La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la actuación de la delegación argentina y felicitar a quienes han obtenido medallas en las diferentes disciplinas durante la realización de la XVI edición de los Juegos Deportivos Panamericanos realizados en Guadalajara, México entre el 14 y el 30 de octubre.

Señor presidente:

El deporte argentino ha mostrado una importante evolución en los Juegos Panamericanos, cuya XVI edición se desarrolló en Guadalajara, México, entre el 14 y el 30 de octubre.

La misión argentina, tal como se denomina a la delegación total en este tipo de competiciones multidisciplinarias, estuvo integrada por 486 atletas, que compitieron en treinta y cuatro deportes y subieron al podio en veinticuatro de ellos.

En ese contexto también se mejoraron muchas marcas personales, se lograron récords argentinos y se obtuvieron diez clasificaciones para los Juegos Olímpicos de Londres.

Con un total de 75 medallas se alcanzó el cuarto lugar en el registro histórico del deporte argentino en la competición continental, sólo superado en México en 1955 (83) y cuando el país fue sede de los Juegos en 1951(154) y en 1995 (159). Veintiuna de aquéllas fueron doradas, casi duplicando las obtenidas en la edición anterior en Río de Janeiro (11) y valieron para trepar al séptimo puesto del medallero general, lo que no se conseguía desde Winnipeg en 1999.

Todos los países que lograron mejores resultados que Argentina tienen presupuestos oficiales que superan holgadamente al que, en ésta se destina al rubro. Sin embargo, los aportes provenientes del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), organismo mixto integrado por el COA y la Secretaría de Deportes de la Nación que fuera creado por ley nacional a fines del 2009, han permitido reducir la brecha y posibilitaron una sustancial mejora en las condiciones de preparación de los atletas, lo que es públicamente reconocido por ellos y se ha visto claramente reflejado en estos guarismos.

Más allá de todo lo señalado debe destacarse el enorme esfuerzo realizado para obtener estos logros por los deportistas argentinos, por los cuerpos técnicos que colaboran con ellos y por los dirigentes que coordinan las actividades de las distintas disciplinas. Casi todos siguen siendo aficionados que - en el mejor de los casos - reciben becas oficiales, mientras que constituyen una minoría quienes viven del deporte practicándolo profesionalmente o quienes cuentan con algún tipo de sponsorización.

El deseo de sana emulación que despiertan los deportistas exitosos sirve de estímulo para que muchos niños y jóvenes se vuelquen a la práctica de la actividad física lo que habrá de redundar en su beneficio personal y en el de la sociedad toda.

Por lo expuesto es que considero que la HCDN debe expresar su beneplácito y solicito a mis pares que me acompañen en la propuesta.