PROYECTO DE TP
Expediente 5323-D-2015
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES VINCULADAS CON EL MONTO Y ESTADO DE LA DEUDA QUE LA REPUBLICA DE CUBA MANTIENE CON NUESTRO PAIS
Fecha: 29/09/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 132
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional
para que en los términos del art. 100 inciso 11 de la Constitución Nacional, a
través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas; Banco Central de la República Argentina; Banco de Inversión y
Comercio Exterior (BICE) y demás organismos competentes en la materia,
informen a la H. Cámara de Diputados de la Nación acerca de los siguientes puntos
vinculados al monto y estado de la deuda que la República de Cuba mantiene con
nuestro país.
1.-Precisar el monto actual de la
deuda que mantiene Cuba con la República Argentina, indicándose la composición
de la misma en cuanto a capital e intereses.
2.- Especificar cuál es la situación
legal y evolución del preacuerdo alcanzado el día 13 de octubre del año 2003 por
el entonces ministro argentino de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y
Culto, Dr. Rafael Bielsa, con el presidente hasta 2009 del Banco Central de Cuba,
Francisco Soberón, y con el, a la sazón, canciller cubano, Felipe Pérez Roque,
mediante el cual se contemplaba una quita del 75 % de la deuda que Cuba
mantiene con la República Argentina.
3.- Dar cuenta respecto de las
negociaciones establecidas entre ambos gobiernos y los plazos y condiciones
convenidos para reembolsar esa acreencia.
4.- Siendo que no surge del art. 86 de
la C.N. que el Poder Ejecutivo posea facultades para condonar deudas de Estados
extranjeros para con nuestro país, especificar si se ha dispensado o liberado a la
República de Cuba de la obligación de pago en extensa mora que posee para con
nuestro país; si se ha dispuesto remisión parcial, quita, espera documentada o
novación y, en cualquier caso, cuál es el sustento juridico legal para fundamentar
dicho obrar y asimismo indicar, por qué razones o motivos no se ha puesto en
conocimiento del Congreso de la Nación.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
A pesar de la estrecha relación que
une al gobierno de la señora presidente de la Nación con su homólogo de la
República de Cuba, en ninguna de las numerosas reuniones bilaterales celebradas
parece figurar como tema de la agenda la deuda contraída por Cuba con la
Argentina que oscilaría, con intereses acumulados, en varios miles de millones de
dólares. Algunos la ubican en montos superiores a los US$ 8 mil millones, y en el
caso de Orlando Ferreres, consultor y ex viceministro de Economía la estima en
US$ 11 mil millones.
El monto original responde a
beneficios otorgados en los años 1973-1974 - cuando fue ministro de Economía
José Ber Gelbard -y durante la gestión del presidente Alfonsín. A partir del 2003, el
canciller Rafael Bielsa, por indicación presidencial, analizó alternativas de pago con
el Banco Central cubano. Las gestiones continuaron en el período 2005-2007. No
hay registro público que se hayan mantenido.
La única deuda perdonada por la
Argentina fue la de Bolivia en 1989. Es lamentable que las relaciones con Cuba,
salvo en la retórica, no se hayan asumido con mayor responsabilidad y seriedad.
Es de esperar que las perspectivas cambien con una mejor diplomacia y el vínculo
bilateral adquiera intensidad conforme al realismo que empieza a germinar en La
Habana. (Fuente: Roberto García Moritán, diario Clarín y El Economista).
Con el presente, se actualiza los
expedientes de mi autoría 296-D-.2014 y 8521-D.-2013, siendo dable recordar los
fundamentos allí expresados: es público y notorio que la República Argentina sufre
un nuevo y cíclico estrangulamiento financiero, con caída de reservas, fuga de
capitales, falta de inversiones y, para colmo, creciente inflación.
Hoy el dólar escasea y en contraste -
a pesar del proclamado desendeudamiento - el país se ve compelido a cumplir
obligaciones por miles de millones de dólares, como es el caso de los Boden 2015
de próximo vencimiento. Asimismo, tenemos una ascendente deuda interna, por
ejemplo con nuestros jubilados, sin mencionar la deuda contingente.
En este cuadro, debemos empeñarnos
por recuperar nuestras acreencias, además de recrear un clima de seguridad
jurídica y estabilidad que atraiga a los inversores, comenzando por los propios
capitales de connacionales que se encuentran fuera del circuito bancario y
financiero.
Cuba nos debe dinero desde los
añejos préstamos que le fueron otorgados en la gestión del ministro de Economía
José Ber Gelbard, en el año 1974. Inicialmente fueron más de dos mil
cuatrocientos millones de dólares. Es obvio que dicho crédito se ha acrecentado
considerablemente por el transcurso de más de cuatro décadas.
¿Cuentas claras conservan la
amistad? No siempre. A veces, la escasa voluntad de pago del deudor y la vista
gorda del acreedor contribuyen a mantener una relación cordial que, en principio,
debería tener más valor que precio. Es lo que prima entre las personas, no entre
los países. La Argentina ha hecho una excepción con Cuba: fracasó en sus intentos
de cobrarle un préstamo millonario que le otorgó hace cuatro décadas por medio
de un convenio de cooperación económica. El gobierno justicialista de entonces
rompió de ese modo el bloqueo impuesto en 1962 por los Estados Unidos al
régimen de Fidel Castro.
La concesión de aquel crédito fue
anunciada durante una visita a La Habana del ministro de Economía argentino,
José Ber Gelbard, en agosto de 1973. Gelbard, nacido en Polonia, criado en la
Argentina, fallecido en los Estados Unidos, era el afiliado número 525 del Partido
Comunista Argentino. Lo adoraban tanto en el régimen de Fidel Castro como en la
Unión Soviética y en el Partido Demócrata norteamericano. El dinero, unos 200
millones de dólares, fue destinado a la compra de bienes de origen argentino;
algunos de los Peugeot 404 y Ford Falcon adquiridos en esos tiempos aún circulan
en la isla.
Por el acoso de los montoneros y del
Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Perón y su viuda y sucesora, María Estela
Martínez de Perón, tomaron distancia del régimen cubano. La deuda continuó
intacta. La intervención soviética en Afganistán mejoró la relación comercial y
política de la Argentina con la Unión Soviética. La dictadura militar no adhirió al
embargo de granos dictado por el gobierno de los Estados Unidos, a cargo de
James Carter, razón por la cual las exportaciones a Moscú se incrementaron en
forma considerable.
A pesar del signo ideológico opuesto,
la Argentina pasó a ser el principal aliado de la Unión Soviética en América Latina
bajo el ala de una curiosa confraternidad con Cuba. Cual satélite, en 1980, en la
Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
con sede en Ginebra, el régimen de Fidel Castro bloqueó una resolución de los
Estados Unidos que denunciaba el drama de los desaparecidos en la
Argentina.
En 1983, en coincidencia con el
retorno de la democracia a la Argentina, el general Reynaldo B.A. Bignone le
agradeció a Fidel Castro el respaldo al reclamo de la soberanía de las islas Malvinas
en el Primer Buró de Coordinación de Países No Alineados, presidido por Cuba. En
Nueva Delhi, donde se realizó la reunión, el último presidente de facto argentino
estuvo también con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP), Yasser Arafat, cercano a los montoneros y el ERP.
El derrotero zigzagueante de Fidel
Castro concluyó en 2006 en la provincia argentina de Córdoba, donde creció el Che
Guevara. El líder de la revolución cubana participó de la Cumbre del Mercosur
como invitado especial. A finales de julio de ese año, tras sufrir una
descompensación en ese viaje, delegó el mando en su hermano Raúl. Fue el
desenlace de quien se salió de las casillas por una consulta periodística efectuada
acerca de la angustiante situación de la médica Hilda Molina, privada -por
entonces- de salir de Cuba y de conocer a sus nietos en Buenos Aires, resuelta
felizmente tres años después.
Fidel Castro, consentido por los
presidentes Néstor y Cristina Kirchner y Eduardo Duhalde después de haber
cruzado espadas con Carlos Menem (en privado se intercambiaban cigarros y
vinos) y de haber insultado a Fernando de la Rúa, está seguro de haber limpiado la
estantería con la Argentina. En su haber figura haber liquidado en condiciones más
que favorables aquella deuda contraída con el gobierno interino de Raúl Lastiri,
yerno de José López Rega, ministro de Perón y creador de la Tripe A, tras la
reanudación de las relaciones propiciada por su efímero antecesor, Héctor J.
Cámpora.
Durante la dictadura militar y el
gobierno de Raúl Alfonsín, el régimen cubano recibió otras líneas de crédito de la
Argentina a pesar del compromiso impago. Tras sucesivas refinanciaciones, la
deuda fue transferida en los noventa del Banco Central de la República Argentina
al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). En 2003, con intereses y multas,
rondaba los 2.000 millones de dólares. Cuba propuso una quita del 75 por ciento.
Era el mismo porcentaje que la Argentina había sugerido a sus acreedores privados
en el canje de deuda.
Cuatro décadas después de haber
sido contraída, aquella acreencia habría sido saldada con un irregular asiento
contable, mientras la Argentina lidia en una corte de los Estados Unidos con un
fallo del juez Thomas Griesa que le ordenó pagar 1.330 millones de dólares a
tenedores de deuda soberana incumplida. Su batalla legal es puesta como ejemplo
por el régimen de los Castro y otros gobiernos afines (Fuente: Jorge Elías,
Sudamérica Hoy SAH).
La presidenta de la República estuvo
recientemente en La Habana, con ocasión de la visita pastoral de Su Santidad
Francisco y departió muy amablemente con el ex presidente dictador de Cuba
comandante Fidel Castro Ruz y su sucesor y hermano general Rául Castro Ruz. Es
de suponer que departió con ambos acerca de esta acreencia que tenemos
pendiente de satisfacción.
Es menester que esta Cámara sea
debida y fehacientemente informada sobre el estado actual de la deuda de Cuba y
sobre las negociaciones para cobrarla, levantándose el inexplicable secreto que
pesa sobre los registros relativos a dicha acreencia, los cuales no son públicos y
son manejados con inusual reserva por el Poder Ejecutivo.
Debemos destacar lo obvio: como
toda la Argentina somos amantes de Cuba y de los cubanos, pueblo hermano por
excelencia. Además, agradecemos especialmente al presidente Raúl Castro su
inequívoco respaldo a la soberanía argentina en los archipiélagos del Atlántico Sur,
tal como lo expresó el 28 de septiembre de 2015 en la Asamblea General de la
ONU. Asimismo, nos regocijamos por la normalización -camino, que recién
empieza - de los vínculos entre La Habana y Washington. Empero, ello no empece
a que preguntemos sobre nuestra añeja acreencia. Estamos enjuiciados por la
justicia federal de Nueva York, pero paradójicamente La Habana nos debe tres o
cuatro veces más que lo que nos reclaman los fondos "buitres". La soberanía, la
defensa de nuestros intereses y todo lo que debemos custodiar debemos hacerlo y
salvaguardarlo sin cortapisas ideológicas o filantropías unilaterales. La primera
responsabilidad es con nuestro pueblo que hoy restricciones como resultado de
nuestras falencias financieras. Recuperar lo que nos deben es un objetivo
íntimamente ligado a los intereses más genuinos del pueblo argentino.
Las menciones históricas sobre los
apoyos de la ex URSS y de Fidel Castro a la dictadura argentina los consignamos
porque debemos desmistificar muchas cosas que en estos tiempos se construyen
para ser relatadas, pero no responden a los hechos acaecidos.
Pido el acompañamiento de mis pares
a fin de aprobar el presente pedido de informes.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia) |