COMPROMISO FEDERAL
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
INDUSTRIA (Primera Competencia)
RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO
PRESUPUESTO Y HACIENDA