La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación ante la situación originada por políticas equivocadas por parte del Poder Ejecutivo que dieron como resultado la menor producción de trigo en 110 años de historia argentina durante la última campaña, con la consiguiente derivación que es la menor cantidad de harina para elaborar el pan y los derivados farináceos, muy lejos de la intención original de lograr el autoabastecimiento y defensa de la mesa de los argentinos.

Señor presidente:

Los problemas de oferta de harina y trigo comenzaron en 2006 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner estableció cuotas e impuestos a las exportaciones de estas materias primas, en un intento de que Argentina se autoabasteciera.

Lejos de conseguir su objetivo, muchos agricultores abandonaron sus explotaciones por falta de rentabilidad y las industrias harineras tuvieron que hacer frente a precios cada vez más altos. Por ello, el juego de los excedentes es la única vía para mover los precios y ganar rentabilidad.

Como en un régimen autoritario de épocas pasadas, la principal preocupación del gobierno argentino es la escalada de los precios del pan. En un solo año, el precio del pan se ha duplicado hasta los 20 pesos por kilo, unos 3,70 dólares en cambio oficial. No deja de ser llamativo que, siendo Argentina el mayor productor de trigo de Hispanoamérica, tenga problemas de abastecimiento de trigo en su mercado interno.

Esta norma, en suma, es una más de las que el Gobierno ha dictado en los últimos meses para detener el proceso inflacionario, a través de la mano ejecutora del Ministro de Comercio Interior Guillermo Moreno, que viene demostrando en forma inexorable su indudable falta de capacidad e ineptitud para la función, a pesar de los elogios que es objeto por parte de la Presidente y el aplauso fervoroso de los militantes de La Cámpora.

Mucho se ha hablado sobre la falta de trigo, la magra cosecha y las especulaciones al respecto.Una cosa es indiscutible y perceptible por todos los ciudadanos: el aumento extraordinario en el precio del pan, alimento social y culturalmente sensible por su connotación de popular y accesible.

Por tal motivo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en un intento de solucionar el problema, como lo ha hecho en tantos otros casos, sin los resultados buscados, firmó una Resolución que se publicó en el boletín oficial mediante la cual se establece la aplicación de la Ley de Abastecimiento.

La normativa señala que los distintos sectores intervinientes en los procesos productivos de trigo pan, condición estándar y harina para panificación derivada del mismo que detenten tenencia física de dicho producto, deberán ejecutar las acciones comerciales tendientes a proveer adecuadamente al mercado interno. Ésta, al igual que la mayoría de las medidas del funcionario, pretende lograr un efecto inmediato y cortoplacista pretendiendo solucionar una situación crítica a la que se ha llegado luego de 6 años de políticas carentes de una estrategia clara, y demostrando un claro desconocimiento sobre los parámetros que rigen las operaciones comerciales.

Ahora, con el grave problema encima,los diferentes sectores intervinientes manifiestan su opinión sobre el principal interrogante: ¿Quién tiene el trigo? ¿Llegará el stock hasta la próxima cosecha?

Este último año apenas se produjeron 9 millones de toneladas y con un problema de calidad, debido al ataque de un hongo, que afectó entre un 15 y un 20 %. Siendo que se considera que el mercado interno se abastece con 6 millones de toneladas aproximadamente, no tendría que faltar trigo. Pero, parte de esta producción se ha destinado a la exportación y una pequeña parte a semilla. Como el stock está tan ajustado, pequeños errores en las estimaciones puede producir este caos.

En general, los productores y los acopiadores no tienen trigo almacenado ya que se vendió a fines del año pasado a exportadores y molinos. Estos, quienes compraron el trigo en ese momento a precios de mercado de $ 800 a $ 900 la tonelada, lo están vendiendo hoy a $ 2.400. No es justo para nadie que en seis meses se haya triplicado el precio, trasladándose esto al precio de la harina y por lo tanto del pan, afectando a todos los argentinos que estamos pagando entre 15 y 20 el kilo de pan. Un disparate.

¿Sabe esto el gobierno? ¿Desde cuando? Si es así, no cabría pensar en un grado de responsabilidad y connivencia con la situación planteada? Por un lado, los responsables de la pobre siembra y, por lo tanto, escasa cosecha de la última campaña son las malas políticas aplicadas al sector en los últimos seis años. La intervención del Gobierno en el mercado del trigo prohibiendo exportaciones, manipulando los cupos para exportar y aplicando retenciones han desalentado a los productores, quienes año tras año siembran menos trigo y lo están reemplazando por otras especies alternativas, como por ejemplo la cebada en la región sudeste y sudoeste de la Provincia de Bs As. Esto el gobierno lo vió. Y si no fue así, se corrobora la ineficiencia y mediocridad de los funcionarios del área agrícola que hace ya más de tres años debieron haber previsto esta situación y , por lo tanto comunicarla a quien correspondiera para que se tomen, en tiempo y forma , las medidas conducentes a paliar esta situación.

Falta de prevención, falta de planificación, falta de materia gris en los funcionarios responsables es el denominador común de este gobierno.

La situación es tan grave que una posible solución sería importar trigo de Rusia o de la zona del Mar Negro. Pero, por el costo del flete tendríamos los mismos problemas de precios que al día de hoy y no se estaría resolviendo el problema de los argentinos.

Aplicar la ley de abastecimiento al trigo no es una medida equivocada, pues aquel que esté especulando con un producto tan sensible para todos, debe hacerse cargo de la responsabilidad que le compete.Tengo la impresión que si se aplicara debidamente, muchos "amigos" del Secretario Moreno, del rubro cerealero, se encontrarían en una situación realmente comprometida. También es fundamentale destacar,y así se entiende en los países que hacen un culto de la ética y probidad en el ejercicio de la función pública,que se debería hacer un juicio por mal desempeño de la función a los responsables políticos de esta crisis. Considero que la solución para este problema es incentivar con medidas apropiadas a los productores, para que se vuelva a sembrar trigo y llegar a los 16 o 18 millones de toneladas que somos capaces de producir. De este modo no sólo se abastecería holgadamente el mercado interno sino que también alcanzaría para abastecer el mercado brasileño, que es el comprador natural de nuestro trigo, a la vez que realizar una inteligente difusión de la alta calidad de nuestro trigos en el mundo, caracterizados por ser muy buenos para corte por su condición de ser "duros", y ganar mercados ávidos de alimentos de alta calidad, con lo cual seríamos , potencialmente, una alternativa interesante en el mercado mundial de proponérnoslo.

El ministro de Agricultura, Norberto Yahuar, le echó la culpa del faltante de trigo a los acopiadores y productores.Según los registros oficiales ese trigo está en manos de los exportadores que cumplieron con lo que en su momento le pidió el propio secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cuando les dijo que este año iban a poder exportar 6 millones de toneladas, y que debido a la necesidad que el Gobierno tenía de fondos, les iba a permitir adelantar los ROEs siempre y cuando le compraran al productor de manera anticipada y pagara las retenciones de manera anticipada y poder hacer caja para el Gobierno. El Ejecutivo no cumplió con el cupo exportable: El Secretario de Comercio Interior no pudo cumplir con la promesa de dejar exportar los 6 millones de toneladas porque la cosecha fracasó por una combinación de factores climáticos y de decisión de los productores que se cansaron de perder plata con el trigo y se plegaron a otras alternativas productivas.Frente al faltante, era insostenible para la industria molinera, socia del Gobierno en toda la política triguera hasta ahora, seguir manteniendo toda esta problemática pagando un trigo arriba de 500 dólares la tonelada y por otro lado intentando que en el mercado interno no se dispare el precio de la harina ni el pan.

El precio del trigo no es el principal responsable del aumento del precio del pan, ya que sólo representa apenas el 10% de su valor. El problema está en otros aspectos, entre ellos en la política que fomentó la política molinera con el perjuicio que causó de la producción de trigo. Pareciera que hay un error entre las estimaciones del MinAgri y el sector exportador.Diversas opiniones sobre el problema del trigo.

A partir de los comentarios y las presiones provenientes de la Secretaría de Comercio, el mercado de trigo ha bajado en las últimas dos semanas 110 U$S y no creemos que los exportadores le entreguen 1.900.000 toneladas como figura en el MinAgri que hay disponibles, teóricamente compradas porque ellos declaran que tienen 350.000 toneladas.

El tema es que se vean entre ambas partes dónde está el trigo o dónde está el error en los números que dicen que hay en esa cantidad de trigo, porque lo que sí es cierto es que el productor no tiene un solo kilo porque el precio del disponible es actualmente el más caro del mundo.

Con un precio rondando los U$500 dolares la Tn., solo un productor desinformado no vendería el trigo ya que sus ganancias se incrementarían en forma impensada, así que basta de echar culpas sobre los productores. Llamo a mis colegas legislativos para que juntos ( oficialistas y opositores) aunemos esfuerzos y llevemos iniciativas al Poder Ejecutivo para lograr dar vuelta la historia del trigo en la Argentina y , con medidas de incentivación y reglas claras y contundentes, que no cambien según el humor de un Secretario de Comercio que tanto mal le ha hecho a nuestro sector agropecuario, volviendo a ser uno de los acores principales del comercio de trigo en el mundo, hecho que nos garantizará un aporte económico interesante para la economía de nuestro país.

Por ello, Sr. Presidente, solicito la aprobación del presente Proyecto.