La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje y expresar pesar por el fallecimiento de Chavela Vargas -Isabel Vargas Lizano- ocurrido el 5 de agosto del 2012, en México.

Señor presidente:

A los 93 años la muerte pudo con la agitada vida de Chavela Vargas. De origen costarricense y mexicana por adopción, abandonó su país natal a los 17 años iniciando allí su largo derrotero como cantante popular.

Fue rebelde, tenaz, irreverente, con una voz que transmitía la interioridad de una vida a contramano de los estándares convencionales. Chavela Vargas es el nombre de una aventura: la aventura de vivir intensamente desafiando las rutinas y los prejuicios. Su cantar no sólo cautivó a los mexicanos sino que llegó al alma de los latinoamericanos y hasta sedujo a los españoles con los versos musicalizados de Federico García Lorca.

Se inició como cantante callejera con una guitarra e interpretando rancheras, género hasta ese momento reservado a los hombres. A su estilo le agregó su vestimenta masculina y el gusto por el tabaco y el alcohol. También y acentuando aún más su carácter, usaba pistola y un gabán rojo.

Sus formas no tenían que ver con lo técnico, sus interpretaciones están al límite del llanto, del dolor y de la bronca. Esta particularidad, fue la que le permitió conquistar a sus seguidores, a punto que "Macorina" se fue transformado primero en himno lésbico y después en revolucionario cuando la guerrilla salvadoreña, cambiándole la letra, lo adoptó como una canción de combate.

Chavela se transformó en un personaje de leyenda, en una suerte de mito viviente. Vivió una temporada con Frida Kahlo, Diego de Rivera y León Trotsky. El alcohol, su pasión por la velocidad, las picadas que corría con el presidente de México, Adolfo López Mateos, fueron parte de esa tumultuosa vida.

En el año 2000 en una entrevista para la televisión colombiana hizo pública su homosexualidad. En esa oportunidad dijo: "(...) Yo fui como quería ser, y me reí de todos, pero también los respeté. Como digo siempre: el respeto al derecho ajeno es la paz. Pero la paz con dignidad, sin agachar la cabeza."

Frente a los vaivenes de su salud, ella ostentaba ante los médicos su condición de chamana, designada por los aborígenes huipala, y eso le permitía, amén de sus poderes sanadores, no tenerle miedo a la muerte.

Su prolífica carrera discográfica tuvo su consagración internacional de la mano de Almodóvar, que fue uno de los primeros en incluir sus canciones en sus películas. Recorrió innumerables escenarios de distintos países. Joaquín Sabina la homenajeó en el "El boulevard de los sueños rotos" cuando dijo. "Yo quisiera reír como llora Chavela". Recibió muchos premios como reconocimiento a su particular estilo: Grammy Latino, Medalla de Oro de la Universidad de Madrid, Huésped de Honor en Buenos Aires, entre otros.

El 5 de agosto murió consciente en una terapia intensiva en la ciudad mexicana de Cuernavaca, con el pedido expreso de que no se le aplicasen procedimientos para prolongar su vida.

Si bien su ausencia física no tendrá reemplazo, nos queda la posibilidad de escuchar temas como "La llorona", "Macorina", "El último trago", "Piensa en mí", "Volver, volver" y su último CD "La luna grande" un homenaje al poeta Federico García Lorca. También nos queda rastrear su paso por Buenos Aires, que la tuvo por última vez en el año 2004 en un show totalmente gratuito en el Luna Park.

Fue amiga de los grandes. En su agenda personal figuraban Pablo Neruda, José Alfredo Giménez, Pedro Infante; Pepe Guízar, Cuco Sánchez, Tomás Méndez y Agustín Lara, entre muchos otros que sería exhaustivo nombrar. Sin embargo, Chavela nunca dejó de sentirse una mujer del pueblo ni sepultó sus sentimientos populares ni su humildad indeclinable.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación de este Proyecto de Resolución.