La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la decisión política y efectiva de nuestra Presidenta Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en orden a la cancelación total de los Bonos Optativos del Estado Nacional (BODEN 2012), en el marco y contexto de que, con memoria, verdad y justicia, continúa la construcción de las bases de un sólido futuro.

Señor presidente:

En el día de ayer, jueves 02 de agosto de 2012, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco del 158º aniversario de la fundación de la Bolsa de Comercio, efectuó el anuncio de la cancelación total de los Bonos Optativos Del Estado Nacional (BODEN 2012). Mediante Esta acción se cumple "un ciclo histórico" en el desendeudamiento de la Argentina.

A modo ilustrativo y haciendo necesaria memoria, tratare de resumir como surge la tristemente célebre deuda de los B.O.D.E.N. 2012. Los mismos fueron emitidos el 3 de febrero del año 2002 por un valor nominal total de 11.770.307.500 de dólares y su plazo de cancelación fue establecido en 10 años y seis meses.

Al momento de su emisión, durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna al frente del Ministerio de Economía, el Estado argentino se comprometió a pagar el capital en 8 cuotas anuales, con un plazo de gracia de tres años y medio.

La primera cuota de cancelación de esta deuda fue abonada durante la presidencia del Dr. Néstor Kirchner, el día 3 de agosto del año 2005. El B.O.D.E.N. 2012 fue entregado a los titulares de Plazos Fijos que originalmente estaban en dólares y que, en el año 2002, fueron pesificados.

El 3 de febrero del año 2002, el Presidente Duhalde, a través del decreto de necesidad y urgencia 214, determinó que "todos los depósitos en dólares estadounidenses u otras monedas extranjeras existentes en el sistema financiero" fueren convertidos a pesos a razón de 1,40 pesos por cada dólar estadounidense, o su equivalente en otra moneda extranjera.

Tras el corralito dispuesto por Domingo Cavallo a fines de noviembre de 2001, que limitó la disponibilidad de efectivo y frenó el retiro de los depósitos que estaban en dólares, el decreto 214 dio nacimiento al denominado "corralón". El "corralito" se efectivizó el 1º de diciembre de 2001 a través del decreto 1570, que llevaba la firma del presidente Fernando de la Rúa y Domingo Cavallo. La medida limitó a 250 pesos semanales el retiro de dinero depositado en los bancos.

Con esta medida, el gobierno de la época comenzó a oficializar de algún modo la quiebra del régimen de convertibilidad, en medio de una feroz fuga de divisas de parte de los propios bancos y terceros. En el mes de junio de 2000 fueron canjeados los bonos del plan Brady al que la Argentina había entrado en 1993 de la mano del Presidente del momento Carlos S. Menem y su Ministro de Economía Domingo Cavallo.

En enero del año 2001, y de la mano de José Luis Machinea, el primer ministro de Economía del gobierno de De la Rua, se organizó el "Blindaje" que fue la continuación del canje de los bonos Brady. Todas las reestructuraciones contaron con la activa participación del FMI. Las últimas consistieron en sustituir refinanciamiento privado externo por refinanciamiento privado interno y financiamiento del propio Fondo Monetario Internacional.

En mayo de 2001, y ya con Domingo Cavallo al comando del gobierno, se organizó el llamado "Megacanje" que consistió en canjear títulos de deuda externa por reservas existentes en bancos establecidos en la Argentina, a una tasa de interés del 16 por ciento anual.

Le siguieron dos actos más: el anteúltimo fue el "Corralito". El último, el "Corralón", del que nació el B.O.D.E.N. 2012.

Señor Presidente; el anuncio de la Presidenta de la salida definitiva del corralito con el último pago pendiente de los tristemente célebres B.O.D.E.N. 2012 nos deja tantas satisfacciones como recuerdos, que a su vez nos llevan a aprender una lección que en el tiempo en que llega es inmejorablemente clara.

Porque no solamente Argentina está demostrando que puede y pudo honrar sus compromisos más pesados, sino que lo hace en un contexto en que el mundo pide a gritos un cambio de modelo que evidentemente sus líderes no están dispuestos ni siquiera a considerar. Ante tan complejo panorama, Argentina, vapuleada desde dentro y desde fuera durante décadas le dice hoy a ese mundo enfermo y sin recetas, que es posible hacer las cosas de otro modo: "mientras el viejo mundo pide rescate nosotros pagamos deudas".

Con esfuerzo, firmeza y sobre todo visión de futuro frente a un horizonte nuevo e intrigante, el país logró revertir lo que ningún pronóstico dejó de predecir en los últimos años. Todos, casi todos, anticipaban el mal desenlace de las cuentas del país cuando Néstor Kirchner daba el primer paso hacia la soberanía económica, que es además la base de la soberanía íntegra, el pago al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Hoy nuestra Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner completa ese proceso y termina con el denominado "corralito" del que hasta se burlaban desde las primeras planas de los diarios del llamado "primer mundo".

Hoy, que las primeras potencias mundiales ven complicado su presente, y que muchos otros países de larga fortaleza económica salen a salvar a sus bancos en detrimento de sus pueblos, hoy que el corralito y el megacanje asoman en la realidad de los dueños de la historia oficial del mundo, hoy Argentina, en el contexto de una América Latina pujante y libre trabajando por la igualdad, muestra que pudo, mediante el esfuerzo y la recuperación de la autonomía, retomar su camino e incluso mejorarlo, con niveles récord de creación de empleo, consumo y sobre todo recuperación de la calidad de vida de su pueblo.

Señor Presidente, por los argumentos expuestos y por la importancia que reviste para la soberanía económica de los argentinos y argentinas la acción que he descripto, solícito a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto de resolución.