PROYECTO DE TP
Expediente 5218-D-2015
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR LA OBTENCION DE UN MATERIAL BIODEGRADABLE DERIVADO DEL ALMIDON DE MANDIOCA, DENOMINADO BIOPLASTICO, DESARROLLADO POR INVESTIGADORES DEL INTA Y DESTINADO A LA INDUSTRIA DEL PACKAGING ALIMENTARIO REGIONAL.
Fecha: 23/09/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 128
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su beneplácito
por la obtención de un material biodegradable derivado del almidón
de mandioca, denominado bioplástico, desarrollado por
investigadores del INTA y destinado a la industria del packaging
alimentario regional.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El reciente trabajo
desarrollado por investigadores del INTA, ha comenzado a dar
promisorios resultados al concretar la obtención de un material
biodegradable, o bioplástico, derivado del almidón de mandioca,
cuyo primer destino sería, en principio, para el empaque de frutales
de primera selección del Nordeste Argentino.
Uno de los elementos
de uso cotidiano que caracterizó al siglo XX fueron las bolsas de
plástico. Pero, a pesar de la rápida popularidad que ganaron gracias
a su distribución gratuita, muchas personas comenzaron a
preocuparse por el impacto ambiental que generaban. Por tal
motivo, muchos países comenzaron a desarrollar la obtención de
bioplásticos que ya se están utilizando, por ejemplo, para fabricar
tenedores de plástico y películas para embalaje debido a su
resistencia al calor, a la grasa y al aceite.
En el mundo, los
principales esfuerzos empresariales para el desarrollo de este
innovador insumo provienen de Europa, Japón y Estados Unidos,
aunque en los últimos años han empezado a surgir empresas muy
activas en Australia, Brasil, China, India, Canadá, Corea y Taiwán.
En España, el uso de
estos materiales se limita a películas plásticas para la agricultura y a
piezas de protección anti-impacto, para utilizar en cubiertas
exteriores vidriadas. Así mismo, existen algunas empresas creadas
por científicos de diversas universidades españolas que desarrollan y
comercializan principalmente nano aditivos para mejorar tanto el
rendimiento de plásticos convencionales como de los nuevos
bioplásticos.
En algunas grandes
cadenas comerciales de Francia, Gran Bretaña, Italia y Países Bajos,
disponen en los sectores de envases y embalajes respectivos, de la
utilización creciente de los bioplásticos para la contención de
alimentos frescos como fruta y verdura y para productos higiénicos.
Estados Unidos de Norteamérica registra a uno de los mayores
productores mundiales de plásticos biodegradables, como el ácido
poliláctico (PLA) extraído de la dextrosa del maíz, un azúcar vegetal
sencillo, y que es utilizado en capas de sellado térmico, etiquetas y
bolsas de transporte, como alternativa para películas tradicionales
como el celofán
o para la producción de
envases rígidos como botellas (el agua BIOTA norteamericana se
envasa con botellas de este material). Asimismo, otras empresas del
sector químico también ofrecen gran variedad de productos basados
en estos plásticos ecológicos.
También la compañía
italiana Novamont fabrica el bioplástico Mater-Bi a partir de
almidones de maíz, trigo y patata, promoviendo así el uso
alternativo de la producción agrícola, el cual está siendo utilizado en
espumas, productos de higiene, juguetes ecológicos como los de la
empresa Happy Mais e incluso en llantas de neumático de la
empresa Goodyear. BASF ofrece desde hace varios años Ecoflex, un
producto basado en almidón de maíz, patata y PLA. Nestlé lanzó al
mercado inglés, hace poco menos de un lustro, una bandeja para el
empaquetado de sus chocolates "Dairy Box" fabricada con Plantic,
una resina creada a partir de almidón y producida por una compañía
australiana. En Francia, varias empresas azucareras, universidades e
institutos de investigación están trabajando en el desarrollo de
plásticos biodegradables a partir del azúcar y los cereales, con el
objetivo de abaratar los costos que supone la fabricación de estos
materiales.
Con estos significativos
antecedentes, un equipo de investigadores del Instituto de
Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar
IPAF-NEA del INTA trabaja en el desarrollo del primer material
biodegradable derivado del almidón de mandioca, representando
para la República Argentina una oportunidad para agregar valor a
un cultivo con un fuerte arraigo cultural en los agricultores
familiares del nordeste argentino, con una producción distribuida en
80.000 hectáreas entre Misiones, Formosa, Corrientes y Chaco.
El
coordinador del equipo Ingeniero en Alimentos Rolando Aguirre,
especialista del IPAF-NEA en Laguna Nainek -Formosa-, destacó la
importancia de obtener un producto biodegradable, resistente y de
buena calidad, agregando: "Además de buscar un insumo que les
sirva a los productores, queremos que este desarrollo represente
una oportunidad para agregar valor".
Se obtuvieron en forma
artesanal, y a escala de laboratorio cuatro polímeros biodegradables
a partir de la mezcla de almidón de mandioca, glicerina y agua, en
los que se evaluó la resistencia y durabilidad del material obtenido
destinado al empaque biodegradable para la comercialización de las
bananas formoseñas de primera selección y de otros frutales de la
zona, como papaya, mango y maracuyá.
La materia prima
necesaria para la elaboración de estos
polímeros será
obtenida en el campo de los productores para integrarla a una
tecnología pensada en la agricultura familiar, constituyendo un
primer paso que permitirá a los productores y feriantes producir, a
escala local, los empaques biodegradables.
Sabemos que los
materiales plásticos son la base de la mayoría de los productos de
consumo habituales, y una vez que dejan de ser útiles, estos
materiales se convierten en residuos permanentes difíciles de
eliminar del medio ambiente. Al no ser biodegradables, acaban
amontonándose en basurales, sumideros y en los mares, puesto que
la capacidad de reciclaje es aún bastante reducida. Además, los
plásticos se producen a partir de combustibles fósiles, una fuente de
energía contaminante y no renovable, causante de las emisiones de
gases de efecto invernadero.
Un estudio de la
Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos
calcula que cada persona deshecha alrededor de seis bolsas
plásticas por día, lo que representan millones de toneladas de
plástico al año que tardan entre 400 y 1.000 años en descomponer
todos los elementos químicos que la conforman; mientras que una
bolsa elaborada a partir de polímeros vegetales demora de 5 a 10
semanas en degradarse.
Por ello, con este
producto, los investigadores del INTA han dado un paso significativo
en la sustitución de materiales contaminantes por otros que puedan
ser fácilmente degradados en el ambiente y que no generen los
inconvenientes que provocan los plásticos convencionales en el
ecosistema, ya que se logra transformar a la bolsa en un residuo
orgánico que, al final de su vida útil, se descompone y sirve como
abono orgánico para las plantas.
Por las razones
expuestas, señor Presidente, y como reconocimiento a todas las
investigaciones que procuren la excelencia de la ciencia y las
tecnologías nacionales, solicito el acompañamiento de mis pares
para la aprobación de la presente iniciativa.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
TOMASSI, NESTOR NICOLAS | CATAMARCA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
05/11/2015 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones en los términos del articulo 114 del reglamento de la H. Cámara |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 2741/2015 | ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION | 17/11/2015 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 04/12/2015 | APROBADO |