PROYECTO DE TP
Expediente 5398-D-2013
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LAS ESTADISTICAS RECIBIDAS DE LA UCA, ACERCA DE QUE MIENTRAS UN 44% DE TRABAJADORES LOGRAN EMPLEOS CON PLENOS DERECHOS, EL RESTO QUE ESTA AFECTADO POR LA DESOCUPACION, LA INFORMALIDAD O EL SUBEMPLEO SIN ESTABILIDAD.
Fecha: 23/07/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 95
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar preocupación por
las estadísticas recibidas de la UCA acerca de que mientras que el 44% de
los trabajadores logra un empleo con plenos derechos, el resto está afectado
por la desocupación, la informalidad o el subempleo sin estabilidad.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Mientras que el 44% de los
trabajadores logra un empleo con plenos derechos, el resto está afectado
por la desocupación, la informalidad o el subempleo sin estabilidad, según
datos de la UCA
Si se cuenta a los
desocupados, a quienes tienen empleos precarios o informales y a
los trabajadores con ocupaciones por pocas horas semanales,
resulta que el 56% de las personas económicamente activas tienen
problemas laborales. Es decir: sólo 44% tiene un empleo pleno y
con acceso a los derechos de la seguridad social, como la obra
social, la previsión para la jubilación y el seguro de riesgos de
trabajo.
Los datos, que si se
extrapolan al total de la población describen una realidad
problemática para alrededor de 9,5 millones de habitantes de la
Argentina, surgen de los resultados del Barómetro de la Deuda
Social de la Universidad Católica Argentina, que fue presentado ayer
por el economista Agustín Salvia, coordinador del trabajo de ese
centro de estudios. El relevamiento fue realizado en los últimos
meses de 2012 en 5712 hogares, en los que viven unas 19.000
personas.
Del total de personas
que se definen como activas, el 35,3% tiene una ocupación
precaria, lo que significa que hacen actividades con continuidad,
pero sin participación en el sistema de la seguridad social. Otro
11,3% está subocupado de manera inestable, porque hace changas
o tareas en forma temporaria, por lo general percibiendo bajos
ingresos.
El índice, en este caso,
aumentó en 2012 más de dos puntos en comparación con el 9%
obtenido en el relevamiento de 2010. ¿Las causas? Un déficit en la
creación de empleo formal en las empresas llevó a que un número
de trabajadores se volcara a hacer actividades de subsistencia. Por
otra parte, y tal como se había informado días atrás, para la UCA el
desempleo resultó de 9,3% de los activos, una tasa más elevada
que la informada por el Indec para el cuarto trimestre de 2012, de
6,9 por ciento.
Según destacó Salvia,
los números muestran que las políticas de los últimos años no han
sido estratégicas para lograr reducir en forma significativa la
desigualdad social. De hecho, los déficits vinculados con las
condiciones laborales, pero también con el acceso a los alimentos y
con las condiciones de la vivienda y el hábitat, están concentrados
en la población del estrato socioeconómico más bajo. Si se
considera al 25% de los habitantes socialmente más vulnerables,
resulta que sólo cuenta con pleno empleo el 12,4 por ciento. El
índice trepa al 71,8% entre los trabajadores mejor ubicados en la
pirámide social.
El empleo precario
afecta al 40,7% entre quienes están en el estrato más bajo, contra
una tasa del 23,8% en el sector mejor posicionado. El subempleo
inestable no es relevante en la población de mayores ingresos, pero
supera el 30% entre los más pobres.
El informe presentado
ayer en la UCA también confirma que, según el relevamiento, la
pobreza afecta al 26,9% de la población, en tanto que la indigencia
marca la vida del 5,8% de las personas.
A esos resultados se
llega comparando los ingresos declarados por los hogares con el
valor de dos canastas de consumo. En el estudio de la UCA, el
precio de esos productos se obtuvo a partir de datos elaborados por
oficinas de estadísticas provinciales, centros de estudios y
consultoras privadas. Así, para estimar la pobreza, se consideró que
una familia tipo (matrimonio y dos niños) no debería ganar menos
de entre $ 2905 y $ 3022 al mes. Para esquivar la indigencia
(situación de carencia de ingresos suficientes sólo para procurarse la
alimentación más básica), el ingreso requerido es de entre $ 1394 y
$ 1449 (para llegar a los índices de pobreza e indigencia
mencionados en el párrafo anterior se tomó el valor máximo en
cada caso).
Las cifras distan mucho
de las difundidas por el Indec, que al asignar a las canastas valores
de $ 1588 y $ 714, respectivamente (siempre referidos a fines de
2012), difundió tasas de pobreza e indigencia de 5,4 y de 1,5% de
la población del país.
Otro dato que es señal
de precariedad e inestabilidad laboral es el llamado "índice de
desempleo ampliado". Se trata del porcentaje de personas que
estuvieron al menos una vez, durante el último año, sin ocupación.
Esa tasa llegó al 24,1% de los trabajadores encuestados y trepó
hasta el 37,7% entre el 25% más pobre.
El índice de
trabajadores sin aportes a la seguridad social también muestra una
gran disparidad. El problema afecta a una de cada cuatro personas
en el sector social medio alto, y a más de ocho de cada diez en la
parte baja de la pirámide.
La situación dispara su
impacto en muchos aspectos que hacen a la calidad de vida. Sólo un
ejemplo: más de la mitad de la población del estrato más bajo
considera que sufre problemas de salud, en tanto que el índice es
de 25,5% entre la población con mayor acceso a bienes y
servicios.
Fuente: LA NACION
18/7/2013
Por todo lo expuesto, es que
vengo a solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LEGISLACION DEL TRABAJO (Primera Competencia) |