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PROYECTO DE TP


Expediente 5243-D-2014
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LA PARTICIPACION DEL ESTADO NACIONAL EN EL 74% (SETENTA Y CUATRO POR CIENTO) DE LA RENTA AGRICOLA, REALIZANDO DE ESA MANERA UNA REDUCCION DE LOS MARGENES DE RENTABILIDAD DE DICHA PRODUCCION.
Fecha: 03/07/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 79
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Expresar preocupación por la participación del Estado Nacional en el 74% de la renta agrícola, realizando de esa manera una reducción de los márgenes de rentabilidad de la producción agrícola y afectando la sustentabilidad económica del productor.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El Estado Argentino se queda con el 74% de la renta agrícola
Cómo son los casos de EE.UU. y Brasil y medidas para recuperar la sustentabilidad en Argentina. La sustentabilidad es una preocupación central de los productores agropecuarios y de la comunidad agroalimentaria en general, ya que, además del sentido social y ambiental, la producción futura de alimentos y por lo tanto su rentabilidad dependen directamente de que se mantengan en excelentes condiciones el suelo y el agua. A un productor rural, a un dueño de un campo y a todas las empresas reunidas alrededor de las cadenas agroalimentarias son los primeros a quienes les afecta negativamente el deterioro del suelo o la contaminación del agua, por lo que son los principales interesados en mantener un sistema productivo agrícola sustentable, no contaminante, con correctas rotación de cultivos y aplicación de fitosanitarios.
Sin embargo, durante la última década se ha evidenciado un deterioro crónico de la rotación de cultivos, pieza fundamental en la sustentabilidad agrícola. Si tomamos los cuatro principales cultivos del país, soja, maíz, trigo y girasol, se ha pasado de cultivar soja en un 49% de la superficie en la campaña 2001/02 a hacerlo en un 69% en la campaña 2013/14. Esto determina que para la última campaña se hayan cultivado 4,7 hectáreas de soja por cada una de maíz, mientras que este índice es de 1,75 en Brasil y 0,90 en Estados Unidos. En resumen, una relación insostenible.
La interrogante que se presenta es por qué existe una brecha tan grande en la estructura productiva agrícola entre Argentina y otros referentes internacionales como Brasil y Estados Unidos, disponiendo de la misma tecnología y los mismos precios internacionales de referencia. De este análisis surge que, además de otras variables que intervienen, las mayores diferencias vienen dadas por el sistema tributario, el grado de libertad en la comercialización y la demanda de maíz.
En el caso de la demanda de maíz, Estados Unidos es especialmente conocido por la industria de bioetanol que genera una importante y estable demanda que incentiva el cultivo; y Brasil que en la última década ha incrementado su producción de carne en 2,2 millones de toneladas anuales y su producción de leche en 10 mil millones de litros, ambas actividades importantes consumidoras de maíz.
A modo de referencia, la producción promedio de carne argentina de los últimos 4 años ha sido de 2,5 millones de toneladas y la de leche de 11 mil millones de litros, es decir, que en estos dos casos el incremento de producción de Brasil durante la última década es igual a toda la producción argentina. Sobre la libertad en la comercialización, mientras que estos países no tienen ningún tipo de trabas ni cupos a la exportación, Argentina aplica los Registros de Operaciones de Exportación (ROE). Mediante este sistema se otorgan permisos o cupos para exportar, de acuerdo a la estimación del Remanente Exportable (diferencia entre el Stock Físico y la Estimación de Abastecimiento Interno, ex Encaje Exportado), el cual en la práctica representa una cuota a la exportación que introduce distorsiones a la comercialización y ha generado desde su aplicación una reducción promedio del 10% en el precio del trigo y el maíz. Este diferencial, es captado en la medición del índice FADA como el "costo de intervención". Así, los ROE se convierten en un mecanismo de desincentivo al cultivo de maíz y trigo. La última gran diferencia con Brasil y Estados Unidos son los Derechos de Exportación, o retenciones, que no existen en estos países y en Argentina generan ingresos para el Estado en torno a los U$D 10.000 millones anuales. Para ilustrarlo, son el equivalente a 5.000 kilómetros de nuevas autopistas por año, mientras que en el país existen cerca de 1.900 kilómetros.
La mayor presión de los impuestos en Argentina, sumados a los costos de intervención, produce que el Estado tenga una participación en la renta agrícola del 73,9% en junio de 2014. Esto es, de cada $100 de renta que genera una hectárea promedio en Argentina, el Estado percibe $73,90, que se transforman en recaudación fiscal efectiva o en subsidios a otras actividades de la cadena al disminuir el precio de venta de los productos agrícolas. Este número surge del Índice FADA de participación del Estado en la renta agrícola para el mes de junio de 2014, que es de 73,9%, medido como la sumatoria de los impuestos nacionales1, impuestos provinciales2 y costos de intervención del mercado3, sobre la renta de una hectárea de uso agrícola representativa promedio a nivel nacional.
Esta participación del Estado reduce los márgenes de rentabilidad de la producción agrícola, afectando la sustentabilidad económica del productor y generando incentivos al cultivo de soja. Esto se aprecia claramente en el hecho de que a medida que se ha ido afinando la rentabilidad agrícola, se ha incrementado la superficie
de soja en detrimento del trigo y el maíz. La razón radica en que cualquier tipo de empresa debe ser primero viable en términos económicos para poder ser sustentable en términos ambientales. Los efectos en la rentabilidad y la previsibilidad que dan como resultado la combinación ROE-retenciones generan claros incentivos a que el productor deba encontrar una ecuación soja/maíz que le permita ser viable económicamente, aún en detrimento de la
rotación de cultivos, la calidad de su propio campo y la productividad futura del mismo. De un universo de 30 mediciones trimestrales del índice FADA de los últimos 7 años, el maíz habría dado resultados nulos o negativos en 7 de esas 30, prácticamente 1 de cada 4; y el trigo en 11 de 30 de esas mediciones, una de cada 3.
En consecuencia, se deben tomar medidas de manera inmediata principalmente para aumentar la siembra de maíz y trigo y su industrialización y exportación, esto es comenzar a hablar de eliminar de forma inmediata los derechos de exportación y los ROE y aplicar sistemas de amortización acelerada para sus cadenas. Estas medidas están desarrolladas en el trabajo de trigo publicado por FADA en diciembre de 2013 (http://goo.gl/p7yKqk), en el Proyecto de Ley de Trigo redactado por FADA que está actualmente en proceso de presentación en el Congreso de la Nación y en el trabajo de maíz publicado hace menos de un mes (http://goo.gl/zq6EZY). Por último, tampoco hay que temerle a eliminar los Derechos de Exportación a la soja, al menos en un proceso gradual de 5 a 7 años, como se mostró, en Brasil y en Estados Unidos no existen y tienen una rotación de cultivos mejor a la de Argentina.
FUENTE: Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.-25/6/2014
Por rodo lo expuesto es que vengo a solicitar de mis pares la Aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
BIANCHI, IVANA MARIA SAN LUIS COMPROMISO FEDERAL
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia)