La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación el Proyecto TIFLOLIBROS, de la Asociación Civil Tiflonexos, por el que se creó y se gestiona la primera biblioteca digital para ciegos de habla hispana a la que se accede de forma gratuita y desde cualquier parte del mundo.

Señor presidente:

Según la Encuesta Nacional de Discapacidad realizada entre 2002 y 2003 por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censo), la discapacidad visual es la segunda en prevalencia, luego de la discapacidad motora. Hay un alto porcentaje de los estudiantes con discapacidades visuales que están integrados en instituciones del sistema de educación común, pero muchos de ellos se ven en la situación de abandonar su educación durante el ciclo secundario, entre otras razones, debido a las dificultades para acceder a materiales educativos. Esta limitación incide directamente en sus condiciones de empleabilidad, en el desarrollo personal y en la inclusión social.

Tiflolibros es la primera biblioteca digital para ciegos y disminuidos visuales de habla hispana, que ofrece sus servicios a través de internet. A ella se accede de forma gratuita y desde cualquier parte del mundo. Es una verdadera "biblioteca sin muros", que representa una valiosa opción para la formación y educación continua de muchas personas dispuestas a quebrar barreras con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ofrece más de 50.000 libros en archivos de computadora, que son consultados por más de 7.500 usuarios con discapacidad visual de América, Europa y Asia, y 120 instituciones que a su vez distribuyen los libros a sus usuarios

El iniciador del proyecto, Pablo Lecuona, es un estudiante avanzado de Ciencias de la Comunicación, en la Universidad de Buenos Aires y discapacitado visual. Durante muchos años trabajó en la Biblioteca Argentina para Ciegos. Se formó en la gestión de proyectos y en el campo de la edición de materiales para disminuidos visuales. Casi con el inicio del siglo XXI, tuvo la idea de crear una biblioteca digital para ciegos con la colaboración de un grupo de personas con y sin discapacidad visual.

El proyecto surgió en 1999, cuando un grupo de personas ciegas de Buenos Aires estaba comenzando a utilizar nuevas herramientas tecnológicas que les permitía un acceso ágil y sencillo a los libros, como los programas lectores de pantalla que emiten la información en forma de voz lo que permite que una persona ciega pueda utilizar una computadora común y corriente adaptada con este software. A esto se le sumó el aporte del uso del escáner, los programas de OCR (Reconocimiento Optico de Caracteres), etc.

Hasta ese entonces, las posibilidades de acceso a los libros que tenían los ciegos se reducían a los textos en Braille (para aquellos que conocían ese sistema), a unos pocos audiolibros o a lectores voluntarios.

Con el auge del uso de internet se difundió el uso de listas de correos como medio de intercambio de experiencias e información. Entonces, casi de manera natural, surgió la idea de armar una biblioteca de libros en archivos de computadora empleando el potencial de internet. Los libros que cada usuario digitalizaba para su lectura, los ponía a disposición de otras personas ciegas.

El objetivo inicial era formar una biblioteca de textos archivados en soporte informático. Para ello se creó un grupo de intercambio vía mail para compartir experiencias y vivencias comunes, y hacer circular la información acerca de los libros que cada uno había digitalizado para acceder a su lectura, ahorrando parte del tiempo y esfuerzo que implica el escaneo y corrección.

Así nació el proyecto, que fue bautizado Tiflolibros. Se dice que Tiflos era, en la mitología griega, una isla a la que se desterraba a los ciegos. Por ello se utiliza el prefijo tiflo para diferentes cuestiones que tienen que ver con las personas con discapacidad visual. Así la tiflología sería la ciencia que estudia la educación y rehabilitación de los ciegos, y la tiflotecnología es la tecnología adaptada para ciegos. En los comienzos del proyecto, al momento de utilizar internet y explorar lo que aportaba para estos temas, se encontraron dos listas de correos españolas relacionadas con tecnología para ciegos, que se llamaban Tifloclub y Tiflonet. Entonces, cuando surgió la idea de la biblioteca en internet para ciegos, el nombre natural fue el de Tiflolibros.

El proyecto fue creciendo día a día gracias al aporte de cada uno de sus miembros. Se fueron generando nuevas ideas y ampliando los horizontes.

Actualmente, Tiflolibros funciona a través de la Asociación Civil Tiflonexos, la que recibe donaciones y administra proyectos complementarios buscando financiar la biblioteca y generar nuevas iniciativas relacionadas al acceso a la información, la Educación y la tecnología para las personas con discapacidad. Hoy Tiflolibros cuenta con más de 50000 libros accesibles en forma gratuita para cerca de 7.500 usuarios en 46 países.

La biblioteca es de uso exclusivo y gratuito para personas que por su discapacidad no puedan acceder a la lectura mediante el formato tradicional de papel y tinta. Además de personas en forma particular, acceden a Tiflolibros instituciones, que acercan los libros a personas ciegas que no pueden acceder por sus propios medios y utilizan los archivos digitales para imprimirlos en sistema Braille. Así Bibliotecas Públicas, Escuelas, Centros de Rehabilitación, Universidades y Centros de Recursos Educativos en toda América Latina, y en el resto del mundo, pueden utilizar el material disponible en la biblioteca para atender las necesidades de sus usuarios con discapacidad visual, y adicionalmente, aportar a la Biblioteca de Tiflolibros los materiales que ellos producen.

Los pilares de funcionamiento de Tiflolibros son: lista de discusión por correo electrónico, es una comunidad virtual sobre temas de literatura y uso de tecnologías para ciegos, que es la herramienta que propicia el intercambio y aporte de libros digitales, y la página web que presenta los libros de la biblioteca y ofrece información de interés sobre novedades y otros tantos proyectos comunes.

La biblioteca se nutre fundamentalmente de libros escaneados por los propios usuarios, libros escaneados en la sede del proyecto, obras cedidas en soporte digital por importantes editoriales y autores, y textos que voluntarios con vista tipean y corrigen.

Sus materiales están a disposición de usuarios de todas las edades. Las edades van desde los más pequeños hasta gente de más de noventa años. El único requisito para acceder a ella es tener una discapacidad que no permita la lectura convencional. Si bien la gran mayoría de los usuarios son personas con discapacidad visual, también hay usuarios con problemas motrices o neurológicos que les dificultan o impiden la lectura.

En la sede de Tiflolibros se trabaja con un escáner de alimentación automática de documentos, con el que se pueden digitalizar libros de forma rápida y casi sin intervención de recurso humano. Por otra parte, se está avanzando en el desarrollo y concreción de un proyecto por el que se trabajará con la Universidad de Buenos Aires para producir los materiales que requieran los estudiantes con discapacidad. Otras versiones de este proyecto de producción de libros digitales se están impulsando en Córdoba y en Montevideo para trabajar conjuntamente entre los tres servicios de producción. Algunos libros son aportados por sus autores y/o editores, que facilitan los archivos digitales de los libros, lo que permite poner el libro a disposición de los usuarios ciegos al mismo tiempo que este aparece en las librerías. También hay libros aportados por un plantel de 120 voluntarios que trabajan desde sus computadoras y en sus casas escaneando, tipeando o corrigiendo libros ya escaneados.

Como el acervo se nutre con los aportes de los mismos usuarios, de voluntarios, autores y editores, se cuenta con un amplio abanico de temas y materiales. Incluye textos literarios, best sellers, textos para diversos niveles de la educación, textos científicos, ensayos, libros religiosos. Permanentemente se van incorporando nuevas obras. No se define una política de selección de materiales, porque el objetivo es que los libros y la información lleguen de la manera más amplia a atender las necesidades bien variadas de un gran número de usuarios. Todo libro que se pueda incorporar puede ser útil o interesante para algún usuario.

Actualmente 120 instituciones de toda América Latina acceden a Tiflolibros, además de los 7.500 usuarios individuales. Se han firmado convenios de cooperación a través de los cuales personas ciegas de diferentes regiones pueden inscribirse en Tiflolibros de manera local, a través de la institución de su ciudad. De estos convenios los más activos y provechosos han sido los establecidos con el Centro de Rehabilitación para Ciegos de Lima (Cercil), la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay, la Corporación para Ciegos (Chile), la Fundación Dominicana de Ciegos, el Centro Red Social (Venezuela), el Centro Red Social (San José de Costa Rica), el Centro de Rehabilitación para Ciegos (Paraguay).

También se viene realizando un trabajo de intercambio y colaboración mutua con BookShare, un proyecto similar a Tiflolibros pero en un contexto completamente diferente y con un presupuesto muy superior, dirigido solo a usuarios de los Estados Unidos.

Permanentemente se trabaja en conjunto con escuelas de ciegos, dependientes en su mayoría de los estados provinciales.

Desde el año 2002 se coopera intercambiando archivos de libros con el Primer Centro de Copistas para Ciegos Santa Rosa de Lima, un centro que atiende principalmente las necesidades de estudiantes de educación primaria y secundaria. Archivos digitales de diversas obras se transcriben al sistema Braille a través de impresoras especiales.

Con la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay, se viene trabajando en conjunto en diferentes proyectos de capacitación y asesoramiento desde 2006. En el 2007 publicaron conjuntamente el libro Ficciones sobre Ciegos, editado por Tiflonexos a ser utilizado como medio de información acerca de la realidad de las personas ciegas y medio para generación de recursos económicos.

Actualmente se trabaja con esta organización en el diseño de proyectos que permitan el trabajo conjunto con las universidades para atender las necesidades de los estudiantes con discapacidad visual, poniendo en común los materiales y recursos producidos.

Basados en un modelo similar al proyecto que se viene desarrollando con la Universidad de la República (Uruguay), se diseñó un proyecto semejante con la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Con esta misma institución se acaba de presentar un proyecto compartido al Fondo de Juventud, convocado por el BID y Microsoft y ejecutado por la Fundación SES. El proyecto apunta a la formación de jóvenes en el uso de tecnología adaptada para facilitar el acceso a la educación.

En noviembre de 2003 Tiflolibros obtuvo el premio internacional Betinho, de A.P.C. (Association for Progressive Communications), en reconocimiento a iniciativas de tecnología al servicio de la gente en Latinoamérica y el Caribe.

La experiencia de Tiflolibros, fue presentada en el marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (Tunis, 2005) por invitación de UNESCO.

En 2014 Tiflolibros recibió el Premio + del Fondo Regional para la Innovación Digital en América Latina y el Caribe (Programa FRIDA), como proyecto que contribuye de forma destacada al desarrollo de la Sociedad de la Información.

Lecuona y otros integrantes de la asociación recibirán en noviembre el primer premio Vidanta 2015 en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Washington DC., en los Estados Unidos. El galardón es parte de una iniciativa que desde 2010 asocia a la OEA con la Secretaría General Iberoamericana y a la Fundación Vidanta. Reconoce trabajos sobresalientes que se realizan en América Latina y el Caribe para reducir pobreza, desigualdad y combatir la discriminación. Este año, el jurado estuvo formado por el ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, Carmelo Angulo, Nora Lustig, el economista argentino José Luis Machinea y Luis Maira. Seleccionaron a Tiflolibros, entre más de 600 propuestas, por ser un proyecto innovador, con resultados medibles, y con capacidad para sostenerse en el tiempo y replicarse en otros lugares.

Hoy Tiflolibros cuenta con más de 50.000 libros, a los que pueden acceder personas con ceguera, con la visión reducida, dislexia, o que tengan algún problema motriz que les impida el manejo de libros impresos, que hacen el pedido de lo que quieren leer y lo reciben por correo electrónico. Además, dan acceso al servicio de libros en audios en formato MP3, y transcriben obras al sistema Braille. Tienen acuerdos con editoriales, que cedieron los derechos y los archivos de muchos libros escolares para que sean accesibles a los chicos con discapacidad.

Con apoyos de la Fundación Williams, la Comisión Copidis del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, las embajadas de Estados Unidos y Finlandia en Buenos Aires, y Fundación ONCE para la Solidaridad con Personas Ciegas de América Latina, entre otros, Tiflolibros existe y "toca vidas", como sostiene uno de sus usuarios, Pablo, un hombre ciego que bajaba los libros del sitio (www.tiflolibros.com.ar) desde su casa en San Luis y un día se animó a irse solo hasta Bariloche para participar en los encuentros presenciales de la asociación.

Es por lo expuesto que solicito a los Sres. Diputados me acompañen en el presente proyecto.