PROYECTO DE TP
Expediente 5214-D-2011
Sumario: NUEVOS BILLETES DE $ 200 Y $ 500: SE DISPONE SU EMISION.
Fecha: 26/10/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 160
El Senado y Cámara de Diputados...
EMISIÓN DE NUEVOS BILLETES
DE $200 Y $500
Art. 1º.- El Banco Central de la República
Argentina y la Casa de Moneda dispondrán la emisión de billetes de curso legal de
$200 (Pesos doscientos). El motivo del anverso llevará la imagen de Juan Bautista
Alberdi.
Art. 2º.- El Banco Central de la República
Argentina y la Casa de Moneda dispondrán la emisión de billetes de curso legal de
$500 (Pesos quinientos). El motivo del anverso llevará la imagen de Hipólito
Yrigoyen
Art. 3º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo
Nacional.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La facultad de establecer
denominaciones y características de los billetes y monedas surge del art. 14
inciso k de la Ley 24.144, Carta Orgánica del Banco Central de la República
Argentina, estableciendo dicha facultad en el directorio de la entidad monetaria.
Dicha facultad es la derivación inmediata de la atribución que las provincias
delegaron en el Congreso de establecer el sistema monetario en nuestra
Constitución Nacional en el Artículo 75, inciso 11 "Hacer sellar moneda, fijar su
valor y el de las extranjeras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas
para toda la Nación.", siendo la facultad originaria del Congreso este podría
retomarla sin vulneración legal alguna.
El reemplazo de los "australes" por
el "peso" surgió como resultado de la Ley de Convertibilidad, Ley 23.928 del 27
de marzo de 1991 que estableció una paridad de un de un peso ($1)
equivalente a diez mil australes (A 10.000), a partir de dicha norma el peso era
convertible con el dólar de los Estados Unidos, a una relación de un peso ($1)
por cada dólar. El Decreto del Poder Ejecutivo N° 2.128 del 10 de octubre de
1991 dispuso la puesta en vigencia, a partir del 1 de enero de 1992. Como
bien sabemos, esta paridad fue luego derogada por la Ley 25.561, de
Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario.
Desde enero de 1992, el billete de
mayor denominación es el de $100 (PESOS CIEN).
En enero de 2012 vamos a cumplir
20 años desde el uso del Peso como moneda de Curso Legal, período en el cual
el billete de mayor denominación fue siempre el billete de $100 (PESOS CIEN)
pese a la inflación acumulada en estos 20 años.
Desde Enero de 1992 hasta agosto
de 2011 el índice de precios al consumidor (IPC) que publica el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) acumula una suba de 254%,
mientras que los índices provinciales de precios al consumidor acumulan una
suba promedio de 512%. Es decir, el poder de compra original del billete de
máxima denominación equivale a más de $600 en valores de hoy.
En el siguiente gráfico, podemos
observar como esta diferencia en la inflación acumulada en el IPC-GBA
estimado por el INDEC y los índices de inflación provinciales surgen luego del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) a fines de 2006.
Para crecer es necesario un medio
de pago, una unidad de cuenta, una reserva de valor, un patrón de pagos
diferido (las cuatro funciones de la moneda). ¿Cómo planificar, cómo
proyectarse, cómo extender el horizonte temporal, sin crédito de largo plazo ni
denominador común? La inflación destruye cada una de las cuatro funciones de
la moneda.
La principal consecuencia de la
inflación acumulada en el período fue la pérdida de valor del peso.
Requeriríamos hoy de $354 (usando las estimaciones del INDEC), o bien de
$612 (usando las estimaciones de los Departamentos Provinciales de
Estadísticas) para comprar la misma canasta de bienes y servicios que era
asequible con $100 en enero de 1992. Esto es equivalente a decir que el billete
de $100, actualmente tiene un sexto del poder de compra original.
La pérdida de valor del peso
genera problemas en el manejo de liquidez por mantener como billete de
máxima denominación al billete de $100. A fin del año 2010, el Banco Central
tuvo que importar billetes de proveedores extranjeros por la incapacidad propia
de emitir todos los billetes que le eran requeridos como para satisfacer la
demanda interna, muy especialmente para satisfacer la conocida demanda
estacional de billetes en el mes de diciembre de todos los años.
Hoy los billetes de máxima
denominación representan el 89% del total de la circulación monetaria. Dicho
porcentaje es un máximo histórico. La demora en la emisión de billetes de una
mayor denominación no resiste justificación.
Ya desde el año 2004, el Banco
Central se planteó la necesidad de emitir una nueva mayor denominación.
El análisis histórico demuestra que
cuando la circulación de la mayor denominación entera de una línea monetaria
(hoy el de $100) alcanza o supera la de la denominación entera que le
antecede (el de $10), se deberá emitir un billete de mayor denominación.
La tabla siguiente muestra la
validez de esta tesis para cada uno de los períodos analizados. A pocos meses
de cumplida la condición, siempre vino la emisión de un billete de mayor
denominación.
Como puede verse en el gráfico
siguiente en el mes de septiembre de 2003 se alcanza el punto en que la
cantidad de billetes de $100, alcanza a la cantidad de billetes de $10 y de $20
(denominación intermedia novedosa en la serie actual). Cabe destacar que
durante los años 2003 y hasta marzo de 2004 el Banco Central priorizó el
proceso de reunificación monetaria necesario tras un lapso de vigencia de las
cuasimonedas, período en el cual se debió emitir pesos en billetes de alta
denominación para retirar del mercado las series vigentes.
Desde entonces, y más notoriamente
desde fines de 2005, es necesaria la emisión de billetes de mayor denominación para
simplificar el manejo de los saldos monetarios por parte de consumidores, pequeñas
empresas y bancos.
Reconociendo las diferencias con
experiencias anteriores, este proyecto de ley no propone la emisión del billete de
$1.000, sino la de dos denominaciones mayores intermedias, el billete de $200 y de
$500. Dichas emisiones generarán un sustancial ahorro en el costo de emitir billetes
de alta denominación, ya que el costo de emisión de un billete de $200 o de $500 es
aproximadamente el mismo que uno de $100, mientras que la cantidad de billetes
necesaria de imprimir para satisfacer la demanda es la mitad o una quinta parte
dependiendo de cada caso.
Es menester reiterar
que el proyecto no genera costo fiscal, sino que genera un ahorro
fiscal para el Banco Central de la República Argentina. No requiriendo
partidas adicionales para su impresión.
Asimismo, uno de los beneficios
principales del proyecto es el manejo más eficiente de dinero en efectivo por
parte de los habitantes, ya que no se requerirían tantos billetes para poder
abonar alquileres, alimentos, cuotas de colegio, etc.
Es menester aclarar, que
consideramos que la emisión de un billete de mayor denominación va a mejorar
el manejo de los medios de pago en efectivo, pero para bancarizar el sistema
financiero y avanzar en un desarrollo de los canales de pago a través del
sistema financiero se debería avanzar en una progresiva eliminación del
impuesto a los débitos y créditos bancarios hasta su eliminación.
Para lograr dicho objetivo se
presentó el proyecto de Ley 0885-D-2010, De Prat Gay, Agosto y otros,
proponiendo "en primer término reducir al cincuenta por ciento (50%) la
alícuota del impuesto sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias y otras
operatorias a las micro y pequeñas empresas, definidas a tal efecto por la
Disposición 147/06, de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa
Desarrollo Regional, dependiente de la ex Secretaría de Industria Comercio y la
Pequeña y Mediana Empresa del ex Ministerio de Economía y Producción, o la
que en el futuro la reemplace." Dicha exclusión de sujetos (PyMEs y personas
físicas), tendría que continuarse hasta la eliminación del impuesto.
Desde la Comisión de Finanzas de
la Honorable Cámara de Diputados se remitió una nota a la presidente del
Banco Central con fecha 13 de Octubre de 2010 con fines de "requerirle
información acerca de estudios realizados por el Banco Central sobre la
oportunidad y conveniencia de emitir nuevas series de billetes o nuevos billetes
de mayor denominación."
Motivó dicha nota la multiplicidad
de proyectos con cabecera en la Comisión de Finanzas proponiendo la emisión
de nuevas series o el reemplazo de los billetes vigentes. Entre los proyectos
consultados se encuentran los expedientes N° 1605-D-2009, 5650-D-2009,
0315-D-2010, 4029-D-2010, 4142-D-2010, 5898-D.2010 Y 6338-D-2010, todos
ellos requiriendo la emisión de nuevos billetes o el remplazo de las series
vigentes.
A más de un año de ser enviada la
nota, el Banco Central de la República Argentina no ha remitido respuesta o
estudio alguno en la materia descripta en el presente proyecto. Período en el
cual se han sumado más proyectos que proponen emisión de nuevas series de
billetes.
Esta falta de respuesta de la
entidad monetaria se complementa con la falta de disposición de la señora
presidente de la entidad a concurrir a la comisión hasta en tanto se resuelva su
nombramiento.
Con respecto a la elección de los
próceres históricos consideramos los siguientes antecedentes de Juan Bautista
Alberti, en el Bicentenario de su nacimiento, Mentor de la Constitución Nacional
y quien ya estuvo en emisiones anteriores; y a Hipólito Yrigoyen ex presidente
de la República Argentina en dos oportunidades, uno de los fundadores de la
Unión Cívica Radical y el primer presidente de la democracia que sufrió un
golpe de estado.
Juan
Bautista Alberdi nació en Tucumán en 1810. A los 14 años se mudó a Buenos
Aires e ingresó al Colegio de Ciencias Morales que abandonó unos años más
tarde. En 1831, retomó sus estudios, ingresó a la Universidad de Buenos Aires
en la carrera de Leyes y en 1832, escribió su primer libro: El espíritu de la
música. Decidió continuar sus estudios en la provincia de Córdoba en donde se
graduó de Bachiller en Leyes.
En el año 1832 se
incorporó a un grupo de jóvenes intelectuales compuesto, entre otros, por Juan María
Gutiérrez y Esteban Echeverría, que fundará el 23 de agosto de 1835 el Salón Literario,
un centro cultural y de difusión de las nuevas ideas políticas, vinculadas al
romanticismo europeo. Con ellos formará más adelante la Asociación de la Joven
Generación Argentina, siguiendo el modelo de las asociaciones románticas y
revolucionarias de Europa. En 1837, Alberdi publicó Fragmento Preliminar al estudio
del Derecho, una de sus obras más importantes en la que comentaba sobre la situación
nacional. Era la fundación del historicismo jurídico argentino, doctrina que consideraba
al sistema jurídico como un elemento dinámico y continuamente progresivo de la vida
social.
En 1838, Alberdi debió exiliarse a
Montevideo en donde se dedicó al periodismo político. Luego de un breve paso
por Europa se radicó en Chile durante 17 años en donde trabajó como abogado
y ejerció nuevamente el periodismo.
Con el impulso de
la batalla de Caseros y el triunfo de Urquiza sobre Rosas, el 3 de febrero de
1852, escribió Bases y puntos de partida para la organización política de la
República Argentina, que publicó en mayo de ese año en Chile y reeditó en julio
acompañándola de un proyecto de Constitución. La obra fue una de las fuentes
de nuestra Constitución Nacional sancionada el 1º de mayo de 1853.
A partir de este momento, Alberdi
se decidió a colaborar con el proyecto de la Confederación de Urquiza. El
presidente Justo José de Urquiza le ofreció el cargo de Ministro de Hacienda de
su país, pero lo rechazó. Fue nombrado "Encargado de negocios de la
Confederación Argentina" ante los gobiernos de Francia, Inglaterra, el Vaticano
y España.
Sus gestiones en el exterior
fueron interrumpidas a partir de la organización de la República, en 1862 al
asumir la presidencia Mitre. Regresó a establecerse en el país en 1878 al ser
elegido como diputado al Congreso Nacional por su provincia. Un tiempo más
tarde debió trasladarse a Francia, donde murió el 19 de junio de 1884 en
Neuilly-sur-Seine, suburbio de París, a la edad de 73 años.
Hipólito Yrigoyen nació
en 1852 en Buenos Aires y cursó sus estudios en el Colegio San José de Buenos
Aires, más tarde en el colegio de la América del Sur. Ingresó después en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
La situación económica de su
familia le obligó a trabajar desde su temprana juventud en empleos modestos,
que desempeñó sucesivamente en una compañía de transportes, en las oficinas
de un abogado y luego en el Estado, como escribiente de la contaduría general,
en 1870. En 1872 ingresó como comisario de policía en el barrio de
Balvanera.
En los años siguientes continuó
su labor pública ejerciendo los cargos de Diputado Provincial (1878/80),
Administrador General de sellos y Patentes (1880) y Diputado Nacional
(1880/82). Desde 1880 hasta 1905 se desempeñó como profesor de Historia
Argentina, Instrucción Cívica y Filosofía en la Escuela Normal de Maestras,
donando sus honorarios al Hospital de Niños.
Participó activamente en
la Revolución de 1890 y en la de 1893. En la primera era candidato a jefe de
policía, en caso de triunfar la revolución; en la segunda organizó, condujo y
financió un ejército radical de 8.000 hombres. Fue uno de los fundadores,
siguiendo a su tío y a Aristóbulo del Valle, tanto de la Unión Cívica como de
la Unión Cívica Radical que serán dirigidas por Leandro Alem.
En 1903 Yrigoyen encabezó y
financió con su propio dinero la Revolución de 1905, que resultó un fracaso. Sin
embargo, tanto el convencimiento de que debían eliminarse abusos, como el
miedo a un nuevo levantamiento armado de Yrigoyen, llevaron al presidente de
la Nación, Roque Sáenz Peña a sancionar la Ley del Voto Secreto en 1912, más
conocida como Ley Sáenz Peña que lo llevaría a la presidencia en 1916.
La primera presidencia de
Yrigoyen mejoró la distribución del ingreso y el auspicio social. En 1916
funcionaban 7.856 escuelas primarias y se crearon 3.120 más. Pudo afirmar en
un foro internacional por la Argentina que por cada uno de los soldados que
revestían en las filas de la Nación había en esa época dos maestros enseñando
el abecedario. En ese año el analfabetismo era del 20 por ciento y en 1922, del
4 por ciento. En la universidad, se llegó a la democratización con la aparición de
la Reforma Universitaria de 1918. En lo económico, defendió el patrimonio
nacional.
Yrigoyen fue electo presidente
nuevamente en 1928 hasta que en 1930 fue derrocado por el primer golpe de
Estado en la historia argentina y fue confinado en la Isla Martín García. En 1932
quedó en libertad, beneficiado por un indulto del general Agustín P. Justo que,
sin embargo, Yrigoyen se permitió rechazar. A su arribo al puerto de Buenos
Aires fue recibido por una concurrida manifestación popular, pero poco después
se lo obligó a volver a su confinamiento en Martín García. Su segundo regreso a
la capital, con permiso por motivos de salud, tuvo lugar en enero de 1933. Poco
tiempo después moría y su entierro convocó una multitud.
Por todo lo expuesto solicitamos la
aprobación del presente proyecto de Ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
DE PRAT GAY, ALFONSO | CIUDAD de BUENOS AIRES | COALICION CIVICA |
AGUAD, OSCAR RAUL | CORDOBA | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
FINANZAS (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
08/11/2011 | ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA | Aprobado con modificaciones unificados en un sólo dictamen |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | SOLICITUD DE SER COFIRMANTE DEL DIPUTADO AGUAD (A SUS ANTECEDENTES) | 30/11/2011 |