PROYECTO DE TP
Expediente 5324-D-2011
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR LA CONCESION DE LA 51 EDICION DEL PREMIO EMECE A LA NOVELA "EL PAIS IMAGINADO" DEL ESCRITOR ARGENTINO EDUARDO BERTI.
Fecha: 02/11/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 165
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Manifestar
su beneplácito por la concesión de la 51ª edición del
Premio Emecé a la novela "El país imaginado" del escritor
argentino Eduardo Berti.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
I. Un premio de novela
La imaginación, tan caudalosa como
incesante, no tiene límites. La realidad podría ser el sueño de un demiurgo desvelado
por un llamado telefónico. Eduardo Berti, explorador de fina estampa del frágil
equilibrio entre lo real y lo imaginario, es el ganador de la 51ª edición del Premio
Emecé de Novela con El país imaginado, una ficción ambientada durante las primeras
escaramuzas entre China y el imperio japonés durante la Segunda Guerra Mundial,
narrada por una adolescente china cuya familia, tradicionalista, asiste a la agonía de la
abuela, eje emocional y mental de toda la casta. Como si los tiempos verbales se
agitaran en un remolino regido por el azar, en el Museo Metropolitano el presente de la
ceremonia de entrega de este galardón dotado de 30 mil pesos no fue otra cosa que
una partícula del pasado eyectada al futuro. Las palabras de agradecimiento del
flamante ganador, que reside desde 2008 en Madrid, llegaron a través de un video.
"Mientras ustedes están allá, yo voy a estar acá, seguramente durmiendo, soñando tal
vez con esto mismo que está ocurriendo ahora. Y no me parece tan inapropiado,
tratándose de una novela donde los sueños y las fronteras imprecisas entre la realidad
y lo imaginado son tan importantes -dijo el escritor-. Estoy muy contento y me voy a
seguir durmiendo, más contento que antes."
La novela premiada, que estará en las
librerías de todo el país el próximo mes, fue elegida por unanimidad entre las 243
obras presentadas en el concurso. Los miembros del jurado, integrado por Claudia
Piñeiro, Leopoldo Brizuela y Pedro Mairal, hilvanaron una urdimbre de elogios para
fundamentar su elección. El país imaginado es "una novela bella por su prosa, por el
mundo en el que nos permite sumergirnos, por los personajes que nos presenta -
destacó Piñeiro-. Con una escritura impecable, Berti nos cuenta una historia que no
nos será posible olvidar. Una de esas que acompañan para siempre." Mairal subrayó la
"maestría de un estilo exacto y suave, con pleno dominio narrativo, combinado con el
pudor y la sensualidad" de una trama que revela "cómo la flor secreta de una vida se
abre paso entre las piedras más duras de la tradición". Brizuela aseguró que "desde la
primera línea, quedamos presos del encanto de una voz inolvidable, segura y delicada
a la vez, intensamente conmovedora; y vamos recibiendo el regalo de un mundo y de
una historia extraordinaria, como si escucháramos, de pronto, el más inesperado y
hermoso de nuestros propios secretos".
Antes de cumplir la promesa de continuar
durmiendo, Página/12 ataja al escritor en su departamento en Madrid, casi con un pie
en la cama. "En general me pasa que primero tengo una idea, una historia, y que esa
idea impone un lugar y una época. Ya me ocurrió con Agua y con La mujer de
Wakefield, sobre todo. Acá, de nuevo, el viaje es doble: otro país y otra época.
Supongo que eso ya empieza a ser una especie de sello personal, pero no lo hago a
propósito ni con una especie de programa", aclara. Berti comenzó a leer varios libros
clásicos, viejos cuentos de fantasmas y textos que retratan las supersticiones del
gigante asiático, desde que su mujer decidió estudiar chino, hace unos seis años. "La
cultura china es muy supersticiosa y, curiosamente, muchas de las supersticiones
tienen que ver con homofonías: con dos palabras que suenan casi igual, salvo, a
menudo, un matiz tónico -repasa el ganador del Premio Emecé-. En un momento leí
acerca de la escritura secreta de las mujeres, llamada nu-shu, y eso me fascinó.
Resulta que en la antigua China las mujeres tenían prohibido escribir, entonces
remediaron el asunto, burlaron la ley, inventando un sistema paralelo que, a los ojos
de los hombres, eran simples líneas de bordado en un almohadón o en una tela. Pero
esos bordados comunicaban palabras, esos signos conformaban una lengua. Otra cosa
que me fascinó fue la práctica de las llamadas bodas fantasmas, en las que un vivo se
casa con una muerta. Todo esto me fue disparando una historia que no pude ni quise
ambientar en otro sitio."
La narradora de El país imaginado no
tiene nombre. "Su gran amiga -la chica que ella idolatra, Xiaomei- la llama Ling, pero
esto se debe a un error -anticipa Berti-. Xiaomei entiende en un momento, al
comienzo de su vínculo, que la narradora se llama Ling y la narradora decide no
corregirla porque le gusta que su amada Xiaomei la llame de otra manera, le gusta
tener un nombre especial para esa persona especial. En verdad, nunca se dice el
nombre de ninguno de los miembros de la familia; ellos son el padre, la madre, el
hermano y la abuela. Todos los demás personajes, en cambio, sí tienen nombre." La
llamada Ling, entonces, es una adolescente que tiene 14 años. Trabajar la voz de esa
joven fue "fascinante" para el escritor. "Me habitó literalmente durante meses, como si
me dictara su vida, su historia. Toda la novela tiene, en la superficie, algo de antípoda:
China, cien años atrás, primera persona femenina, edad temprana. Pero detrás de ese
supuesto y real distanciamiento, el libro habla de cosas totalmente próximas y
familiares. Me gusta la literatura que indaga el frágil equilibrio entre lo universal y lo
singular, como también entre lo real y lo imaginario", admite el autor de Todos los
Funes, novela finalista del Premio Herralde 2004.
En las páginas de El país imaginado China
no es un país ciento por ciento real. "No me interesó escribir una novela de
documentación histórica, pero al mismo tiempo me documenté con absoluta libertad,
una especie de 'documentación poética' -comenta Berti-. La abuela de la narradora,
un personaje muy importante, dice que la muerte es para ella un país imaginado. Y la
narradora siente que, en su caso, es al revés: que toda la vida que ella tiene por
delante es otro país imaginado." ¿Qué sucede cuando una tradición es puesta en
cuestión? ¿Cómo se vive ese momento bisagra en que se quiebran ciertas certezas y se
vislumbran los cambios? "Como lector y como escritor, me gusta que haya una tensión
entre las convenciones o convicciones y lo inesperado, lo imprevisto, lo que viene a
romper lo que se considera 'normal' -afirma-. Puede ser que en mis cuentos esto
aparezca más a menudo con un ropaje fantástico. En mis novelas, en cambio, me
parece que se plantea por medio de otras formas y estrategias de extrañamiento o
desfamiliarización. Pero ya sabemos que el autor no es el mejor parado para analizar
sus libros."
II. Consideraciones finales
Por el alto valor cultural de esta distinción es que
solicitamos la aprobación de este proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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MORANTE, ANTONIO ARNALDO MARIA | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |