La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, para que a través del Ministerio de Economía y Producción de la Nación y de los organismos que correspondan, analicen en forma exhaustiva, la posibilidad de implementar un sistema de incremento gradual de las alícuotas de los derechos de exportación (retención) del petróleo y sus derivados, en función del aumento del precio del barril de petróleo crudo en el mercado internacional, para reducir sus efectos negativos sobre la economía nacional.

Señor presidente:

El presente Proyecto de Resolución que se pone a consideración de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación, tiene por finalidad solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, para que a través del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, analicen la posibilidad implementar un sistema de incremento gradual de las alícuotas de los derechos de exportación (retención) del petróleo y sus derivados.

Actualmente, la energía eléctrica junto con las reservas de petróleo se encuentran atendiendo una gran demanda, debido a la reactivación económica. Por lo cual desde el Gobierno Nacional se han tomado medidas y producido acciones con el fin de reducir cualquier tipo de inconvenientes. También debemos destacar el incremento de la demanda energética que viene creciendo 6% cada año, y la escasez del "oro negro" que comienza a sentirse con la suba de los precios del barril y las incursiones militares de algunas potencias económicas en los principales países proveedores de este hidrocarburo. Es de público conocimiento que desde comienzo de este siglo, el valor del barril de petróleo (equivalente a 159 litros) ha sufrido una ola escalonaría de su precio, llegando en este último tiempo ha alcanzar un valor que oscila entre los 88 dólares y 95 dólares.

Como se observa en el gráfico, en noviembre del año pasado (2006), el valor del barril de crudo ascendía a aproximadamente 55 dólares, actualmente alcanza los 95 dólares, y la tendencia nos marca a que en el corto plazo supere la barrera de 100 dólares.

Tal como afirman especialistas en esta temática, "el precio del petróleo ha aumentado de manera sostenida desde inicios del año 2002. Los precios del barril de crudo Brent y West Texas Intermediate -las dos referencias principales del mercado- han llegado a sobrepasar los 80 y 95 dólares por barril, respectivamente, lo cual los ha situado por encima de los máximos niveles nominales históricos alcanzados en 1991 a raíz de la primera guerra del Golfo. En términos reales, los precios son los más elevados desde 1986. Este incremento de precios, y el riesgo de aumentos futuros, justifican una evaluación de las consecuencias sobre el crecimiento mundial y las presiones inflacionistas". (1)

No caben dudas, que este déficit energético mundial traerá secuelas para nuestras sociedades, hasta el punto de que éstas puedan llegar a transformar sus formas de vida y de producción. Por lo tanto, su posible escasez impactará fuertemente en las políticas energéticas de los países, y en sus estrategias de desarrollo económico. Al ritmo actual de consumo y crecimiento, se calcula, que las reservas de crudo no durarán más de 80 años, y 20 años para países como Estados Unidos y China, principales impulsadores del crecimiento mundial.

Asimismo, centrándonos en nuestro país, si bien se supo adoptar las medidas necesarias para superar la crisis energética, es importante resaltar, que no es un país netamente productor de petróleo, a pesar de eso, la producción tanto industrial como agraria depende de este hidrocarburo. Se ha concluido mediante diversos estudios que la Argentina debe resolver su nueva matriz energética.

El petróleo es un recurso no renovable, el cual no se puede regenerar, es decir, una vez agotado se tendrá que importar, e implementar otras estrategias destinadas a obtener energías a través de recursos alternativos.

Bajo este diagnóstico, resulta fundamental adoptar medidas que tengan un efecto de previsibilidad y seguridad para la sociedad argentina. Se trata de proteger nuestros recursos petrolíferos, al mismo tiempo, que se podría destinar los nuevos fondos que se obtendrían con el incremento de las retenciones a la exportación de este hidrocarburo, a la exploración y explotación de nuevas áreas, como así también de sus derivados.

Está propuesta tiene antecedentes institucionales. En agosto de 2004 el Gobierno Nacional decidió aumentar las retenciones a las exportaciones de petróleo crudo, basándose en sus atribuciones establecidas en al Ley 25.561, con el fin de establecer un tope al incremento del precio de los combustibles. El mecanismo que se estableció fue fijar un porcentaje de retención creciente al petróleo, a medida que el precio del barril fuera superando determinados umbrales. Así, se partía de fijar una retención del 25 por ciento al crudo cuando el barril costara menos de 32 dólares. Del 28 por ciento, entre 32 y 35 dólares, y así sucesivamente hasta fijarle una retención máxima de 37,8 por ciento si el barril superara los 45 dólares. El efecto positivo de la aplicación de esta tabla es que no se tiene que cambiar continuamente, mediante nuevas normas, el porcentaje de retención ya que el mismo dependería del precio internacional del crudo.

No obstante, la continuidad en la subas del barril de petróleo crudo hizo que este sistema caducara y se adoptara nuevamente el anterior. Para que no vuelva a suceder lo mismo entendemos que en la medida futura se tendrá que tomar un entorno más amplio entre el precio actual y el futuro.

En consecuencia, esta iniciativa tiene como fundamento principal avanzar en medidas que hagan a la protección de nuestras reservas nacionales, y a la estabilidad de los precios del mercado interno, es decir para reducir sus efectos negativos sobre la economía nacional. No podemos olvidarnos que las retenciones son una herramienta que nos permite controlar el precio interno, logrando equilibrar las diferencias de las ganancias que obtienen las empresas petroleras entre el mercado local y el externo, y a su vez asegurar el abastecimiento en nuestro país.

Así como el aumento de las retenciones de los granos está esta pensada como una forma de compartir socialmente las ganancias debido a los grandes beneficios económicos obtenidos por los productores gracias al incremento de los precios internacionales de los comodities, creemos justo la aplicación de medidas similares para las explotaciones de petróleo, más aún si tenemos en cuenta que estamos hablando de un recurso no renovable y que cuya extracción afecta directamente a las provincias por lo que tendrían que utilizarse parte de esos recursos para damnificarlas.

Por los fundamentos dados en el presente, es que solicito a los Señores y Señoras Diputados la aprobación del siguiente Proyecto de Resolución.