La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos que correspondan, arbitre las medidas necesarias a fin de que se otorgue el beneficio de una pensión no contributiva, a favor de los niños que padezcan de labio leporino y/o fisura palatina, y que requieran atención medica, sanitaria, pedagógica y social y se encuentren sin cobertura en el sector de familias de escasos recursos.

Señor presidente:

Otorgar por parte del Estado nacional una pensión no contributiva a favor de los niños/as con labio leporino y/o fisura de paladar, sin cobertura social y de familias de escasos recursos, resulta imperiosa y su inclusión estaría basada en la justicia social e igualdad de oportunidades.

Las malformaciones congénitas representan la 2da. causa de mortalidad infantil, la detección temprana, su atención y el tratamiento de malformaciones congénitas (labio leporino y hendidura palatina) representan el 1% de los nacimientos, según informe del Ministerio de Salud de la Nación. Una fisura o hendidura significa una división o separación, en el paladar que es el techo de la boca.

El tratamiento de estas fisuras por sus características, es individual, dependiendo de la salud general del niño, de la severidad y de la ubicación de las mismas. A menudo se requiere realizar múltiples cirugías y seguimiento prologando. De allí la necesidad de que los niños y niñas de nuestro país cuenten con una pensión no contributiva que les permita afrontar las múltiples atención que requiere la patología.

Se busca con ello evitar que esta problemática pueda inferir con el desarrollo físico, del lenguaje, psicológico y social, ya que también se realizan cirugías adicionales para lograr los mejores resultados. Además, el niño requiere atención y seguimiento de los miembros de un equipo multidisciplinario en temas tales como el habla, audición, dentición y desarrollo psicológico.

De forma coordinada, deben combinarse distintas terapias tras la operación, como una buena atención dental y terapia del habla. Así, durante varios años diversos profesionales de diferentes disciplinas (odontopediatras, logopedas, pediatras, cirujanos, otorrinolaringólogos e, incluso, trabajadores sociales) trabajan de forma conjunta para la rehabilitación total del niño.

Y es que más allá de la deformación estética, que a veces cuesta aceptar tanto por quien la sufre como por los padres, aparecen complicaciones derivadas. Con el paladar hendido pueden presentarse dificultades en la alimentación, ya que no está formado completamente. También se pueden sufrir infecciones en el oído y pérdida auditiva por disfunciones en el tubo que conecta el oído medio y la garganta. Como la función muscular se ve reducida a causa de la abertura del paladar y del labio, se pueden dar retrasos del habla y del lenguaje, así como los problemas dentales, ya que es probable que los dientes no crezcan de forma adecuada.

Este tipo de pensiones no contributiva asegura a todos los ciudadanos en estado de necesidad una prestación económica, para afrontar asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales, con el fin de conseguir y mantener unas condiciones básicas de vida.

Sin lugar a dudas que el facilitar el acceso a este tipo de programas significaría un importante paliativo para esta grave problemática, en razón de todo lo expuesto, es que solicito a mis pares se apruebe el presente proyecto de ley.