La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés la Peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Itatí que el pueblo de San Luis del Palmar, Provincia de Corrientes, realiza desde hace 114 años, durante 6 días, en el mes de julio.

Señor presidente:

Carretas, vestimentas tradicionales, locro, pastelitos, pero también casas rodantes, motocicletas, caminantes y autos: tan solo algunos de los ingredientes de la por sobre todo masiva peregrinación que el pueblo de San Luis del Palmar realiza desde hace 114 años hacia Itatí (distante a 40km) para homenajear a Nuestra Señora de Itatí en su Coronación Pontificia cada 16 de julio.

Esta añeja y tradicional peregrinación comienza cada 13 de julio a las 7 de la mañana, cuando multitudes se congregan en la Iglesia de San Luis, para luego de unas palabras de bienvenida y de recibir una bendición, partir a las 8hs junto a la imagen de San Luis Rey de Francia, Patrono de la localidad. A las 10 de la mañana hay una primera parada en la capilla del paraje San Pedro, en la ruta Provincial N° 6. Luego se continúa hasta la localidad de San Cosme, donde se almuerza.

Se reanuda la marcha a las 14hs, para llegar al paraje Ensenada Grande a las 16hs, en un sitio que ya es conocido como "Paradero del Peregrino". A las 19hs se celebra una misa, y luego un festival con comidas típicas: nunca faltan (en ninguno de los días del peregrinaje) el locro, asado, el guiso caldudo, los embutidos caseros (sobre todo el chicharrón), los pastelitos de dulce de leche, el mbaipú (polenta de harina de maíz con chorizos y queso criollo), el chipá, las tartas, entre otros.

El segundo día se parte a las 8 de la mañana, pare llegar al mediodía al paraje Chilecito, a 3 km del acceso a Itatí. Luego de almorzar, se vuelve a partir, y por lo general se arriba a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí a las 16hs.

Las fiestas de la Santa Patrona y Protectora de la Provincia de Corrientes se celebran el 16 de julio. Cerca de dos millones y medio de fieles se congregan cada julio en la Basílica para homenajearla. Desde el año 2012, se puede ver también una de las siete banderas patrias que el Operativo Cóndor llevara a nuestras Islas Malvinas en 1966, que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner depositó por pedido de la familia de Dardo Cabo (quien comandara el operativo), devoto de la Virgen.

La peregrinación emprende la marcha de regreso el 17. Almuerza en Ramada Paso y vuelve a pasar una noche en Ensenada Grande, llegando a San Luis del Palmar el 18 por la tarde.

Todos los peregrinos coinciden en que este viaje, de seis días, no solo se hace sino que "se vive". Además de preparar las comidas típicas, ya detalladas, muchos caminantes eligen llevar vestimentas típicas de la región. También deben considerar llevar en su equipaje carpas, aunque en algunos casos viajan en casas rodantes. Hay también quienes eligen ir a caballo, en bici o motocicleta, y siempre hay autos de soporte. Acompaña al peregrino que cocina "la morocha", una gran olla de hierro ideal para preparar guisos o locros, la parrilla para asado y el "sol de noche" (farol a gas o querosén), más el tablón para cortar la carne, los utensilios, mesas, sillas portátiles y, por supuesto, leña. Debido a que es época invernal, hay que considerar contar con ponchos, frazadas o mucha ropa de abrigo.

Los fieles se acercan no solo desde las localidades aledañas sino también desde otras partes de la provincia y del país, para participar de este acto de fe de 15.000 personas que constituye a este peregrinaje como uno de los más multitudinarios de América Latina.

El culto a la Virgen de Itatí data de principios del siglo XVII, pero fue el Papa León XIII quien, el 16 de julio de 1900, coronó solemnemente su imagen. Se la entronizó con el nombre de Reina del Paraná y Reina del Amor. En 1910, fue el Papa Pío X el encargado de crear la Diócesis de Corrientes, y recién en abril de 1918 se declaró a Nuestra Señora de Itatí Patrona y Protectora de la misma.

El culto y la devoción a esta virgen siempre ha estado muy relacionado con los guaraníes; de hecho, su nombre viene de una palabra en su idioma: "ita" significa roca y "tí" blanca, debido a una piedra blanca (yacimientos de cal) en el arroyo Caleria en la que - se cuenta - la encontraron los indígenas, y a la que regresó numerosas veces, hasta que se le construyó ahí el santuario.

Consideramos que este es tan solo uno de los motivos que demuestra la intrínseca - y antiquísima - relación que existe entre la correntinidad y la Virgen de Itatí: la conexión con nuestros pueblos originarios, que nos dieron forma y costumbre y de quienes hoy - intentamos - mantener la lengua, la fervorosa devoción que cualquier correntino o correntina, en cualquier lugar del país (o del mundo) demuestra por la virgen (basta acercarse en julio a la Capilla a Nuestra Señora de Itatí en Capital Federal, en el barrio de Almagro) o el hecho de que hace 114 años, y espero que quede en claro la cifra, ciento catorce años, es decir más de un siglo, un pueblo peregrine caminando durante seis días - con todos los medios de transporte que existen en la actualidad - a demostrar su devoción por esta Virgen, y lo haga en un clima de alegría, lo viva y lo convierta en una fiesta tan imperdible que atraiga a peregrinos de otros países.

Sobrados motivos para que esta fiesta de la cultura correntina, y de la devoción, sea declarada de interés por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.